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jueves, enero 23, 2025

Joan Miró en 1921.

Joan Miró en 1921.

En 1921 continúa la oleada de violencia social en Cataluña y en el resto de España, cuyo presidente del Gobierno, el reformista moderado Eduardo Dato, es asesinado el 8 de marzo por tres anarquistas catalanes; su hija María Isabel Dato, residente en París y duquesa de Dato desde 1925, promocionará a Miró años más tarde, hasta su fallecimiento en 1937. Se produce en el verano el terrible desastre de Annual (el campamento cae en manos rifeñas el 22 de julio), en el que el ejército español en Marruecos se hunde ante una ofensiva rifeña; a medio plazo será una de las causas de la Dictadura de Primo de Rivera.
Alcanza su cenit en Madrid el ultraísmo, un movimiento poético en el que varios de sus miembros (Guillermo de Torre, Juan Larrea, el vibracionista afín Vicente Huidobro) favorecerán a Miró en sus escritos. El “retorno al orden” artístico campa por París: Alexander Bernheim expone en su galería parisina Bernheim-Jeune a Dufy y Van Dongen, y el dadaísmo se desinfla, aún inadvertidamente para sus seguidores.


Calle Perot lo lladre, en Barcelona. Miró tuvo aquí su taller a principios de 1921. El nombre de esta callejuela procede de un famoso bandolero del siglo XVI, que aparece en El Quijote de Cervantes. 

Miró en enero y los primeros días de febrero de 1921 todavía vive y pinta en Barcelona, en el taller que Dalmau le ha prestado en la calle Perot lo Lladre, donde acaba a finales de enero La mesa (Bodegón con conejo) (1921).[1] Parte hacia el 8-10 de febrero hacia París[2], aunque antes, el 11 de febrero[3], visita con Espinal el Musée Ingres, en Montauban, donde admira la obra clásica de uno de sus pintores más admirados entonces.


El hotel Innova de París. Su numeración ahora es el 32 del boulevard Pasteur.


El antiguo hotel Namur en la rue Delambre del barrio de Montparnasse, hoy retitulado hotel Delambre, y también ha cambiado su numeración al 35.

A mediados de febrero llega a París[4], donde se aloja en el hotel Innova, 23 boulevard Pasteur[5], hasta que en mayo se traslada al hotel Namur, rue Delambre, 39, donde está con seguridad el 7 de junio[6], permaneciendo en París hasta el 12 de junio.


París en 1920.

Miró pasa así el final del invierno y la primavera de 1920-1921 en París. Es una experiencia bien diferente de la primera estancia, porque ahora viene decidido a pintar y abrirse camino en la capital. Dupin (1993) cuenta que va ‹‹esta vez en serio, es decir, para vivir y trabajar, conocer gente interesante, medirse con escritores y artistas.››[7]
La fuerza de su determinación lo prueba que contaba con sólo 100 pesetas en el banco, lo que le quedaba de las 1.000 pesetas de Dalmau, así que dependía de la ayuda de sus padres. Le explica a Ricart este año: ‹‹Le he cedido todos mis cuadros a Dalmau por mil pesetas con la condición de que organice una exposición en París. Quiero vivir el menor tiempo posible con la pensión que me da la familia, cosa que me repugna bastante. Me basta un poco de dinero para el viaje y para los dos primeros meses en París. Pasado ese plazo, me las arreglaré como pueda.››[8] Evidentemente, contaba con que la exposición que preparaba en París tuviera éxito. Dupin apunta: ‹‹Y, en efecto, se las arregla como puede, aunque más bien mal. Encuentra una habitación en el hotel Innova del boulevard Pasteur, pero no un taller. Tímido, torpe, distraído, le cuesta muchísimo adaptarse al nuevo ambiente.››[9]


Pablo Gargallo.

Gracias a Pablo Gargallo, a los pocos días consigue un taller en el 45 de la rue Blomet, en el célebre Montparnasse de la orilla izquierda del Sena.[10] El escultor, casado con una francesa, pasaba el invierno en Barcelona, donde era profesor, y conocía a Miró por sus contactos barceloneses —muy probablemente Artigas[11]—, así que le realquiló el 22 de febrero de 1921 su taller durante la estación (volverá a hacerlo el siguiente invierno y seguirá hasta 1927 salvo un intervalo en el invierno de 1921-1922[12]).
Dupin (1993) apunta:
‹‹La solidaridad catalana va a ponerse en marcha y Miró encontrará un taller. Gargallo, el escultor, le cede el suyo durante los meses de invierno, mientras enseña en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Aunque siga viviendo en el hotel, Miró podrá dejar allí sus telas, sus pinceles y sus colores. Está en el número 45 de la rue Blomet, que se hará célebre, en la orilla izquierda del Sena, detrás del barrio de Montparnasse. La instalación en la rue Blomet marca para Miró el verdadero comienzo de la vida parisién y el descubrimiento de su mundo singular. Conoce a los pintores y, sobre todo, a los escritores que se convertirán en sus amigos más fieles.››[13]
Pierrette Gargallo, hija del escultor, recuerda con precisión que sus familiares le contaron que, hacia 1923-1924, Miró pagaba su parte del alquiler del taller de la rue Blomet, compartido con Gargallo, a la madre de éste (que vivía entonces en Barcelona), que se lo pasaba al propietario, y a continuación la mujer, que vivía en París con otro hijo, le invitaba a cenar un plato de carne pues le veía famélico, mientras que él le ofrecía a cambio el presente de una obra que ella sistemáticamente rechazaba. Muchos años después, Miró, agradecido, todavía le preguntaba a Pierrette por su abuela materna.[14]
Si hubo un tiempo de penuria fue éste de los primeros meses en su taller de la rue Blomet, que le cede temporalmente Gargallo. Miró recuerda en un escrito, con un deje de añoranza tanto como de pena aquellos duros tiempos en París, pasando frío y mal alimentado, aunque no llegara al hambre: ‹‹Eran tiempos muy duros. Los cristales del atelier estaban rotos y yo no tenía dinero para reponerlos; la estufa, que compré por 45 francos en el Marché aux Puces, no quería encenderse ni cuando tenía con qué. Pero el estudio estaba muy limpio: yo mismo realizaba todas las tareas domésticas. Como era muy pobre, sólo comía caliente una vez por semana. Los demás días comía pan con higos secos y mascaba goma.››[15] Le explicó a Permanyer sobre sus padecimientos en París: ‹‹(...) quan seia a la terrassa d’un bar, només prenia durant tota la tarda un “café à la crème”, ja que era el més barat de tota la carta de preus. També massegurà que mastegava goma per enganyar la gana. (...)››[16] 
Malet (1983), en base a sus declaraciones, resume los avatares de esta segunda estancia:
‹‹El primer viaje a Paris fue estrictamente de tanteo. A fines de 1920 realiza un segundo, y ahora ya consigue encontrar un taller. Como Pau Gargallo, que es profesor de la Escola de Belles Arts de Barcelona, sólo puede pasar en París los veranos, llega a un acuerdo con Miró, quien de este modo podrá ocupar su taller de la rue Blomet, número 45, durante los inviernos, para regresar a Mont‑roig con la llegada del buen tiempo. La situación de Miró es realmente precaria. Su familia le ayuda, aunque él se resiste. Mantiene un régimen de estricta austeridad y sólo realiza una comida de cierta entidad a la semana. Lo que tenía en el estudio ‑una sartén, un sofá y una silla- lo había comprado en el Marché aux puces. Sin embargo, todos conocen y elogian la pulcritud y el orden imperantes en él. Miró era incapaz de trabajar sin este requisito.››[17]


Maurice Raynal.

Miró, al mismo tiempo, profundiza su amistad con Maurice Raynal —entonces, además de escribir la mayoría de las monografías y los catálogos para la Galerie de l’Effort Moderne de Léonce Rosenberg, colabora frecuentemente en “L’Esprit Nouveau” y es un defensor apasionado del purismo de Ozenfant, Le Corbusier y Léger, hasta el punto de escribir la presentación de la muestra de los dos primeros en la Galerie Druet en enero de 1921, y es un puente fundamental entre los artistas jóvenes que llegan a la ciudad y los galeristas y marchantes parisinos—, con quien se reúne el 21 de febrero para preparar su exposición parisina, y que le presenta poco después al escritor católico Pierre Reverdy[18] y a otros amigos y conocidos. Y recibe a su amigo Picasso el 22 de febrero en el Innova, que le ofrece mediar ante los marchantes.[19]

Gracias a esta relación con Picasso y Raynal, le visitan poco después los galeristas Paul Rosenberg (el 26 de febrero) y Daniel-Henry Kahnweiler (en una fecha desconocida), ya en el taller que ha alquilado a Gargallo cuatro días antes.[20] Miró dice que: ‹‹Fue allí donde recibí la visita de Paul Rosenberg. Picasso y Maurice Raynal le habían hablado de mí.››[21]

De este modo Miró da sus primeros pasos, todavía infructuosos, entre los grandes marchantes parisinos.


Paul Rosenberg, posando con un cuadro de Matisse.

El rechazo de Paul Rosenberg tenía una galería independiente de su hermano Léonce desde 1919 y contará entre 1923 y 1930 con el apoyo de otro gran marchante parisino, Georges Wildenstein (el promotor de la influyente revista “Beaux-Arts”), en la sucursal de éste en Nueva York se explica probablemente porque mantenía la línea de contratar unos pocos artistas muy reconocidos como vanguardistas, tales como Picasso, Matisse, Marie Laurencin, Braque y Léger, en la que Miró no tenía cabida con su obra de estilo realista detallista de estos años.


Daniel-Henry Kahnweiler. Está sentado a la izquierda.

El rechazo de Kahnweiler, en cambio, puede basarse en que había vuelto hacía muy poco (en febrero) a París después de su exilio suizo en Berna —el gobierno francés le había confiscado, como a Wilhelm Uhde, toda su colección— y, junto a su socio André Simon, estaba inmerso en recuperar para la Galerie Simon a sus artistas de antes de la guerra (Picasso, Braque, Derain, Gris, Léger) y buscaba añadir otros, pero se decantaba por los cubistas y no tenía suficientes medios para todos los que le gustaban, y, así, sólo aceptó a un futuro surrealista, Masson, que en vano le pidió que ayudase también a Miró.[22]
Otro motivo para que no aceptaran a Miró era común a ambos marchantes: el mercado del arte sufría en 1920-1923 una crisis y se preferían los valores ya reconocidos y seguros. Por contra, cuando el mercado goce un enorme boom desde mediados de los años 20, veremos cómo Miró recibe de inmediato el apoyo durante un tiempo de Léonce Rosenberg y el más sostenido de Pierre Loeb.


Max Jacob, en los años treinta. 

Tal vez el primero de sus nuevos amigos fuera Max Jacob —a quien es posible que hubiera conocido sólo superficialmente en 1917 gracias a Dalmau[23]—, que será quien le presente a Masson y así le introducirá al círculo de la rue Blomet y al trato con escritores vanguardistas como el dadaísta Tristan Tzara. Miró recuerda que comenzó su relación con Jacob a principios (marzo) de 1921, cuando el escritor le visitó a su taller:
‹‹A Max Jacob lo conocí en el estudio de Gargallo. (...) Max Jacob también era amigo de Dalmau. Vivía en una sórdida habitación del número 17 de la rue Gabriel, al final de Montmartre. Aunque yo le visitaba allí, él solía citarnos a las siete de la mañana, en un café de barrio, cuando venía de misa y de comulgar. Eran los días de su conversión. (...) También, una vez por semana, solíamos organizar una gran reunión en el Café Savoyarde, en Montmartre, en una gran terraza desde la que se divisaba todo París. Aquellos fueron los días de mayor contacto y amistad con los poetas franceses.››[24]
Una carta de Jacob a Miró del  29 de mayo de 1922 nos informa sobre su amistad y su círculo de amigos:
‹‹Très cher Miró.
C’est vrai qu’eu ce temps d’ébauches ou apprècie pas assez um travail fini. Même les gens qui sont consciencieux se depechent bien vite d’être consciencieux. Les cubistes indiquent à la hâte leur science et pardessus leurs constructions passent un bavigeon de grâce. Ce que j’ai vu de vous marque un tempérament de primitif savant qui m’a enchanté, um veritable amour de la nature et des réalités solides solidement peinte et qui n’exclut pas du tout la fantaisie, loin de là. Je suis bien content que vous ayez fait une grande oeuvre. J’attends beaucoup de vous et je ne suis pas le seul à l’attendre. Vous êtes d’une génération que les cubistes ont instruit mais qu’a su en sortir. Votre génération donnera de grandes choses. Nous avons souffert beaucoup, sachez le, mais il y a beaucoup d’informe dans ce que nous avons produit dans notre jeunesse. Vous autres, vous profitez de nos exemples. J’ai aussi grand confiance dans Masson; il est très intelligent et il a un tempérament d’artiste fort et gracieux. Il travaillera. L’essentiel est qu’il arrive à arrangéer sa vie d’abord. Tual est mon ami et je l’aime profondèment. Il faut qu¡il se simplifie beaucoup. Il a du talent.
Croyez à mon admiration et recevez ma meilleur poignée de mains.
J’ai tardé à vous répondre parceque j’étais en Bretagne che ma mére. Je suis arrivé hier et j’ai trouvé votre lettre. Envoyez moi vite la photo.
Ce sera un très grand peintre. Masson. Qu’il reste un très honêtte homme, c’est la première condition d’un grand artiste.››[25]


André Masson en 1931.

En cuanto al primer encuentro con André Masson puede datarse probablemente hacia marzo o, más tarde, en la primavera de 1921 (la fecha más tardía e improbable sería abril de 1922), presentados por su mutuo amigo Max Jacob en el Café Savoyarde, cuando además descubren que son vecinos en la rue Blomet.[26]
Por los recuerdos coincidentes de ambos se sabe cómo fue: Masson le pregunta donde vive y Miró le contesta que ‹‹en el 45, rue Blomet››, el francés se sorprende y le replica divertido que él también.[27] En una entrevista, Masson (1955) confirma esta versión del primer encuentro con Miró, pero atrasa su encuentro a 1922 (pone ese año porque recordaba por un error de memoria que el taller lo había alquilado entonces, pero es seguro que lo tenía desde 1921): ‹‹Max (Jacob) lui-même tenait salon, si l’on peut dire, mais à “La Savoyarde”, un café de Montmartre, les mercredis si je me souviens bien. Là j’ai fait connaissance de Miró, qui venait de louer un atelier rue Blomet au moment où, sans le savoir, je louais l’atelier voisin. Nous étions tous deux parfaitement inconnus à Paris. C’était vers 1922.››[28]


La terraza del café de "La Savoyarde" hacia 1890. A la derecha, las escaleras del Sacre‑Coeur.

Masson confirma, tres años después (1958), cómo fue este primer encuentro, aunque ahora duda en fecharlo entre 1922 y principios de 1923:
‹‹Yo iba regularmente a las reuniones de Max Jacob (...) no pueden llamarse reuniones (...). Max Jacob vivía en una especie de mazmorra, en la calle Gabrielle (...). (Pero tenía un salón! Ese salón era el Savoyarde, un enorme café que hay al pie de las escaleras del Sacre‑Coeur. Pues bien, encontraba a mucha gente en dichas reuniones, digamos en aquellos miércoles, los miércoles de Max Jacob, que hacía de ama de casa y recibía como un animador de revistas (...). Y allí encontré un día a Joan Miró, tan desconocido como yo mismo. (...) [Masson duda entre 1922 y principios de 1923] Miró me dice que es pintor. Yo le digo que voy a dejar Montmartre porque acabo de alquilar un taller en el número 45 de la rue Blomet. Y él me responde: “¡Que curioso! Yo también acabo de alquilar un taller en esa calle. Seremos vecinos”. Y allí se produjeron otros encuentros curiosos [se refiere a los demás miembros del grupo]. Todo esto parece providencial.››[29]
Miró (1948), por su parte, recuerda que le conoció cuando pintaba La masía (1921-1922) y el impacto que le produjo él y su círculo de amigos poetas: ‹‹En la época que estaba pintando La ferme, durante mi primer año en París, tenía el estudio de Gargallo. Masson estaba en el estudio conmigo. Masson siempre fue un gran lector y estaba lleno de ideas. Entre sus amigos estaban prácticamente todos los jóvenes poetas del momento. Los conocí a través de él. (…)››[30] Y en otra entrevista de 1962 data su encuentro alrededor de 1922.[31]
Teniendo en cuenta estos recuerdos que apuntan a 1921 y 1922 y que el nombre de Masson no aparece en su correspondencia de estos años, podemos suponer que es muy probable que se conocieran en 1921, pero que su amistad se consolidó en 1922 y que su participación activa en el grupo de la rue Blomet fue más intensa durante 1923-1924, los dos años de más actividad del grupo.

Al mismo tiempo que gana amigos franceses, más vanguardistas, Miró se distancia de la mayoría de sus antiguos amigos catalanes residentes en París, mucho más conservadores, y concretamente de la pareja que formaban Ricart y Ràfols[32], así como de Artigas[33] y de Domingo Carles[34]… En medio de este intenso proceso vital y de maduración estética, y pese a su reciente fracaso en Barcelona, en 1921 era muy consciente de su superioridad artística sobre sus jóvenes compatriotas catalanes en París, de los que además se estaba separando con rapidez por motivos ideológicos.[35]
Miró le escribe a Dalmau: ‹‹Todos los compañeros de aquí han subido: Ricart, Mercadé, Togores (que ya está classé) [situado], sólo yo, que todos dicen que tendré un gran éxito, y que soy el más pintor, por contradicción estoy como antes, por detrás de mucha gente inferior a mí.››[36] Le había escrito a Ràfols ya en agosto de 1919, en medio de un ambiente de lucha feroz, que renegaba de los jóvenes artistas que temen caer luchando en París y se conforman con el relativo, raquítico triunfo alcanzado entre el público barcelonés y su provinciana crítica: ‹‹Jo renego dels que temen caure lluitant i s’acontenten del relatiu, migradíssim triomf, tingut entre quatre imbècils de Barcelona››.[37] Frases muy duras, que entonces Miró no comprendía que podían indisponerle con sus amigos catalanes si estos más tarde renunciaban al durísimo camino de París. En sus cartas de ese verano les apremiaba a ir a París, no como espectadores, sino como luchadores.[38]
Pero la mayoría de sus antiguos amigos se conforman con una breve experiencia parisina para aprender y se vuelven a Barcelona, y les produce primero desconcierto y luego animadversión la exigente dureza de su amigo. Particularmente grave es la ruptura, hacia marzo, de su larga relación de amistad con Ricart, al que volverá a ver sólo esporádicamente en el futuro. Su enfrentamiento probablemente se debe a que Ricart defiende un estilo siempre fiel a la figuración novecentista, y a que mantiene una posición católica integrista mientras que Miró ha evolucionado pronto en París hacia posiciones más vanguardistas en el arte y más moderadas respecto al catolicismo. Ricart ataca ya desde finales de 1920 a Miró, mientras que Ràfols todavía le defiende en febrero de 1921 en una carta de respuesta a Ricart: ‹‹(...) Permet’em que insisteixi en considerar les teves apreciacions sobre les pintures d’en Miró d’una intolerància injusta. Tal vegada el darrer quadro que en Miró ha fet podrà modificar el teu judici. Jo admiro a en Miró com admiro a molts altres artistes aparentment molt distints d’aquest esforçat pintor››.[39]
Pero poco después, en ese mismo 1921, Ràfols le escribe a Ricart su primera carta desdeñosa respecto a su amigo: ‹‹Miró era un chico con grandes condiciones para la pintura, pero ahora comienza a ser víctima de esta pandilla de espabilados que mueven los hilos en París››.[40] Apunto que la ruptura con sus amigos catalanes tiene además probablemente un componente personal de envidia por la seguridad que sentía Miró en su obra y que se manifiesta en una broma pesada que le gastaron apoyándose en la ingenuidad y la alta autoestima de Miró.[41]


Miró. Bodegón del guante y el periódico (1920-1921).


Miró. Retrato de una bailarina española (1921).

Entretanto, pinta en el taller de la rue Blomet Bodegón del guante y el periódico (1920-1921) y Retrato de una bailarina española (1921).[42]
Antes del 10 de marzo Dalmau llega a París, para preparar la exposición en La Licorne.[43] Las negociaciones para esta exposición se completan antes del 20 de marzo.[44] El 26 de abril Dalmau escribe desde Barcelona para los arreglos finales.[45] Y poco después, antes del 29 de abril, Dalmau ofrece el Autorretrato (1919) a Picasso, que lo incorpora a su colección.[46] Picasso lo había admirado al parecer en el *<XIII Salon d’Automne> del Grand Palais (15 octubre-12 diciembre 1920) y se lo pidió a Dalmau, que se lo regaló para favorecer el prestigio de su protegido en París, y en la exposición de la Galerie Licorne el cuadro fue colgado con la cartela de que pertenecía a Picasso, lo que sin duda era una excelente publicidad.
Miró probablemente asiste entonces a los actos dadaístas, como uno muy publicitado entonces, la Grande Saison Dada, el 14 de abril de 1921; o la *<Exposition Dada> (3 mayo-3 junio 1921), en la que Max Ernst presenta sus obras, aunque al parecer todavía no se conocieron entonces. Es muy posible que también visitase la mayor exposición dadaísta entonces reunida, el *<Salon Dada, Exposition Internationale>, en la Galerie Montaigne (6-30 junio) con 81 obras de Arp, Aragon, Éluard, Péret, Man Ray, Tzara...

El 29 de abril se presenta la primera exposición individual de Miró en París, en la Galerie La Licorne, en la rue Boétie 110, organizada por Dalmau y con un prefacio escrito por Maurice Raynal. La rue Boétie era famosa por albergar las mejores galerías especializadas en arte moderno, las de Paul Rosenberg, Georges Wildenstein, Étienne Bignou, Josse Hessel, Paul Guillaume o Henry Barbazanges. Incluso Picasso vivía desde 1918 en el número 23. Poner el pie en el epicentro del arte era un paso decisivo en la carrera de Miró, quien le escribe enseguida a Dalmau: ‹‹(…) ¡Por fin ya tenemos abierta la exposición! Yo estoy contentísimo con la inauguración. Vino gente de importante representación dentro del mundo del arte y a todos les interesó mucho (…) Ya ve el comienzo no puede ir mejor.››[47]
Pese a las esperanzas del vernissage y a las en general halagüeñas críticas aparecidas en los días siguientes, sufre un desastre total por el lado de las ventas. Las obras, que inicialmente eran propiedad de Dalmau, se las quedó Maurice Girardin, un coleccionista que era el propietario y director de la galería, y luego las comprarán sus marchantes Pierre Loeb, Pierre Matisse, o menos probablemente, el mismo Dalmau.[48]
El fracaso de la exposición en La Licorne afectó profundamente a Miró, tal vez tanto como el desastre de la primera muestra individual de 1918. Contará que esta época de 1921 fue una de las más difíciles de su vida, pues pasó auténtica necesidad, porque se negaba a pedir dinero a sus padres y para tranquilizarles les mentía, diciendo que vendía cuadros.[49] ‹‹Sí, después de la primera exposición de París; tuve orgullo de no aceptar ayuda de mis padres y les dije que me iba muy bien. [Sufrió entonces vacilaciones sobre su camino] Más que discusión, vacilaciones antes de continuar;››.[50] Miró, empero, recordará años después sus primeros tiempos de zozobra en París con orgullo. Lo más importante fue que tras la decepción de esta exposición, Miró volvió a replantearse su obra. Parece por un tiempo indeciso entre tantas influencias, tantos caminos abiertos, pero no parará hasta independizarse de los cubistas, fauves... Le refuerza en su voluntad de independizarse de las escuelas, alejarse de los encasillamientos. Miró declara en 1931:
‹‹A París era preciso ir como luchador y no como espectador de la lucha, si se quería hacer alguna cosa. (...) [Después del fracaso de “La Licorne”] vino una nueva época de silencio. Otra época muy dura de la que salí con una evolución muy lenta y muy penosa, sudando sangre, para llegar a otra época muy minuciosa y detallista. Después vino una reacción violenta y quise ir más allá de la pintura. Toda la historia de mis esfuerzos está en estas reacciones, que continúan a pesar mío, y con una precisión matemática, las acciones que yo intento.››[51]
Como indica Lubar[52], su segunda estancia en París le benefició notablemente como artista: no sólo había conseguido relacionarse con nuevos artistas y críticos de arte, sino que su relación y aprendizaje con Picasso y los puristas habían consolidado su dominio de la estructura formal, de la abstracción y de los signos visuales, en el sentido de madurar una gran capacidad de selección de lo importante o esencial del objeto representado.
Greenberg (1957) explica al respecto: ‹‹Como cualquier otro estilo auténtico, el cubismo tenía sus propias leyes internas de desarrollo, que en los últimos años veinte parecían empujarle hacia la abstracción. Mondrian extrajo las consecuencias finales de esta tendencia, mientras Klee y Miró fueron capaces de producir en el mismo período un arte de originalidad sustancial renunciando no a la naturaleza en cuanto tal, sino a su integridad.››[53]
Al mismo tiempo, empero, Miró seguía estando unido a la tradición catalana, a su formación anterior, como una firme base sobre la que edificar un estilo propio, y no una pálida imitación de los nuevos movimientos parisinos. Al igual que su primer fracaso en Barcelona, el primero en París también le incentivó a fin de cuentas.

Miró, frustrado y desfallecido, vuelve a Barcelona hacia el 12-13 de junio de 1921.[54] Su madre, al verle, se echó a llorar: ‹‹¡Qué delgado vienes, hijo mío!››[55] Tras pasar unos días con su familia, marcha a Mont-roig, donde estará casi medio año, desde el 27 de junio[56] hasta probablemente finales de diciembre.[57]
En este semestre sigue pintando (a partir de unos apuntes previos de 1920) La masía, que le exigirá, según su confesión, nueve meses y acabará ya en 1922 en París.[58] También pinta otro paisaje, de título desconocido.[59]
Mientras Miró trabajaba tranquilo en Mont-roig durante la segunda mitad de 1921, sus contemporáneos afilaban sus armas en los grandes debates intelectuales. En París el movimiento dadaísta se estaba deshaciendo a ojos vista: su anti-todo ha derivado ineluctablemente en anti-dadaísmo. Hacia finales de 1921 ha prácticamente fenecido por implosión. Aragon fecha el fin de Dadá en octubre de 1921, cuando Breton se separa del movimiento, culminando un proceso de disidencia.[60] Breton y sus compañeros evolucionaban desde meses antes hacia un compromiso político más explícito y en el artículo L’Affaire Barrès, aparecido en el nº 20 (VIII-1921) de “Littérature”, último de la primera etapa, lanzan una feroz diatriba contra el nacionalista integrista Maurice Barrès.[61] En Barcelona los conservadores Foix, Junoy, Ràfols, Ricart... se ponen de parte de Barrès, mientras que Miró, Pla, Gasch y otros más o menos conservadores, pero en todo caso más abiertos, se decantan por un equilibrio, entre la crítica y la moderación.

NOTAS.
[1] Carta de Miró a Ràfols (28-I-1921) BC. [Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 204 (n. 2). / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 125 y 130. / reprod. Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 48.] Carta de Miró a Ràfols (15-VIII-1921) BC. [Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 204 (n. 2). / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 125. / reprod. Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 52.]
[2] Carta de Miró a Ràfols (28-I-1921) BC. [Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 204 (n. 2). / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 125 y 130. / Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 48.] Apunto aquí el magnífico trabajo de Martí Rom sobre la estancia de Miró en París, con imágenes. [https://ressomont-rogenc.cat/wp-content/uploads/2018/07/20180720-Miró-a-París-2.pdf]
[3] Postal de Miró y Espinal a Ràfols. Montauban (11-II-1921) BC. [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 131. / reprod. Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 49.]
[4] Rowell la data en fechas distintas. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 24, a finales de marzo. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 32, a finales de febrero. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 44, idem. ] Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 204-205 y n. 5, apunta una postal de Ricart a Ràfols. París (10-III-1921) BC en la que menciona que ha comido con Miró y Dalmau. Lubar reconstruye con la carta anterior de Miró a Ràfols (28-I-1921) BC, que Miró partió hacia el 8-10, pasó por Montauban el 11, y llegó poco después a París. Es la opinión que sigue Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 133, que data la llegada después del 11 de febrero. Compartimos este criterio, porque además hay una correspondencia de Picasso a Miró en París con fechas (14-II-1921) y (21-II-1921) y una carta de Paul Rosenberg a Miró (24-II-1921), las tres de col. FPJM. Todo indica que Miró llegó antes del 14, tal vez el 12 para facilitar así que contactara con Picasso el mismo 12 o el 13 de febrero.
[5] La dirección se colige de una nota de Miró a Picasso, en París, 23 Rue de la Boetie. París, 32 Boulevard Pasteur (s/f, ¿13-II-1921? ¿. [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 134.] Miró menciona que ha llegado el día antes. También una nota de Picasso a Miró, en París, 32 Boulevard Pasteur. París (21-II-1921). [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 135.] Las cartas posteriores son desde esta dirección, en la que estuvo probablemente hasta mayo. [Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): n. 138, p. 348.]
[6] Carta de Miró a Dalmau. París, Hotel Namur, 39, rue Delambre (7-VI-1921). cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): n. 138, p. 348. Hay una carta de Miró a Girardin, fechada un jueves en el hotel Namur, en la que avisa que parte a España el 12 de junio. Carta de Joan Miró al dr. Girardin. Hotel Namur, París (jueves, probablemente 26-V, 2-VI o 9-VI-1921). 1 página. Lote 81 de venta de Livres et Manuscrits de Tajan, París, 17-XI-2015.
[7] Dupin. Miró. 1993: 82.
[8] Carta de Miró a Ricart. París (h. II-1921). Inédita. [Dupin. Miró. 1993: 82-84, 447. / Lax; Bordoy. Cronología, en AA.VV. Miró. Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca. 2005: 512, n. 143.]
[9] Dupin. Miró. 1993: 84.
[10] El edificio fue derruido y en su lugar hay un parque infantil, que preside una copia de la escultura Pájaro lunar del srtista catalán. Miró explicó en 1938 que pasó a trabajar en el taller de Gargallo poco después de la visita de Rosenberg, lo que apunta a que fue a finales de febrero o, más probable, a principios de marzo [Miró. Je rêve d’un grand atelier. “XX Siècle”, v. 1, nº 2 (V-1938) 25-28. cit. Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 161. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 171. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 227.] Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 138, cita a Miró, considera que fue a principios de marzo, y señala que el primer documento que se refiere a que trabaja en el taller de Gargallo es una carta de Miró a Ràfols. París, 32, Boulevard Pasteur (26-III-1921) BC. [Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 50.] Confirma su nuevo taller una carta de Miró a Junoy. París, A45, rue Blomet, chez Mr. Gargallo@ (3-V-1921). [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): n. 138, p. 348.] Sobre el acuerdo de Miró con Gargallo, Umland indica a Dupin. Miró. 1962: 98. / Raillard. Ceci est la couleur de mes rêves. 1977: 67. / Raillard. Conversaciones con Miró. 1993: 80. / Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 24. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 32. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 44. / Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 285. / Jeffett. Chronology. <Joan Miró. Paintings and Drawings 1929-41>. Londres. Whitechapel Art Gallery (1989): 120. / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): n. 138, p. 348.
[11] Gargallo es entonces profesor en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona y expondrá en 1923 en las Galerías Dalmau. [Vidal i Oliveres, Jaume. Josep Dalmau. Laventura per lart modern. 1993: 69 y 226]. Miró dirá que el intermediario en el alquiler fue su común amigo Artigas. [Permanyer. Joan Miró en aquel París que era una fiesta. “La Vanguardia” (12, 15, 18 y 19-XII-1970)].
[12] La referencia más completa sobre las declaraciones de Miró acerca de sus estancias en el taller de la Rue Blomet es Rubin. <Miró in the collection of The Museum of Modern Art>. Nueva York. MoMA (1973-1974): 109-110, en n. 1. Pero parte del error de que el primer viaje a París sería en 1919 y no cita la correspondencia del artista.
[13] Dupin. Miró. 1993: 84.
[14] Gargallo Anguerra, Pierrette. Declaración a Victoria Combalía. <A Joan Miró. Col·lecció permanent d’art contemporani en homenatge a Joan Miró>. Barcelona. FJM (1986): 63. Miró se refiere a la madre de Gargallo, que le acompañó en su primera visita al taller, en carta de Miró a Dalmau (5 a 10-III-1921). [Santos Torroella, R. 35 años de Joan Miró. 1994: 126-129. / Lax; Bordoy. Cronología, en AA.VV. Miró. Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca. 2005: 512, n. 147.]
[15] Serrano, M.D. Los 75 años de Joan Miró. “Gaceta Ilustrada” 602 (21-IV-1968).
[16] El fotógrafo explica que intentó contactar con él a través de Prats, pero que este, involucrado con Gomis en el fotoscop de Miró, le dio largas, por lo que fue el cineasta norteamericano Bouchard quien les presentó. [Recordant Joan Miró. Conversa entre Lluís Permanyer i Francesc Català-Roca. <Mirar Miró. El Joan Miró de Català-Roca>. Palma de Mallorca. FPJM (1993): 7.]
[17] Malet. Joan Miró. 1983: 9.
[18] El inicio de la amistad de Miró con Reverdy en Dupin. Miró. 1962: 96, sin fecha. / Dupin. Joan Miró. 1993: 84, en 1921. / Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 24, datada en 1921. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 32. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 44. / Hirchsfeld; Lubar. <Joan Miró>. Nueva York. Guggenheim Museum (1987): 250, datada en 1921. / Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 205-206, data en 1921. / Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 348, n. 142. / Lax; Bordoy. Cronología, en AA.VV. Miró. Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca. 2005: 512, n. 151, la datan hacia marzo-abril de 1921, como quizás ocurrió también con Tzara y se basan en Umland y Dupin.
[19] Nota de Picasso a Miró, en París, 32 Boulevard Pasteur. París (21-II-1921), y una carta de Miró a Dalmau. París (viernes, 25-II-1921) [<Miró otro>. Barcelona. Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares (1969)] cuenta que Picasso le ha visitado unos días antes. [ambas cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321, n. 135.]
[20] Carta de Paul Rosenberg a Miró, en París, 32 Boulevard Pasteur. París (24-II-1921) FPJM. Cuenta que Picasso le ha pedido que le visite en su estudio para ver su obra y que espera poder hacerlo el sábado por la mañana, 26 de febrero de 1921. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 24, fecha en 1921 las visitas de Rosenberg y Kahnweiler. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 32. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 44. / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 321-322, n. 136 y 137.] Miró explicó dos veces que Rosenberg le visitó y en la segunda le contó a Raillard que el marchante vio La mesa (Bodegón con conejo) (1920) [Miró. Je rêve d’un grand atelier. “XX Siècle”, v. 1, nº 2 (V-1938) 25-28. cit. Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 161. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 171. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 227. / Miró en declaraciones a Raillard. Ceci est la couleur de mes rêves. 1977: 67. / ambos cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 137.] Sobre Paul Rosenberg véase el cap. 4, titulado Galería Paul  Rosenberg. Arte moderno y degenerado a la venta (69-93), del libro de Feliciano, Hector. Le Musée disparu. Enquête sur le pillage des oeuvres d’art en France par les nazis. Austral. París. 1995. 250 pp. The Lost Museum: The Nazi Conspiracy to Steal the World’s Greatest Works of Art. Basic Books. Nueva York. 1997. 278 pp. El museo desaparecido. Destino. Barcelona. 2004. 391 pp.
[21] Miró. cit. Melià. Joan Miró, vida y testimonio. 1975: 139. Miró informa que Raynal le presentó a Kahnweiler, después del 11 de febrero de 1921, en una carta a Dalmau. París (5 a 10-III-1921). [Santos Torroella, R. 35 años de Joan Miró. 1994: 126-129. / Lax; Bordoy. Cronología, en AA.VV. Miró. Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca. 2005: 512, n. 147.]
[22] Didier Ottinger. André Masson en el filo de la navaja (Los primeros años, 1919-1924). <André Masson>. Madrid. MNCARS (2004): 67-68.
[23] Permanyer. Miró. La vida d’una passió. 2003: 48, parece sugerir que Dalmau le presentó a Max Jacob en París. Pero es probable que ya lo hiciera durante las visitas de éste a Barcelona en 1917.
[24] Melià. Joan Miró, vida y testimonio. 1975: 144. La primera fuente primaria es una carta de Miró a Ràfols. París, 32, Boulevard Pasteur (26-III-1921) BC. [Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 50.] ‹‹(…) He conocido mucha gente, me he hecho muy amigo de Max Jacob.››
[25] Carta de Max Jacob a Joan Miró. (29-V-1922). [Jacob, Max. Antología: Una carta inédita de Max Jacob a Joan Miró. “Cobalto”, 3 (1950) 3. FPJM H-3714.]
[26] Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 144, resume el estado de la cuestión sobre el primer encuentro Miró-Masson. Frances Beatty considera que Masson se trasladó al taller de la rue Blomet a finales de 1921. [Beatty. André Masson and tje Imagery of Surrealism. Tesis doctoral. Columbia University. Nueva York. 1981: 64.] En cambio, Miró recordaba que Masson ya estaba allí cuando comenzó a trabajar en marzo en el taller de la rue Blomet [Miró. Je rêve d’un grand atelier. “XX Siècle”, v. 1, nº 2 (V-1938) 25-28. cit. Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 161. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 171-172. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 227.] El mismo Masson dudada entre 1921-1922 y 1922 o incluso los inicios de 1923. [Will-Levaillant. André Masson: Le Rebelle du surréalisme. 1976: 104-105 (n. 47), 86-88.] y también aporta fechas indeterminadas Dupin. Miró. 1962: 98. Umland propone como conclusión que Masson tenía su residencia en la rue Blomet en la primavera de 1921 y se encontraron por primera vez entonces, lo que concuerda con las opiniones de Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 24, que en sus tres versiones sólo menciona que en 1921 era vecino de Masson. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 32. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 44. / Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 258, 286. Umland considera que su amistad se inició al año siguiente, 1922, cuando ambos tenían ya su residencia en la rue Blomet, de acuerdo a la opinión de Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 285-287. Lax; Bordoy. Cronología, en AA.VV. Miró. Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca. 2005: 512, consideran posible que se conocieran en la primera quincena de marzo de 1921, basándose en Umland, pero también consideran que la amistad nace hacia abril de 1922 [p. 513.]
[27] Miró. Declaraciones en documental de Chamorro. Miró. 1978. nº 54. La escena del encuentro fortuito la describe también el nieto de Miró, que debió tomarla de éste. [David Fernández Miró. Un pintor que aceptó el pulso poético. “La Vanguardia” (6-VIII-1989).] El otro vecino de ambos era un escultor académico de temas históricos, muy correcto en su trato, pero al no que no llegaron a conocer bien.
En sus notas autobiográficas Masson cuenta asimismo su fortuito encuentro con Miró, con el que inició una profunda amistad, así como algunas de sus anécdotas (como la pregunta de si había de ir a ver primero a Breton o a Picabia, la finalización de La masía ante él y Tual) y que ambos se reclamaban como pintores poetas. [Masson. Le rebelle du surréalisme. Ecrits. 1976: 86-88]. También cuenta cómo practicaban boxeo, con Hemingway como maestro. [op. cit. 79]
[28] Anónimo. Entrevista a André Masson. Le Surréalisme et aprés. “L’Oeil” (15-V-1955) 12-17. cit. 13.
[29] Charbonnier, Georges. André Masson. Entretiens. “Les Lettres Nouvelles” (III-1958) 336-352. Col. FPJM, v. VII, p. 67. La cita del encuentro con Miró, en la p. 345, es reprod. en Masson. Entretiens avec Georges Charbonnier. París. 1958: 70-71. cit. Dupin. Miró. 1993: 84. / Masson, André. Remémoration. “Cahiers du Sud”, Marsella (IV-1958). Col. FPJM, v. VII, p. 85, apunta como miembros del grupo de la rue Blomet hacia 1922 a él mismo, Miró, Antonin Artaud, Leiris, Georges Limbour, Armand Salacrou, Roland Tual, Suzanne Roger y André Beaudin.
*<Miró/Dupin. Art i Poesia>. Barcelona. FJM (16 junio-18 octubre 2009). Labrusse, Rémi. 45, rue Blomet (45-57). Sobre la fecunda relación de Miró con los artistas y escritores, aunando la pintura con la poesía y la filosofía, del grupo de la rue Blomet durante cinco años, en 1921-1926, unidos por la coincidencia de que allí tenían sus contiguas viviendas-taller Miró (en 1921-1922 y 1924-1926) y André Masson, en las que recibían a sus amigos —cito por orden alfabético pues las fechas de su entrada al grupo son inciertas Antonin Artaud, Robert Desnos, Jean Dubuffet (muy al final), Max Jacob, Michel Leiris, Georges Limbour, Raymond Queneau, Armand Salacrou y Roland Tual. No cita a los pintores André Beaudin y Suzanne Roger. Entre 1925 y 1926 la mayoría pasarán al grupo surrealista de Breton y Aragon. 
[30] Sweeney, J.J. Joan Miró. Comment and Interview. “Partisan Review”, v. 15, nº 2 (II-1948) 206-212. Reprod. Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 208. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 230. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 293.
[31] Chevalier. Miró. “Aujourd’hui, Art et Architecture” París, v. 7, nº 39 (XI-1962) 6-13. cit. Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 265. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 285. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 353.
[32] El enfriamiento de la amistad de Ricart y Miró lo data Umland hacia el 31 de marzo, cuando Ricart le escribe una carta a Ràfols. París (31-III-1921) BC, en la que caracteriza como arribistas a Jacob, Picasso, Raynal y Reverdy. [Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 206 y n. 11. / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 143.] El distanciamiento de Ràfols parece posterior y menos profundo, pero es patente que su correspondencia va menguando hasta desaparecer.
[33] Podemos comprobar el alejamiento entre Artigas y Miró con una ojeada a la revista “La ma trencada”, dirigida por el galerista Joan Merli, cuyos seis números (1924-1925) tenían una sección artística dirigida por Llorens Artigas y J. M de Sagarra. Artigas, que comenta la obra de muchos jóvenes artistas catalanes, guarda un inquebrantable silencio sobre la obra de Miró, con quien no mantendrá correspondencia. Sus relaciones no se reanudarán hasta 1942.
[34] Domingo Carles (sin relación con Francesc Domingo), se integró en el grupo de los jóvenes artistas catalanes en París y en su libro Memorias de un pintor (1944) evoca recuerdos de Barcelona y París. De Miró cuenta, con cierta malevolencia, que se negó a pasar por debajo del Arco de Triunfo porque todavía no había triunfado su obra. [cit. Junoy, J. M. Un pintor y sus memorias. “La Vanguardia”, Barcelona (1-VIII-1944). Col. FPJM, v. II, p. 142. Lo recoge como una anécdota “patéticamente, cómicamente”.]
[35] Como ejemplo de sus diferencias de fondo, que tarde o temprano debían estallar, Ricart, una vez en París, se sentía cada vez más atraído por la ideología conservadora de la Action Française. Le escribió en 1920 a su amigo Ràfols: ‹‹Cada dia m’interessa més en Maurras›› [Carta de Ricart a Ràfols. París (27 a 28-XI-1920). cit. Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: n. 14, p. 209].
[36] Carta de Miró a Dalmau, en Barcelona. París (5/10-III-1921). en Santos Torroella, R. Unas cartas de Miró a Dalmau. “Kalías”, Valencia, IVAM, 9 (1r semestre 1993). Reprod. en Santos Torroella, R. 35 años de Joan Miró. 1994: 126-129.
[37] Carta de Miró a Ràfols. Mont-roig (21-VIII-1919) BC. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 64. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 75. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 111. / Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 33.]
[38] Carta de Miró a Ràfols. Mont-roig (10-VIII-1919) BC. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 62. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 73. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 109. / Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 32.]
[39] Carta de Ràfols a Ricart (Vilanova, 19-II-1921, BMB). En 1921 ya se relacionan con Mn. Trens (nacido en Vilafranca), que es entonces director del Museu Diocesà de Barcelona y admira l’Auca de la Festa Major de Ricart. Comenta que ha muerto en Pere de Sant Lluc (¿el portero?) y que conoce la llegada a París de Miró y Espinal.
[40] Carta de Ràfols a Ricart (1921). cit. Combalía. Miró, Barcelona y Catalunya: una difícil relación, “El País”, Babelia, (20-III-1993).
[41] Xavier Valls cuenta con bastantes detalles y con fuentes de autoridad que Miró rompió con ellos porque le contaron que cuando se quitaba el sombrero se le veía un halo de luz sobre la cabeza, y tanto se lo repitieron que acabó por creérselo; poco después, fue a la estación de tren a recibir a Joaquim Sunyer, que sentía por él gran afecto y a quien admiraba, y le pidió su opinión, y cuando éste le advirtió del engaño se enfadó con los autores de la broma, entre los que estaba Marià Espinal, que siempre lamentó esa ruptura tan radical y confirmó a Valls el hecho, como también los testigos Joaquim Sunyer, Llorens Artigas y Joan Gardy Artigas (éste por las confidencias de su padre). Por su parte, Valls deja señal de su admiración por Miró: ‹‹Per la meva banda, he de dir que em sembla que aquell halo era més real del que es pensaven el faceciosos, i que apareix en la lluminositat que irradien certes obres d’en Miró...›› [Xavier Valls. La meva capsa de Pandora. Memòries. 2003: 116-117, cit. 117.]
[42] Carta de Miró a Ràfols. París, 32, Boulevard Pasteur (26-III-1921) BC. [Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 50.] Dupin. Miró. 1962: 130, y Doepel. Aspects of Joan Miró’s Stylistic Development, 1920-25. 1967: 25-26, sugieren que Miró se basó para Retrato de una bailarina española (1921) en una fotografía en color. cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 139.
[43] Postal de Ricart a Ràfols. París (10-III-1921) BMB. Menciona que ha comido con Miró y Dalmau. [Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 204-205. cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): n. 140, p. 348.]
[44] Carta de Miró a Joaquim Sunyer. París, 32, Boulevard Pasteur (20-III-1921). [Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 205 (n. 7). / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 348, n. 141.]
[45] Carta de Dalmau a Miró. París (26-IV-1921). Escrita a máquina, sin firma aunque asignada a Dalmau. Col. PMG Foundation. [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 145.
[46] Miró recordaba que Picasso no lo compró, sino que fue un regalo de Dalmau para favorecer la introducción de Miró en París. [Raillard. Ceci est la couleur de mes rêves. 1977: 52. / Raillard. Conversaciones con Miró. 1993: 63-64.] Miró recuerda en esta entrevista que Picasso lo vio en el Salon d’Automne o en la exposición de La Licorne. Pero en esta el cuadro ya fue expuesto ya con el cartel de propiedad de Picasso. [Dupin. Miró. 1962: 87, 91.] Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 258, sugiere que Picasso lo compró a finales de 1920. Cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 146.
[47] Carta de Miró a Dalmau. París (29 o 30-IV-1921). [Santos Torroella, R. Unas cartas de Miró a Dalmau. “Kalías”, Valencia, IVAM, v. 5, nº 9 (1º semestre 1993): 75. / Lax; Bordoy. Cronología, en AA.VV. Miró. Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca. 2005: 513, n. 154.]
[48] Pierre Matisse negoció en 1930 con Girardin (el antiguo propietario de La Licorne) un precio alzado de 1.000 francos, a fin de que éste restituyera todos los cuadros de Miró en su poder. Le pide si está de acuerdo y cómo quiere que se los envíe a Barcelona. Creo muy probable que Dalmau no pudiera pagar ese precio. [Carta de Pierre Matisse a un desconocido, probablemente Dalmau. Barcelona (6-III-1930). Carpeta PMG B, 18, 19, en PML. Copia mecanografiada.
[49] Miró. Declaración en documental de Chamorro. Miró. 1978. nº 54.
[50] Del Arco, Manuel. Entrevista a Miró. “Destino” (III-1951).
[51] Melgar, F. Entrevista a Miró. “Ahora” Madrid (24-I-1931). cit. Melià. Joan Miró, vida y testimonio. 1975: 140-141. / Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 116. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 128. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 178. / “Los Sitios”, Granada (20-IV-1983).
[52] Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 223.
[53] Greenberg, Picasso a los 75 años (1957), reprod. en Arte y cultura. Ensayos críticos. 2002: 78. Otra mención a Miró como radical pintor de superficies planas en p. 79.
[54] Sobre su partida el 12 o 13 de junio a Barcelona la carta de Miró a Dalmau. París, Hotel Namur, 39, rue Delambre (7-VI-1921). Col. PMG, Nueva York. [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 148 y antes n. 138, p. 348.] En ella Miró menciona que saldrá para Barcelona el lunes 13. En cambio, Miró escribe una carta al dr. Girardin. París, Hotel Namur, 39, rue Delambre (jueves, ¿9-VI?-1921). [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): n. 148, p. 349.] en la que sugiere que su salida a Barcelona se adelanta al domingo 12 de junio.El 12 de junio es también la fecha que se especifica en una carta de Miró a Picasso. París, Hotel Namur, 39, rue Delambre (8-VI-1921). [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): n. 148, p. 349.] Rowell ha dado fechas distintas: Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 24, deja París en mayo-junio. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 32, en junio, probablemente siguiendo el parecer de Umland. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 44, en junio.
[55] Serrano, M.D. Los 75 años de Joan Miró. “Gaceta Ilustrada” 602 (21-IV-1968).
[56] Postal de Ricart a Miró, en Mont-roig. Vilanova (28-VI-1921) FPJM. Con cumplidos de amistad y referencia a que ha dejado Barcelona el 27. [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 349.]
[57] Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 24, apunta que Miró estuvo en Mont-roig desde últimos de junio hasta octubre-noviembre. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 32. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 44. / Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 258, señala que marchó en noviembre a Barcelona.
En cambio, Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 150, cita a los anteriores y llama la atención sobre una carta de Miró a Ràfols. Mont-roig (2-X-1921) BC. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 76. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 89. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 128. / Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 54-55.] en la que Miró explica que su familia está a punto de volver a Barcelona y que él se quedará a trabajar y que se irá directo a París. El siguiente documento es una postal de Miró a Ràfols. Barcelona (25-XII-1921). [Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 56. / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 349, n. 150.], lo que sólo indica que estaba en la capital, pero no dónde estuvo hasta entonces. Hay todavía otra postal de Miró a Picasso. Barcelona, Passatge del Crèdit, 4 (30-XII-1921). [cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 349, n. 153.]
Llama la atención la repentina escasez de correspondencia de Miró con Ricart desde entonces, que refleja su alejamiento personal, mientras que continúa su contacto con Ràfols, aunque más distante de acuerdo al contenido más escueto de sus cartas.
[58] Raillard. Ceci est la couleur de mes rêves. 1977: 57. / cit. Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 150 y 151.
[59] Carta de Miró a Ràfols. Mont-roig (31-VII-1921) BC. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 79. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 92. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 132. / Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 52. / Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 322, n. 151.] Miró cuenta que pinta dos paisajes, uno de ellos probablemente La masía. El otro, no identificado (no consta ningún otro paisaje en su catálogo razonado), Lubar razona que lo abandonó definitiva o temporalmente [Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 224 (n. 2), 318.]. El 2 de octubre escribe que los dos cuadros son todavía “invisibles”, en referencia a que no los puede mostrar pero ya destaca el que será La masía por su tamaño y calidad [Carta de Miró a Ràfols. Mont-roig (2-X-1921) BC. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 76 (ref. antes en 24). / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 89. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 128-129. / Soberanas; Fontbona. Miró. Cartes a J.F. Ràfols, 1917/1958. 1993: 54-55.]
Si fue un abandono temporal, esa pintura podría ser, dos años después, la idea base para Tierra labrada (1923-1924), que tiene todavía muchos puntos de contacto con La masía o, mucho menos probable, para Paisaje catalán (El cazador) (1923-1924), pinturas en las que los elementos fueron transformados de acuerdo a su nuevo lenguaje.
[60] Aragon, Louis. Projet d’histoire littéraire contemporaine. “Littérature, nouvelle série”, nº 4 (1-IX-1922) 3-6. Es una particular historia del movimiento Dadá.
[61] Anónimo (con casi toda seguridad Breton, Soupault y Aragon). L’Affaire Barrès, “Littérature”, 20 (VIII-1921)1-24. Sobre el trasfondo del “Procès Barrès” véase Sanouillet. Dada à Paris. 1993: 264-277.

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