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viernes, enero 09, 2015

El artista italo-argentino Lucio Fontana (1899-1968) y su relación con Joan Miró.

El artista italo-argentino Lucio Fontana (1899-1968) y su relación con Joan Miró.


Lucio Fontana (Rosario de Santa Fe, Argentina, 19-II-1899-Comabbio, Varese, Italia, 7-IX-1968). Artista italiano, nacido en Argentina, donde emigraron sus padres italianos (su padre es escultor), residió en Milán en 1905-1922 para estudiar arte en la Academia de Brera y consiguió el título de aparejador. Fue voluntario en la Gran Guerra y sufrió heridas en combate.
En 1922-1928 residió de nuevo en Argentina, donde realizó esculturas de estilo novecentista. Desde su retorno a Milán realizó esculturas abstractas, que expuso por primera vez  en 1930, las ahora valoradas piezas en terracota, cerámica y yeso del principio de su carrera 

La invitación del padre a participar en Rosario en un concurso público para construir un monumento hizo que Fontana regresara en 1940 a Argentina. También contribuyó la deteriorada situación en la Italia de Mussolini, para quien había erigido en 1936 un monumento conmemorativo de la conquista de Etiopía. (...)

Paralelamente a su carrera de encargos alimenticios, en los siguientes siete años desarrolló una importante labor docente y pudo entrar en contacto con los grupos revolucionarios abstractos de Arte Concreto e Invención y Madí (que inspiraron algunas de las piezas que lucen marcos irregulares del Guggenheim). Fundó en 1946 el grupo Espacialismo y ese mismo año, junto a sus alumnos, promulga el Manifiesto blanco, que da carta de naturaleza al espacialismo, basado en la fe de que “los artistas anticipan gestos científicos y los gestos científicos provocan siempre gestos artísticos”. Entre ecos futuristas, en esas piezas de yeso pintado (Campeón olímpico), gres vidriado (Medusa) o mosaico (Retrato de Teresita) ya se adivinaba su afán por fundir disciplinas con, según se quiera ver, esculturas policromadas o pinturas en tres dimensiones.

Finalmente se instaló en Italia de 1947 a 1968, el periodo en el que alcanzó fama y realizó su obra más revolucionaria, que se anuncia en el Manifiesto Técnico (1951). 
Es a su vuelta a Europa cuando acomete su gran cambio estilístico, uniendo su trabajo como pintor (por fin, a los 50 años comienza esta faceta), escultor y ceramista, mutilando los cuadros. Es difícil responder a la cuestión del porqué. Fontana nunca dejó por escrito explicación alguna. Se sabe que había recibido la influencia de Yves Klein y que entendía el arte como un diálogo con otros creadores, preferiblemente más jóvenes.  Comenzó en 1949 con una serie, Agujeros (Buchi),   que es la inmediata precursora de la famosa Cortes. 
En su exposición individual en la Bienal de Venecia (1954) conoció a Miró, quien tomó buena nota de su serie de obras Agujeros con incisiones rasgadas a cuchillo, o agujeros hendidos a punzón para abrir la tela a la luz subyacente, para sus propias experiencias de agresión a la tela. Una suerte de primer arte povera, una estela que también siguieron sus coetáneos Alberto Burri y Piero Manzoni. Para la comisaria Gabriella Drudi, Fontana puede ser considerado como un artista intelectual, ya que su concepción del arte y del espacio era mental y no representativa: “Su idea del espacio está unida a la participación y al sentido físico de la penetración”. Manuel Cirauqui, conservador del Guggenheim, esgrime las teorías más comúnmente aceptadas: las rasgaduras podrían evocar “la idea del abismo, de lo no representable”, “el origen del mundo, la hendidura genital femenina” o “la llaga del Cristo crucificado”, pese a que el artista, católico, no era “especialmente religioso”. 
Finalmente organizó el espacio en torno a sus célebres Cortes (Tagli), esos monocromos rasgados que realizó entre 1958 y su muerte en 1968 y que, medio siglo después, resisten como uno de los grandes iconos del arte moderno. Fontana pintaba esas monótonas superficies de color, las rajaba con un cúter y luego con sus manos incidía en la hendidura hasta completar el gesto, que subrayaba finalmente con la colocación de una gasa negra para fijar la falla en el lienzo. En esa secuencia la palabra clave es “gesto”. El artista alteraba las dos dimensiones del cuadro con la técnica de un escultor. 

Experimenta con la luz eléctrica (tubos de luz de neón a partir de 1949), uniendo el espacio y un neón que pende del techo, como uno que fue creado para la IX Trienal de Milán en 1951 y creando instalaciones envolventes, ambientes de entornos totales, para museos como el Walker Art Center de Minneapolis y el Stedelijk Museum de Amsterdam (1967) Fontana pudo tener un despertar tardío, pero, dice Candela, “fue un pionero en muchas cosas” como las nuevas tecnologías, la instalación o los neones, en los que se adelantó a artistas que hicieron de ellos marca registrada, como Dan Flavin o James Turrell. Es en los “ambientes espaciales” con los que Lucio Fontana hizo realidad en las tres dimensiones sus teorías sobre la relación entre tecnología y arte en ese momento de la posguerra en el que el mundo vivía un idilio con la ciencia ficción y la carrera espacial. 



Fue un artista siempre escindido entre dos mundos. Entre su Argentina natal e Italia, escenario de su educación y sus éxitos tardíos. Entre la pintura y la escultura. El primitivismo y la vanguardia. La baja y la alta cultura. 
En España su obra fue conocida en la Bienal Hispanoamericana de Arte en Madrid (1953) y, más tarde, en una exposición en 1968 en la galería lolas-Velasco. En la exposición <Lucio Fontana. En el umbral> en el Museo Guggenheim de Bilbao (mayo-29 septiembre 2019), comisariada por Iria Candela, conservadora de arte latinoamericano del Metropolitan de Nueva York, se expuso una antología muy completa. 
El Archivo Fontana, dirigido en Milán por la viuda del artista, Teresita Fontana, prevé la creación de una fundación para distribuir su colección particular en museos.

Fuentes.
Internet.

Exposiciones.
<Lucio Fontana 1899-1968: A Retrospective>. Nueva York. Guggenheim Museum (1977). Cat. 112 pp.
<Lucio Fontana>. Madrid. Palacio de Velázquez (abril-junio 1982). Cat. 148 pp.
<Lucio Fontana>. Milán. Castello di Rivoli (20 junio-28 septiembre 1986). Cat. 123 pp.
<Lucio Fontana>. Messina. Palazzo dei Leoni (20 diciembre 1986-25 enero 1987). Cat. 128 pp. Ampliación de la anterior exposición.
<Lucio Fontana 1899-1968>. París. MNAM (13 octubre 1987-11 enero 1988). Barcelona. Fundació La Caixa (8 febrero-27 marzo 1988). Amsterdam. Stedelijk Museum (29 abril-12 junio 1988). Londres. Whitechapel Art Gallery (julio-septiembre 1988). Cat. 241 pp.
<Lucio Fontana>. Paris. MNAM (13 octubre 1987-11 enero 1988). Cat. Textos de Ceysson, Bernard; et al. 415 pp.
<Lucio Fontana>. París. MNAM (13 octubre 1987-11 enero 1988). Barcelona. FLC (8 febrero-27 marzo). Amsterdam. Stedelijk Museum (29 abril-12 junio). Londres. Whitechapel Art Gallery (julio-septiembre 1988). Cat. Textos de Ceysson, Bernard; et al. 415 pp.
<Lucio Fontana. Entre materia y espacio>. Madrid. MNCARS (30 septriembre-16 noviembre 1998). [http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/lucio-fontana-entre-materia-espacio]
<Lucio Fontana>. París. MNAM (25 abril-24 agosto 2014). Retrospectiva. Reseña de Vicente, Álex. Lucio Fontana: el lienzo partido. “El País” (21-VIII-2014) 35.
<Lucio Fontana: Ambienti / Environments>. Milán. Pirelli Hangar Bicocca (21 septiembre 2017-25 febrero 2018). Comisarios: Marina Pugliese, Barbara Ferriani y Vicente Todolí. [http://www.hangarbicocca.org/mostra/lucio-fontana-ambienti/] Reseña de Molina, Ángela. Otra idea de tránsito. “El País” Babelia 1.354 (4-XI-2017).
<Lucio Fontana. En el umbral>. Bilbao. Museo Guggenheim (mayo-29 septiembre 2019). Comisaria: Iria Candela. Reseña de Seisdedos, Iker. Lucio Fontana, escultor sobre lienzo. “El País” (16-V-2019). Exposición sobre el artista italoargentino, creador de un icono del siglo XX: la serie de cuadros rasgados con la que fusionó disciplinas.

Libros.
Bénézit, E. Dictionnaire des peintres, sculpteurs, désignateurs et graveurs. Gründ. París. 1976. 10 vs. Reed. Jacques Busse (dir.). 1999. 14 vs. Vol. 5, pp. 554-556.
Foster; Krauss; Bois; Buchloh. Arte desde 1900. 2006 (2004): 411-413.
Joppolo, Giovanni. Lucio Fontana. Une vie d’artiste. Images en Manoeuvres Éditions. Marsella. 1992. 157 pp.
Mulas, Ugo (fotografías). Lucio Fontana. Gustavo Gili. Barcelona. 1968. Sin Texto. 2 poemas de Nanni Ballestrini.

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