El teólogo español Carles Cardó (1884-1958)
y su influencia en Joan Miró.
Carles Cardó i Sanjuan (Valls, 1884-Barcelona, 1958). Sacerdote
catalán, formado en el seminario de Tarragona, se doctoró en Teología y en
Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana de Roma y en Filosofía en la Pontificia
Academia de Santo Tomás de Aquino, completando una formidable preparación teórica. El obispo Beltrán le nombró
canónigo de la catedral de Barcelona en 1918.
Fue el principal pensador católico de ideas progresistas y catalanistas durante
el periodo de entreguerras en Cataluña, gracias a su intensa y amplia actividad
como periodista, escritor, editor y traductor de la poesía y la filosofía
sagradas. El principal medio de difusión de sus ideas estéticas era la revista
“La Paraula Cristiana”, que fundó y dirigió desde 1925, pero también escribía
con cierta frecuencia en diarios que Miró leía habitualmente, como “La
Veu de Catalunya” o “La Publicitat”, y redactaba prólogos a ediciones de pensadores, como el Pròleg del libro de Torras i Bages, Doctrina estética (Barcelona. 1919), que
muy probablemente leería Miró, en atención a que el obispo Torras fue una de
las personalidades que más a fondo le influyeron en su juventud.
Ideológicamente fue heredero de las posiciones estéticas más avanzadas
del obispo Torras, cuyas ideas ayudó a revisar de un modo más cercano a las
vanguardias, y fue un gran difusor de un tomismo progresista, paralelo al que
desarrollaba Jacques Maritain por esos mismos años en Francia.
Fanés (2007) ha revelado
la influencia de Cardó sobre Miró[1], que pudo llegar a Miró en los
años 20 a través de Sebastià Gasch, que le tenía una gran admiración y que leía
casi todo lo que publicaba. Gasc manifiesta su comprensión de las teorías de
Cardó en uno de sus mejores artículos sobre su amigo, Joan Miró,
publicado en la revista “L’Amic de les Arts” (30-VI-1928), en el que repite sus conocidos argumentos de
que el artista es el más destacado vanguardista después de Picasso, gracias a
su capacidad de transgresión, y afirma que el objetivo del artista “puro” (y
proclama que Miró es el más puro) es “extraer la sustancia oculta de las
cosas”, y aquí desliza una de las ideas de Cardó sobre la belleza, la de que la
“forma” es el medio a través del cual se revela la realidad de la materia, de
modo que el artista, mediante los sentidos, entrevé esa “forma” y así su alma
(el subconsciente) humana puede entrar en contacto con el alma (la sustancia
oculta) de las cosas.
Fanés enfatiza la
importancia de este cambio conceptual de Gasch, muy formalista hasta entonces,
y que ahora evoluciona hacia un trascendentalismo o espiritualismo que no rompe
empero con el vanguardismo surrealista, puesto que el concepto surrealista del
subconsciente ha sido integrado con el concepto cristiano de alma.
Apunto aquí unas
líneas del artículo de Gasch sobre Miró, en las que hace una reflexión general
sobre la teoría de la forma y muestra la influencia de Cardó:
‹‹El artista ha de
extraer la sustancia oculta de las cosas, captar el espíritu que vive dentro de
la materia y expresarlo en sus obras.
El artista, sin
embargo, que no es un ser puro, no entra en contacto directo con ese espíritu
ni lo expresa en toda su inmaterialidad. El artista lo capta en lo sensible y
lo expresa por medio de lo sensible. Es decir que ese espíritu es revelado al
artista por medio de aquello que muchos filósofos denominan forma y que, según el doctor Cardó, es
la revelación de la realidad a través de la materia.
El artista obtiene
la primera noción de la forma por los sentidos. El artista, por medio de los
sentidos, entrevé esa forma reveladora del espíritu, que entra entonces en
contacto con su alma, donde es trabajada hasta hacerla apta para ser trasladada
a sus obras. (…)
Pronto nos damos cuenta de los terrenos peligrosísimos que pisa
constantemente Joan Miró. Otro que no fuera ese étonnant catalan como lo
ha llamado un crítico belga, no tardaría mucho en precipitarse en el abismo.
Otro que no fuera Joan Miró, caería fatalmente en el suicidio angelista por
olvido de la materia, del cual nos habla Maritain. Pues nos hallamos de lleno
en la concepción de la poesía, indudablemente equivocada, del abate Bremond,
que confunde al místico con el poeta, y que el doctor Cardó rebatía
magistralmente en un admirable ensayo reciente. Y hay que confesar que,
teóricamente, el doctor Cardó tiene toda la razón. Pero hay que confesar
también que las teorías fallan ante un caso práctico: el caso práctico de Joan
Miró.››[2]
El influjo de Cardó
continuó en los años siguientes. Al inicio de los años 20 era todavía un
activo promotor de un catolicismo militante que excluía el resto de confesiones
religiosas, pero a partir de 1932 defendió el ecumenismo y reprobó la
violencia, lo que le valió salvar la vida en 1936, cuando en la retaguardia republicano hubo miles de
asesinatos de sacerdotes. Partió al exilio en Italia (Roma) y después en Suiza (Friburgo), desde
donde defendió al cardenal catalán Vidal i Barraquer, que propugnaba una
solución negociada de la Guerra Civil.
En la posguerra colaboró en las revistas catalanistas de exiliados, como “Quaderns” de Perpiñán y la “Revista de Catalunya” de
París, y retornó a Barcelona en 1954, donde prosiguió su labor de promoción de la cultura catalana y de
una visión progresista del pensamiento católico, dentro de las escasas
posibilidades que permitía el régimen franquista, lo que explica que Gasch y
Miró ya no se refieran más a esta figura capital de la vida intelectual
catalana de la primera mitad del siglo XX.
NOTAS.
[1] Fanés. Pintura, collage, cultura de masas. Joan Miró, 1919-1934. 2007: 127. La influencia de Cardó sobre Gasch y probablemente sobre Miró se me había escapado por completo hasta la lectura de esta magnífica aportación a los estudios mironianos.
[2] Gasch, S. Joan Miró. “L’Amic de les Arts”, Sitges, v. 3, nº 26 (30-VI-1928) 202-203. Reprod. en español. “La Gaceta Literaria”, Madrid, v. 2, nº 39 (1-VIII-1928) 5. Reprod. en francés. “Cahiers de Belgique”, Bruselas, v. 2, nº 6 (VI-1929) 208. Reprod. Combalía. El descubrimiento de Miró. Miró y sus críticos, 1918-1929. 1990: 201-203.
Fuentes.
Internet
[http://carlescardo.org/index.html] Centre d'Estudis Carles Cardó.
Libros.
Fanés. Pintura, collage, cultura de masas. Joan Miró, 1919-1934.
2007: 127.
Giró i París, Jordi. El pensament
polític de Carles Cardó i de Jacques Maritain. Institut d’Estudis Catalans.
Barcelona. 1995. 504 pp.
Giró i París, J. El catalanisme
del Dr. Carles Cardó. Un referent històric per a la construcció plurinacional
de les Espanyes. Premi Carles Cardó d’Assaig. Col. ‘El Tinter’, 23.
Cossetània Edicions. Valls. 2001. 152 pp.
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