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martes, octubre 08, 2024

Joan Miró en 1951-1955: introducción.

Joan Miró en 1951-1955: introducción.

Weelen (1984) resume el decenio de los años 50 bajo el signo de las tribulaciones vitales del artista, que alcanza una contrastada fama internacional y la tranquilidad económica, y cambia de residencia de Barcelona a Mallorca: ‹‹Cette décennie, pour Miró, sera bouleversée par des tribulations diverses. La tranquillité d’esprit, la concentration qui gouvernent le rythme de son travail seront mises à rude épreuve.››[1] Pero esta inquietud no trasluce en su obra ni en sus declaraciones. Al menos en los primeros años.

En Barcelona su vida social se hizo más y más intensa, hasta el punto de perjudicar su concentración en el trabajo. Prats era sin duda su mejor amigo, y quien le arrastraba a las reuniones culturales con trasfondo político, como las del grupo Club 49, en las que Miró enlazaba con los intelectuales catalanistas, un asunto ya tratado en el capítulo anterior. 
Seguía ayudando con gran generosidad a sus amigos, como cuando en 1951 arregló con Ràfols que una parte del precio que este cobró a Pierre Matisse por una obra que le había regalado Miró, en vez de entregárselo a éste como era costumbre en estos casos, fuera a Antonieta, la mujer que ayudaba a Josep Dalmau en su galería y que atravesaba por graves dificultades económicas.[2]


Una calle de París en 1951.

En sus visitas a París su más íntimo círculo de amigos lo componían los matrimonios Joan y Lola Garolera (dueños del hotel Mont-Thabor), Félix Ferrer y señora (dueños del Res­taurant Barcelona), Pol Girbal, Aimé y Marguerite Maeght; el círculo de artistas de la galería Maeght, en especial Bra­que, Kandinsky y Giaco­metti; sus amigos poetas, sobre todo Prévert y Char, y músicos, como Georges Auric (compositor y director de la Ópera de París y su esposa Nora, con quien se veía en París y en las visitas de este matrimonio a Barcelona, donde Auric fue jurado del Concurso musical Maria Canals[3]; a veces se veía con el periodista Carlos Sentís, y los jóvenes artistas españoles que vivían o viajaban a París, como Tàpies, Saura y Eduardo Chillida. Miró frecuentaba con sus amigos Chagall y Picasso el famoso restaurante-concierto Chez le Catalan, en la rue Saint-Agustins del barrio de Saint-Germain-des-Prés, muy cerca del taller parisino de Picasso.[4] En París contó en los años 50 con la amistad y colaboración del agregado cultural de la embajada española, el catalán Maurici Torra Balari (primo de Anna Maria Torra, la esposa de Gustau Gili, que editaba a Picasso entre otros), que había sido secretario de Francesc Cambó, y se hizo amigo de Miró, Clavé, Picasso, Cocteau, Montherland...[5] También le solicitan gestos de solidaridad, en particular donaciones de obras para subastas y exposiciones benéficas, como la que celebra la Galerie Kléber del 9 al 29 de noviembre de 1955, con obras de Miró, Brancusi, Cocteau, Van Dongen, Dufy, Friesz, Marquet, Rouault, Jacques Villon, Vlaminck... donadas para financiar las vacaciones de niños pobres.[6]
Pero aunque hubiera podido encontrar grandes facilidades para trabajar en París, prefería hacerlo en su país. Le cuenta así a Maldiney: ‹‹Je ne peux rien faire à Paris. Pour travailler il me faut vivre comme un moine; donc une cellule.›› y es que allí le exigen constantes colaboraciones: ‹‹On me demande parfois quelque chose... oh! rien... rien quune ligne... Comme si une ligne pour moi ce nétait pas tout!››[7]

La situación económica de Miró, que ya había mejorado significativamente entre 1944 y 1946, mejora todavía notablemente desde principios de los años 50, porque­­­­­­ su coti­za­ción ar­tís­tica cre­ce.[8] Se dedica en los años 50 a labrar su situación como ar­tista de re­nom­bre in­ternacional y se preocupa de obte­ner un justo ren­di­mien­to económico, para superar los largos años de penuria desde 1936.
Passeron data en los años 50 la confirmación de su fama internacional, con el hito de la Bienal de Venecia de 1954, junto a Ernst y Arp.[9] El revuelo a a su alrededor de los millona­rios que com­pran sus obras es ce­lebrado como una prueba de que ha triunfado y acepta sus agasa­jos con in­di­simula­da sa­tis­facción.[10] Destacan el coleccionista norteamericano G. David Thompson[11], el diseñador francés afincado en EE UU, Raymond Loewy, que posee una colección de pinturas de Picasso, Matisse y Miró[12]; el grupo de Chicago, con Mr. Y Mrs. Morton G. Neumann que gracias a sus contactos con Pierre Loeb y Pierre Matisse reúne un espléndido fondo (hoy Morton G. Neumann Family Collection); Mr. Y Mrs. Joseph Randall Shapiro; y Claire Block (Zeisler por su matrimonio).[13]
Esta sólida presencia de mirós en Chicago no será ajena a que se instale posteriormente en la ciudad una gran escultura suya, Mrs. Chicago. El compositor Arthur Honegger cuelga en su casa pinturas de Miró, Braque, Klee y Picasso.[14]
También se venden bastantes obras suyas de colecciones privadas, como la de su amiga Lise Deharme[15] y otras[16]. Y los museos aprovechan para adquirir sus obras, como, por ejemplo, el Toledo Museum of Art, en Ohio, que compra obra gráfica para su colección permanente[17], o la Tate Gallery de Londres, en la que entra Peinture (Femmes, oiseau au clair de lune) (1949) [D 730. DL 834][18] Los coleccionistas comienzan sus donaciones a importantes museos, como es el caso de Bodegón del guante y el periódico (1920-1921), que Armand G. Erpf entrega al MoMA de Nueva York en 1955[19], mientras que el poeta Joë Bousquet regala al Musée des Beaux-Arts de Carcasona su colección de Miró, Arp, Braque, Courbet, Dalí, Derain, Ernst, Fautrier, Léger, Marquet, Masson, Picasso, Tanguy… y se forma una sala especial con su nombre.[20]
Miró se convierte en un icono internacional. Sus obras se difunden en postales que circulan alrededor del mundo.[21] Incluso da sus primeros pasos en el mundo de la moda a fin de rentabilizar sus diseños.[22] No se arredra en aparecer en reportajes para las revistas de moda, mostrando la ciudad de Barcelona.[23] Sabe que esto acrecienta su fama y su éxito comercial. De hecho nunca dejó ­­de considerar que su arte te­nía, entre otras, una lec­tura nece­sa­riamente co­mer­cial y que ello le supo­nía aceptar sacrificios persona­les, pues, en un mundo mate­rialista, el di­nero era una garantía ­de su ple­na in­de­pend­encia creati­va.[24]

NOTAS.
[1] Weelen. Joan Miró. 1984: 153.
[2] Permanyer. Miró. La vida d’una passió2003: 148-149.
[3] Farreras, E; Gaspar, J. Memòries. Art i vida a Barcelona. 1911-1996. 1997: 137.
[4] “Bárbara ?”. Chez le Catalan. “PBT”, Buenos Aires (24-XII-1954). Col. FPJM, t. V, p. 121. Miró también acudía al restaurante Barcelona, frecuentado por Picasso, Sagarra… [Tarín-Iglesias, José. Félix Ferrer, el catalán que daba de comer en uno de los barrios más típicos de París. “La Van­guardia” (11-VII-1969) 41. Explica que Ferrer convenció a Miró para que donara una copia de la escultura Pájaro lunar para una plaza que se llamaría Place de Catalogne, pero en 1969 el proyecto estaba parado.]
[5] Farreras, E; Gaspar, J. Memòries. Art i vida a Barcelona. 1911-1996. 1997: 135.
[6] Anónimo. “L’Information”, París (1-XI-1955). Col. FPJM, t. VI, p. 18.
[7] Maldiney, Henri. Joan Miró ou la précision du poè­te. “Le Disque Verte” (VII-1953) 86-97. Col. FPJM, t. V, p. 8.
[8] Fue impre­sio­nan­te en este dece­nio de los 50 el boom de los precios del arte y en especial de los de Miró, sobre todo desde 1957, como lo re­fleja su ar­chivo de prensa en esos años, en el que su es­posa co­lec­cionó las numerosas noticias de las su­bastas y de los nuevos récords en los precios de sus obras. Un artículo de autor anónimo explica en febrero de 1955 que sus pinturas valían en los años 30 y 40 unos 600 dólares en el mercado norteamericano y ahora valían de 7.500 a 10.000. [Anónimo. Le marché dart. La valse des prix. “Les Beaux-Arts”, Bruselas (4-II-1955) 337-352. Col. FPJM, t. V, p. 131.] El 19 de enero de 1955 en las Parke-Bernet Galleries el cuadro Personajes delante la luna (1938) [D 506. DL 594.] se vendió por 1.300 dólares, relativizando la afirmación anterior, pero es que el mercado europeo era mucho más barato. Hay recibos (PML, PMG B 18, 50) de entradas de dinero en dólares en cuentas de Miró, que reside en c/ Folgarolas 9 de Barcelona, en UBS de Ginebra (27-VI-1952; 9-IX-1952, 19-IX-1952, 2-X-1952, 13-X-1952 y 15-X-1952) y Banco Hispano Americano de Barcelona (cta. 25.391; ponemos el número sólo por si surge en otros documentos sin texto; con entradas en 9-IX-1952 y 17-XI-1954). También había una cuenta en Société de Banque Suisse de Ginebra, 2 Rue de la Confédération, oficina dirigida por el dr. Kern.
[9] Passeron. Enciclopedia del Surrealismo. 1982: 17.
[10] Por ejemplo, le escribe a Prats que ha de dedicar una litografía al multimillonario Rockefeller. ‹‹Dedicar lithos: Nelson Rockefeller.›› Segunda hoja, de tres de apuntes, sin fecha, posible­mente de dos fe­chas distintas (1959-1961) que seguramente Miró envió a Prats, por esta época. Se guardan junto a una carta an­terior de Miró a Prats (30-VIII-1964) FJM.
[11] En 1954 el coleccionista norteamericano G. David Thompson, un magnate del acero de Pittsburgh, poseía una enorme colección de arte moderno, con una docena de obras de cada uno de estos artistas: Matisse, Picasso, Léger y Miró; varias docenas de Klee y Schwitters y varias obras de Giacometti, las cuales había comprado en la Pierre Matisse Gallery. [Schneider, Angela. Alberto Giacometti. 1994: 31].
[12] Anónimo. Loin de chez nous, ils honorent la France. “Noir et Blanc”, París (primavera 1952). Col. FPJM, t. IV, p. 73-75. / Anónimo. “Maison et Jardin” (diciembre 1952-enero 1953) 100-101. Col. FPJM, t. IV, p. 155-156, con referencia a que Loewy tiene en su casa obras de Picasso, Miró, Dufy... Una fotografía de p. 101 muestra una pared en la que se reconoce una obra de Miró, fechable por el estilo espontáneo hacia 1949.
[13] Dennis Adrian. Private Treasures, Public Spirit. *<Art in Chicago 1945-1995>. Chicago. Museum of Contemporary Art (16 noviembre 1996-23 marzo 1997): 71 (col. Neuman), 72 (col. Shapiro), 72 (col. Zeisler).
[14] Craipau, Maria. Entrevista. Tels quiils sont: Arthur Honegger nous dit: “La musique se meurt”. “Franc-Tireur” (27-IV-1954). Col. FPJM, t. V, p. 62.
[15] Montigny, Serge. Lise Deharme vend le fauteil de messe noire dAnatole France. A lHotel Drouot. “Combat­“ (4-III-1953). Col. FPJM, t. IV, p. 172.
[16] Anónimo. Galleries List Auction Items For This Week“Herald Tribune”, Nueva York (5-IV-1953). Col. FPJM, t. IV, p. 177. Se refiere a una subasta en Parke-Bernet Galleries el 8-IV.
[17] Anónimo. Amérique. “Arts” (21-V-1952). Col. FPJM, t. IV, p. 71.
[18] Anónimo. “Illustrated London News”, Londres (24-X-1953). Col. FPJM, t. V, p. 23.
[19] Genauer, Emily. Cézanne, 2 Matisses Go to Museum. 6 Gifts Include A Klee, a Miró. “New York Herald Tribune” (3-VIII-1955). Col. FPJM, t. VI, p. 5. / Anónimo. Gift to New York Museum. “The New York Times” (5-VIII-1955). Col. FPJM, t. VI, p. 5.
[20] “M.R.”. … De Carcasonne. L’art moderne au Musée des Beaux-Arts. “Arts”, París (13-IV-1951). FPJM, t. III, p. 163.
[21] Boudaille, Georges. La reproduction en coleurs (III) avec la carte postale “Nomis”. “LActualité Artistique Internationale” (27 diciembre 1952-3 enero 1953). Col. FPJM, t. IV, p. 157. Editions Nomis publica hasta 100.000 copias de 700 obras de arte de Miró, Klee, Kandinsky, Magnelli, Degas, Renoir...
[22] La firma norteamericana Fuller Fabrics (Nueva York), y la famosa diseñadora Claire McCar­dell convencieron en 1955 a varios famosos pintores mo­der­nos (Miró, Picasso, Braque, Chagall, Léger y Dufy; y la sucesión Klee), para usar obras suyas como motivos decorativos en el diseño de vestidos. Miró, como los otros, posará en su ta­ller de Barcelona con una mo­delo, la británica Margaret Philips, vesti­da con una tela según un diseño mironiano, basado en los motivos de las Conste­laciones. La estampación se realizó en 1955. [Anónimo. New fabrics put modern art in fas­hion. “Li­fe” (14-XI-1955) 140. El resultado se contempla en un reportaje de Anónimo. New Fabrics Are Woks of Art. “Globe-Democrat”, St. Louis (13-XI-1955). Col. FPJM, t. VI, p. 15, y en una serie de recortes publicitarios [Anónimo. Het een Schilderijke. “ABC”, Bruselas (3-III-1956). Col. FPJM, v. VI, p. 50, y en especial (14-VIII-1956). Col. Miró] En cambio, pensamos que es dudoso que pertenezca a Miró el diseño aparecido en el artículo de Anónimo. Astrattismo. “Nazione Sera” (12-XI-1955). Col. FPJM, t. VI, p. 18, que reproduce como original suyo un cuadro titulado Figure Danzanti que no consta en el catálogo razonado de Miró; probablemente sea un diseño inspirado en motivos mironianos. En un artículo de Jaime Arias, No todo es palabrería, en “Destino” (16-VII-1955), Col. FPJM, t. V, p. 168, se refiere que participó en el proyecto la cronista de moda Sally Kirkland, y que previamente había hecho lo mismo con Picasso. Esta experiencia en diseño le gustó a Miró, que declaró en 1958 que él podría pintar (decorar) un frigorífico y un automóvil (un Buick, en concreto), recogiendo la idea de la General Motors de decorar sus frigorí­ficos con obras de pintores, en una campaña publicitaria. Pi­casso, en cambio, manifestó que un frigorífico había que pin­tarlo sólo de blanco. [Miró. Declaraciones. “L’Express” (15-V-1958)]. Añadamos que el uso de diseños e imágenes dadaístas y surrealistas en la moda lo inició en los años 20 y 30 la famosa modista Elsa Schiaparelli (1890-1973), que tuvo como más famosos colaboradores a Jean Cocteau y Dalí, pero no tuvo relación documentada con Miró. [Alexandrowitch, Silvia. La mujer surrealista. “El País Semanal”, especial Moda (1-X-2006) 113-120.]
[23] En 1955 participó en un re­porta­­je gráfico, en el que explicaba que de Barcelona apreciaba particularmente las Ram­blas, la arqui­tec­tura gótica de las Drassanes y la sala del Tinell, la peque­ña iglesia romá­nica de Sant Pau del Camp... Aparece la úl­tima foto­gra­fía conocida de su taller de Pas­satge del Crè­dit, demasiado pe­queño sin du­da: todo está lle­no de cuadros, de los que tenía nueve en pre­para­ción; uno de ellos de gran forma­to, con sus manos impre­sas en blanco. [Miró. Declaraciones. Miró vous montre Barcelone. “Vendre” (V-1955) 52-59].       
[24] Cirici. Miró-Mirall. 1977: 139 y ss. 

OTRAS FUENTES.
Arte Miró. Biografía (1951). Joan Miró en 1951.*
Arte Miró. Biografía (1952). Joan Miró en 1952.*
Arte Miró. Biografía (1953). Joan Miró en 1953.*
Arte Miró. Biografía (1954). Joan Miró en 1954.*
Arte Miró. Biografía (1955). Joan Miró en 1955.*

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