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lunes, febrero 14, 2011

El teólogo español Carles Cardó (1884-1958) y su influencia en Joan Miró.

El teólogo español Carles Cardó (1884-1958) y su influencia en Joan Miró.



Carles Cardó i Sanjuan (Valls, 1884-Barcelona, 1958). Sacerdote catalán, formado en el seminario de Tarragona, se doctoró en Teología y en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana de Roma y en Filosofía en la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino, completando una formidable preparación teórica. El obispo Beltrán le nombró canónigo de la catedral de Barcelona en 1918.
Fue el principal pensador católico de ideas progresistas y catalanistas durante el periodo de entreguerras en Cataluña, gracias a su intensa y amplia actividad como periodista, escritor, editor y traductor de la poesía y la filosofía sagradas. El principal medio de difusión de sus ideas estéticas era la revista “La Paraula Cristiana”, que fundó y dirigió desde 1925, pero también escribía con cierta frecuencia en diarios que Miró leía habitualmente, como “La Veu de Catalunya” o “La Publicitat”, y redactaba prólogos a ediciones de pensadores, como el Pròleg del libro de Torras i Bages, Doctrina estética (Barcelona. 1919), que muy probablemente leería Miró, en atención a que el obispo Torras fue una de las personalidades que más a fondo le influyeron en su juventud. 
Ideológicamente fue heredero de las posiciones estéticas más avanzadas del obispo Torras, cuyas ideas ayudó a revisar de un modo más cercano a las vanguardias, y fue un gran difusor de un tomismo progresista, paralelo al que desarrollaba Jacques Maritain por esos mismos años en Francia. 
Fanés (2007) ha revelado la influencia de Cardó sobre Miró[1], que pudo llegar a Miró en los años 20 a través de Sebastià Gasch, que le tenía una gran admiración y que leía casi todo lo que publicaba. Gasc manifiesta su comprensión de las teorías de Cardó en uno de sus mejores artículos sobre su amigo, Joan Miró, publicado en la revista “L’Amic de les Arts” (30-VI-1928), en el que repite sus conocidos argumentos de que el artista es el más destacado vanguardista después de Picasso, gracias a su capacidad de transgresión, y afirma que el objetivo del artista “puro” (y proclama que Miró es el más puro) es “extraer la sustancia oculta de las cosas”, y aquí desliza una de las ideas de Cardó sobre la belleza, la de que la “forma” es el medio a través del cual se revela la realidad de la materia, de modo que el artista, mediante los sentidos, entrevé esa “forma” y así su alma (el subconsciente) humana puede entrar en contacto con el alma (la sustancia oculta) de las cosas.
Fanés enfatiza la importancia de este cambio conceptual de Gasch, muy formalista hasta entonces, y que ahora evoluciona hacia un trascendentalismo o espiritualismo que no rompe empero con el vanguardismo surrealista, puesto que el concepto surrealista del subconsciente ha sido integrado con el concepto cristiano de alma.
Apunto aquí unas líneas del artículo de Gasch sobre Miró, en las que hace una reflexión general sobre la teoría de la forma y muestra la influencia de Cardó:
‹‹El artista ha de extraer la sustancia oculta de las cosas, captar el espíritu que vive dentro de la materia y expresarlo en sus obras.
El artista, sin embargo, que no es un ser puro, no entra en contacto directo con ese espíritu ni lo expresa en toda su inmaterialidad. El artista lo capta en lo sensible y lo expresa por medio de lo sensible. Es decir que ese espíritu es revelado al artista por medio de aquello que muchos filósofos denominan forma y que, según el doctor Cardó, es la revelación de la realidad a través de la materia.
El artista obtiene la primera noción de la forma por los sentidos. El artista, por medio de los sentidos, entrevé esa forma reveladora del espíritu, que entra entonces en contacto con su alma, donde es trabajada hasta hacerla apta para ser trasladada a sus obras. (…)
Pronto nos damos cuenta de los terrenos peligrosísimos que pisa constantemente Joan Miró. Otro que no fuera ese étonnant catalan como lo ha llamado un crítico belga, no tardaría mucho en precipitar­se en el abismo. Otro que no fuera Joan Miró, caería fatalmente en el suicidio angelista por olvido de la materia, del cual nos habla Maritain. Pues nos hallamos de lleno en la concepción de la poesía, indudable­mente equivocada, del abate Bremond, que confunde al místico con el poeta, y que el doctor Cardó rebatía magistralmente en un admirable ensayo reciente. Y hay que confesar que, teóricamente, el doctor Cardó tiene toda la razón. Pero hay que confesar también que las teorías fallan ante un caso práctico: el caso práctico de Joan Miró.››[2]
El influjo de Cardó continuó en los años siguientes. Al inicio de los años 20 era todavía un activo promotor de un catolicismo militante que excluía el resto de confesiones religiosas, pero a partir de 1932 defendió el ecumenismo y reprobó la violencia, lo que le valió salvar la vida en 1936, cuando en la retaguardia republicano hubo miles de asesinatos de sacerdotes. Partió al exilio en Italia (Roma) y después en Suiza (Friburgo), desde donde defendió al cardenal catalán Vidal i Barraquer, que propugnaba una solución negociada de la Guerra Civil.
En la posguerra colaboró en las revistas catalanistas de exiliados, como “Quaderns” de Perpiñán y la “Revista de Catalunya” de París, y retornó a Barcelona en 1954, donde prosiguió su labor de promoción de la cultura catalana y de una visión progresista del pensamiento católico, dentro de las escasas posibilidades que permitía el régimen franquista, lo que explica que Gasch y Miró ya no se refieran más a esta figura capital de la vida intelectual catalana de la primera mitad del siglo XX.

NOTAS.
[1] Fanés. Pintura, collage, cultura de masas. Joan Miró, 1919-1934. 2007: 127. La influencia de Cardó sobre Gasch y probablemente sobre Miró se me había escapado por completo hasta la lectura de esta magnífica aportación a los estudios mironianos.
[2] Gasch, S. Joan Miró. “L’Amic de les Arts”, Sitges, v. 3, nº 26 (30-VI-1928) 202-203. Reprod. en español. “La Gaceta Literaria”, Madrid, v. 2, nº 39 (1-VIII-1928) 5. Reprod. en francés. “Cahiers de Belgi­que”, Bru­selas, v. 2, nº 6 (VI-1929) 208. Reprod. Combalía. El descubrimiento de Miró. Miró y sus crí­ticos, 1918-1929. 1990: 201-203.

Fuentes.
Internet
[http://carlescardo.org/index.html] Centre d'Estudis Carles Cardó.

Libros.
Fanés. Pintura, collage, cultura de masas. Joan Miró, 1919-1934. 2007: 127.
Giró i París, Jordi. El pensament polític de Carles Cardó i de Jacques Maritain. Institut d’Estudis Catalans. Barcelona. 1995. 504 pp.


Giró i París, J. El catalanisme del Dr. Carles Cardó. Un referent històric per a la construcció plurinacional de les Espanyes. Premi Carles Cardó d’Assaig. Col. ‘El Tinter’, 23. Cossetània Edicions. Valls. 2001. 152 pp.

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