Mis Blogs.

Mis Blogs son: Actual (Actualidad y Aficiones), Heródoto (Ciencias Sociales, Geografía e Historia), Plini (Ciències Socials, Geografia, Història i Història de l’Art), Lingua (Idiomas), Oikos (Economía y Empresa), Paideia (Educación y Pedagogía), Sophia (Filosofía y Pensamiento), Sport (Deportes), Thales (Ciencia y Tecnología), Theos (Religión y Teología), Tour (Viajes), Altamira (Historia del Arte y Arquitectura), Diagonal (Cómic), Estilo (Diseño y Moda), Pantalla (Cine, Televisión y Videojuegos), Photo (Fotografia), Letras (Literatura), Mirador (Joan Miró, Arte y Cultura), Odeón (Ballet y Música).

lunes, octubre 14, 2024

La infancia de Joan Miró en la pequeña burguesía catalana.

La infancia de Joan Miró en la pequeña burguesía catalana.

Joan Miró nació en una familia típica de la pequeña burguesía urbana catalana, un segmento de la clase media engrosado por la continua emigración a las ciudades durante el siglo XIX de los descendientes más avezados del vasto grupo de pequeños propietarios rurales. El gran destino era Barcelona, donde muchos de sus miembros se enriquecieron desde 1875 durante la Segunda Revolución Industrial, negocios, pero muchos no perdieron sus raíces campesinas, y de ello es un fidedigno ejemplo la familia Miró.
La adscripción social a la burguesía del artista es el primer rasgo incesantemente repetido por la historiografía (Soby, Sweeney, Cirici, Dupin, Malet, Weelen...) y es que esa identidad explica muchas de sus iniciales creencias ideológicas.


Carretera de entrada a Cornudella, a principios del siglo XX.

El padre, Miquel Miró i Adzeries (Cornudella, 1859-Mont-roig, 1926), nació en Cornudella, un pueblo del interior de Tarragona, del que procedían también su padre, Joan Miró —de quien tomaría el nombre el nieto—, un modesto herrero, y su madre Isabel Adzeries (o Adzerias en el registro civil en castellano), que tuvieron otros tres hijos, Manuel, Assumpta y Jaume, que sobrevivieron a su hermano Miquel.[1] Miquel Miró decidió emigrar del campo, y tras un tiempo de aprendizaje en Reus, se instaló en Barcelona hacia 1880 para trabajar de relojero y, en menor grado, de joyero, tal como Miró cuenta ‹‹El meu pare era rellotger d’escaleta››, arreglando relojes en una tienda que ocupaba la mitad de la portería del 34 de la calle Ferran.[2]


La Plaza Real en 1893.


Al fondo, el emplazamiento de la unión entre Plaza Real y Pasaje Madoz, donde estaba el negocio de los Miró, la relojería-joyería Acuarium.

Consiguió al cabo de los años una saneada situación económica, ampliando su pequeña relojería hasta devenir una conocida joyería-relojería, El Acuarium, en una esquina de la Plaza Real con el Pasaje Madoz[3], y estableciendo su cercano domicilio en el número 4 del Pasaje del Crédito; en suma, una carrera progresiva desde muy abajo en la escala social hasta llegar al punto de poder vivir de las rentas, comprar en 1910 unas tierras en Mont-roig y retirarse a estas durante largas temporadas, realizando su sueño de vivir como un burgués adinerado.



Entrada de la calle Passatge del Crèdit, Barcelona.

Dupin (1961, 1993) presenta al padre de Miró como un artesano que se eleva con su esfuerzo hasta alcanzar el estatus de comerciante integrado en la pequeña burguesía acomodada, y que se relaciona y contrae matrimonio en su misma clase social:
‹‹Allí nacía en efecto, el 20 de abril de 1893, a las 9 de la noche, Joan Miró Ferrà, primer hijo de Miquel Miró Adzeries, orfebre y relojero, y de Dolors Ferrà i Oromí, hija de un ebanista de Palma de Mallorca. Miquel Miró era hijo del herrero de Cornudella que ya hemos mencionado. Sin abandonar el trabajo con los metales, decidió cambiar el hierro y la montaña por la ciudad y los metales preciosos, especie de promoción en el mismo marco artesanal. Su habilidad y seriedad hicieron de él, primero en Reus, población cercana a Cornudella, y más tarde en Barcelona, un orfebre estimado y rápidamente próspero.  (…)››[4]


El puerto de Palma a finales del siglo XIX.

La madre de Joan Miró, Dolors Ferrá i Oromí (Mallorca, 1864-Barcelona, 1944), nació en Palma de Mallorca o en Sóller (lo menos probable). Procedía de otra rama de artesanos. Su padre, Josep Ferrà, era un acomodado ebanista mallorquín, de escasa educación pero con inquietudes intelectuales y un gran viajero, mientras que su madre, Josefa Oromí, era hija de un zapatero barcelonés, lo que explica que de joven Dolors Ferrà pasase largas temporadas con sus abuelos maternos en Barcelona, donde conoció a Miquel Miró. Su origen en Mallorca fue una vinculación que resultaría fundamental en la vida de Miró, que encontró en la isla un segundo hogar en su infancia y, más tarde, a su esposa Pilar en la familia Juncosa[5] y finalmente un hogar definitivo.

Miquel Miró y Dolors Ferrà se conocieron y se casaron en Barcelona el 11 de septiembre de 1891. Fue un matrimonio entre iguales en la escala social.[6]
Dupin (1961, 1993) explica al respecto:
‹‹(…) Junto a la tienda donde cincelaba las joyas y reparaba los relojes, en el Passatge del Crèdit, se hallaba el almacén del comerciante en zapatos Oromí, que acogía con frecuencia a su nieta Dolors Ferrà, que vivía en Palma de Mallorca. Sin abandonar su establecimiento el orfebre podía verla pasar, enamorarse de ella y hacerle la corte. Se casaron y vivieron toda la vida en el pasaje.››[7]
Su vida desde entonces fue la de una típica familia burguesa, consagrada a tener hijos y educarlos en sus valores. Miró explicará que sus padres eran muy opuestos: la madre, con una fuerte personalidad e inteligente, al principio opuesta a su carrera artística, pero al final muy interesada en esta; su padre, muy poco imaginativo, siempre contrario a su vocación artística. Pero compartían la misma ética tradicional y católica conservadora, de una moral casi calvinista: trabajo duro y bien hecho, severa austeridad en el gasto, inversión conservadora en el campo y en rentas, aumento tenaz del patrimonio familiar, convicción de que la familia es la unidad básica de la sociedad...  


Portada del primer número de "La Vanguardia" (1-II-1881).

La mayor parte de las lecturas eran religiosas (San Agustín, Santa Teresa de Jesús) y la prensa que entraba en casa era asimismo congruente: “La Vanguardia” era el diario de la burguesía católica conservadora —comprarlo y comentarlo era un signo de distinción de clase social—. Permanyer declara: ‹‹El pare era subscriptor de “La Vanguardia” i per a Miró, des del punt de vista freudià, que “La Vanguardia” li dediqués una portada era un triomf davant del pare, malgrat que ja era mort. Per a ell era com sortir al diari de la seva ciutat y de casa seva.››[8]

Era el amor por el trabajo la característica primordial de los nuevos burgueses, tanto comerciantes como industriales, muchos de los cuales prosperaron tanto que lograron crear verdaderas “nissagas” o dinastías empresariales. El trabajo suplía en Cataluña la falta de materias primas, fuentes de energía y capitales, y se convirtió en el don más preciado del orgulloso carácter catalán. Esta ideología conservadora, que exaltaba el valor del esfuerzo, ligada a la burguesía europea y, en concreto, la catalana, se apoyaba en la Iglesia católica de finales del siglo XIX. Miquel Miró y su hijo compartirán este rasgo de voluntad y sacrificio aplicados en sus profesiones, y su éxito marcó al joven Miró, en el que se formó inevitablemente una veta conservadora de pequeño burgués catalán, de propietario/rentista satisfecho que a menudo entrevemos en sus manifestaciones más íntimas, medio payés de Mont-roig, medio comerciante de Barcelona, que mantuvo siempre ideas conservadoras ante los temas sociales: las personas eran pobres porque no trabajaban lo bastante y cada uno debía luchar individualmente para salir adelante; y la familia y la patria (catalana) eran incontrovertibles.
Su entorno familiar y social era urbano pero con sólidas raíces rurales: sus abuelos, sus padres, su hermana, la familia de su mujer, en Palma; y también la inmensa mayoría de sus amigos: Prats, Gasch, Gomis, Noguera, Foix, Tàpies... vivían una parte o incluso todo el año en el campo.[9] Joan Miró necesitaba ese mundo rural que hoy ha desaparecido por mor del desarrollo urbano. Era un hombre vinculado vitalmente al siglo XIX, todavía rural, aunque realizaba un arte propio del siglo XX, el gran siglo urbano, y que soñaba con proyectarse en el siglo XXI, y esta contradicción, esta mezcla de elementos tan heterogéneos fue un notable estímulo para su pensamiento y su obra.
Malet (1983) resume la importancia para Joan Miró del legado de las profesiones de sus familiares paternos y maternos, así como de sus raíces en Cornudella y Palma de Mallorca, donde el niño Miró pasará los veranos entre 1900 y 1910:
‹‹Joan Miró lleva el mismo nombre que su abuelo paterno, herrero de Cornudella. Su padre, Miquel Miró i Adzerias, dejó el pueblo por la ciudad, Barcelona, y el trabajo en la forja por la orfebrería y la relojería. Se casó con Dolors Ferrà, hija de un ebanista de Palma de Mallorca que pasaba temporadas en casa del zapatero Oromí, pariente suyo, que tenía una tienda cerca de la de Miquel Miró. El hecho de tener los abuelos paternos en tierras de Tarragona y los maternos en Palma de Mallorca es, desde muy pronto, motivo de frecuentes viajes para el pequeño Joan Miró.››[10]

NOTAS.
[1] Manuel Miró Adzerias se casó con Ángela Mellado Albaladejo y al parecer no tuvieron descendencia. [Información sacada del obituario de su suegra en “La Vanguardia” (31-VIII-1922) 1.] El árbol genealógico del padre de Miró, Miguel Miró Adzerías, se puede consultar en [https://gw.geneanet.org/jpferre?lang’es&n’miro+adzerias&oc’0&p’miquel]
[2] Permanyer. Miró. La vida d’una passió. 2003: 11.
[3] Hay una tarjeta comercial de “El Acuarium, Joyería y Relojería de Miquel Miró Adzerias, Prontitud, economía y perfección en los encargos y recomposiciones. Plaza Real, 4, y Pasaje Madoz, 6. Barcelona”. [Perucho. Joan Miró y Cataluña. 1968: 10. cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 346, n. 1.]
[4] Dupin. Miró. 1993: 25.
[5] Pilar Juncosa Iglesias, futura esposa de Joan Miró, nace el 18 de julio de 1904, en la casa familiar de la calle Minyones, 11, de Palma de Mallorca. Sus padres, Lamberto Juncosa y su esposa Enriqueta Iglesias (prima de la madre de Miró) tenían orígenes catalanes, y él consiguió en Palma una excelente posición económica, como industrial y comerciante de muebles.
[6] Pilar Juncosa en su vejez señaló que no se casaron en Barcelona sino en una pequeña capilla de la iglesia de San Nicolás de Palma, la misma donde más tarde se casó Joan Miró, pero parece una confusión de memoria. Establecieron su residencia en la casa de su marido, en el nº 4 de la calle Pasaje del Crèdito, al parecer ampliado ahora gracias a la compra de un piso más arriba.
n la casa nacieron los hermanos Miró. La madre conservó toda su vida intacta la alcoba de matrimonio donde había nacido Joan (y probablemente sus hermanos), en el segundo piso, del que aún se conserva un techo con un óvalo de escayola pintado de estrellas doradas, con los extremos decorados con nubes y planetas azules, en una decoración característica de la moda pompier de los años 1890. [Entrevista a Margarita Garcés, “El Periódico” (10-II-1993)] Miró vivió bajo un techo de constelaciones desde su primer hálito de vida, el día 20 de abril de 1893, entre las 9 y las 10 de la noche. Tiene su importancia pues le interesó siempre la astrología y las implicaciones de su nacimiento. Al parecer creía que se habían dado una serie de circunstancias astronómicas especiales, como se deduce de una conversación suya con Melià: ‹‹No sé en que parte leí que he nacido el mismo día que Mao Tsé-Tung. ¿Por qué no lo compruebas? Sería una curiosa coincidencia.›› [Melià. Joan Miró, vida y testimonio. 1975: 92] Hacia 1980 se hizo una carta astral, tomando como dato la posición de las estrellas a las 9 de la noche del día de su nacimiento [col. FPJM].
nacerán también un hermano, Miquel, el 9 de diciembre de 1894, fallecido a a la edad de cinco meses, el 12 de mayo de 1895, y una hermana, Josefa, nacida el 16 de marzo y fallecida al poco tiempo. Su única hermana superviviente, Dolors Miró Ferrà, nace el 2 de mayo de 1897. Cuatro hijos, pero sólo dos sobrevivirán. Era el sino de la mayoría de las familias catalanas del 1900, con una esperanza de vida de sólo 34 años al nacer. Explica esto en parte la relativa frialdad de muchos padres ante sus hijos, como si tuvieran prevención a encariñarse. Miró, mucho tiempo después, se quejará amargamente de esto, en declaraciones a Permanyer que éste ha ido desgranando —Miró le explicó algunos de sus padecimientos familiares y finalmente decidió ocultarlos, porque no se sentía con derecho a atacar a sus padres—: ‹‹(...) quina va ser la relació amb la meva mare: quan jo vaig néixer, les seves primeres paraules —ella volia una noia— van ser de menyspreu: “Bah, un noi”, i em van deixar sol i despullat sobre un marbre, tremolant de fred.›› [Permanyer. Declaración de Miró. “Diario de Barcelona” (18-I-1991)]. ‹‹(...) I és que que s’havia adonat que hauria d’explicar-me una sèrie d’històries familiars, en les quals uns i altres no quedaven gens bé. Per exemple, que el pare havia estat més aviat rellotger d’escalera que joier; que la mare, quan ella va néixer, comentà amb despreci: “Jo volia una nena!”, i el van deixar nu en un racó, tremolant de fred. Tinc la sensació que Miró no va ser mai estimat pels seus pares. (...) [y cuando decidió no seguir con sus confidencias] “Potser no tinc dret de contar totes aquestes coses contra la meva família”.›› [Recordant Joan Miró. Conversa entre Lluís Permanyer i Francesc Català-Roca. <Mirar Miró. El Joan Miró de Català-Roca>. Palma de Mallorca. FPJM (3 septiembre-31 octubre 1993): 7.]
[7] Dupin. Miró. 1993: 25.
[8] Permanyer. Declaraciones. cit. Roglan. Fundació Joan Miró. 25 anys. 2001: 148.
[9] Apenas habrá en el círculo más íntimo de amigos de Miró quienes no se hayan criado o vivido largas épocas en el campo o que, como mínimo, no pasasen sus vacaciones en él. Era un entorno basado en el tradicional concepto de la familia catalana campesina, el pairalismo (la explotación del mas por un clan familiar) y la institución del “hereu” (Joan Miró) y la “pubilla” (su hermana Dolors), con una ideología patrimonialista y machista (la mujer es una eterna menor de edad, que “necesita” el dominio del padre, el marido o el hijo; una ideología que impregnó a Miró en su juventud). [AA.VV. Dossier: La invenció de la família catalana. “L’Avenç”, 132 (XII-1989) 15-53. Contreras, Jesús. La invenció de la família catalana (15-17). Viola, Andreu. Raó de família, raó d’estat (18-21). Estrada, Ferran. Els folkloristes i la família catalana (22-27). Roigé, Xavier. Els juristes i la família catalana (28-33). Prat i Carós, Joan. El pairalisme com a model ideològic (34 y 51-53). Sobre la masía catalana en la tradición y su importancia social e ideológica véase: Prat i Carós, Joan. La masia. “L’Avenç”, 193 (VI-1995) 17-19.]          
[10] Malet. Joan Miró. 1983: 7.

No hay comentarios:

Publicar un comentario