Joan Miró en 1948.
En 1948 se
acrecienta la Guerra Fría, con la crisis de Berlín y la guerra en China entre
nacionalistas y comunistas, mientras se aplica con éxito el Plan Marshall de
ayuda a Europa. En esta situación, en España el franquismo puede consolidarse:
mejoran las relaciones con EE UU, Francia abre la frontera española el 9-10 de
febrero, el maquis es derrotado y el PCE y el PSUC lo disuelven en octubre
(después sólo lo mantienen algunos grupos anarquistas), y se llega a un acuerdo
de Franco y Don Juan para que el príncipe Juan Carlos se eduque en España. Por
un lado, Miró siente tristeza ante la continuidad del régimen, pero le favorece
que se supriman los obstáculos para la salida al extranjero de sus obras.
Artaud en sus últimos días, cuando Miró y Loeb le visitaron en 1948.
Prosiguen mientras tanto las muertes de amigos entrañables de los años 20,
sobre todo Antonin Artaud el 4 de marzo en Ivry-sur-Seine, localidad cercana a
París —‹‹(…) Lo vi pocas semanas antes de su muerte. Fue terrible. El me había
dedicado su libro Van Gogh, le suicidé de la sociéte. Fuimos a visitarle
con Pierre Loeb. Fue terrible: golpeaba con un hacha un tronco de árbol...
Estaba muy lúcido. Aterrorizador, asombroso.››[1]—, y también el pintor Arshile
Gorky, uno de sus más apasionados seguidores norteamericanos, que se suicida el
21 de julio.
En 1948 Miró reside
en Barcelona, todavía en la casa del Pasaje del Crédito, 4, en enero y
principios de febrero.[2]
Durante este año, aunque tal vez los conociera de antes, anuda una excelente relación con el crítico
de arte Alexandre Cirici y con el poeta Joâo Cabral de Melo.
Cabral era vicecónsul brasileño, cuya primera residencia en Barcelona transcurre entre abril de 1947 y agosto
de 1950, y su pensamiento marxista será muy influyente sobre la vanguardia
barcelonesa. Su poema Campo de Tarragona
prueba que visitó su masía de Mont-roig: ‹‹Do alto da torre quadrada / da casa de En Joan Miró / o campo de
Tarragona / é mapa de uma cor só.››[3] Vargas
de Carvalho (2008) data el encuentro con Cabral a mediados de 1947, por
mediación del pintor Ramon Rogent.[4] Pero podría ser un año más tarde pues apuntemos que Cabral
le escribe a Bandeira el 18 de octubre de 1948 que ha conocido a Miró y la
profunda impresión que le ha causado: ‹‹Atualmente, esse problema da possibiladade de expressao numa
seleçao me obceca. Ainda há
pouco tempo, reconheci toda a pintura de Miró, ou melhor, seu mundo, num
pequeno museu que ele tem em casa, e onde agrupa desde esculturas populares até
pedras achadas ao acaso na praia, pedaços de ferro-velho com uma ferrugem
especial, etc. É
impressionante como tudo aquilo é Miró.››[5] Bosi (2004) ha podido advertir
la influencia de las técnicas pictóricas —especialmente su vanguardista y
transgresora composición, basada en un libre automatismo— de Joan Miró en
algunas poesías de Cabral, basándose sobre todo en el ensayo del propio poeta
sobre el pintor, del que hace una extensa parafrasis.[6]
En Barcelona conoce
personalmente en enero al editor Gérald Cramer, para quien comienza a preparar
el libro A toute épreuve. Tras una breve estancia en Palma, donde
descubren que las prensas de la imprenta Guasp están muy gastadas por los años,
deciden imprimir el libro en el taller Lacourière de París. El 11 de febrero
Miró, con un visado especial, viaja a Ginebra donde se reúne con Cramer.[7]
El 18 de febrero
viaja a París.[8] Es su primera estancia en ocho
años, y en estas dos semanas se maravilla de reencontrar la gran ciudad —por su
importancia, le dedicamos un apartado especial más abajo—.Visita a Arp y los
dos amigos celebran el reencuentro realizando una pintura sobre una mesa (hoy
desaparecida).[9] También, como ya hemos
comentado arriba, reencuentra a Pierre Loeb y Antonin Artaud pocos días antes
de su muerte el 4 de marzo. Pierre Descargues (2004), un famoso crítico y
comentarista de cultura y arte en la radio y la prensa, comenta su primer
encuentro con Miró en 1948 (el siguiente será en 1961 y el tercero en 1978):
‹‹(...) la première rencontre
que j’avais eue avec Miró. C’était en 1948. Il était venu à Paris pour composer
des lithographies dans l’atelier de Mourlot.
Il avait un projet pour accompagner un texte de Tristan Tzara, le premier poète
avec lequel il avait collaboré à Paris en 1930. (...) Là se trouvait Miró, vêtu
d’une blouse grise. Je le trouvait petit, mais il donnait une impression de
force. (...) Il m’a dit: “Je vis à la campagne, près de Tarragone. C’est le pays qui me convient. Mes ancêtres y ont vécu. J’attache beaucoup d’importance au paysage dans
lequel je travaille. Ce
pays me soutient.”››[10]
Desde el 3 de marzo
está invitado en Golfe-Juan (Antibes) por Maeght y hacia el 4 o 5 visita a Picasso
y a Henri Matisse.[11] Vuelve a París, donde el 13
visita a Giacometti y el mismo día vuelve a Barcelona.[12]
El 16 de abril está
en Palma buscando maderas para las xilografías del libro A toute
épreuve. Pasa en Mallorca parte del verano y Cramer le visita de nuevo. El
resto del verano lo pasa probablemente en Mont-roig, aunque la única prueba es
que en septiembre de 1948 el fotógrafo norteamericano Irving Penn le visita y
retrata en Mont-roig, y constata que es casi un desconocido en Barcelona.[13]
Hôtel Pont Royal, el predilecto de Miró en París.
Miró viaja a París
en julio y otra vez hacia el 7 de octubre para preparar la exposición en la
Galerie Maeght en otoño y trabajar en el libro Parler seul.[14]
Aimé Maeght y Marguerite Maeght.
Finalmente contrata
con Aimé Maeght la exclusividad de la comercialización de su obra en Europa
(Matisse mantiene la de EE UU) y celebra en noviembre su primera exposición
individual en la Galerie Maeght. Breton y los surrealistas que le son fieles
se posicionan temporalmente contra Miró porque Tzara ha prefaciado el catálogo
de su exposición en la Galerie Maeght, sobre la que también cae el anatema
surrealista.
Pero parece que el
motivo fundamental del enfado es que Tzara ha reingresado en 1947 en el partido
comunista francés (PCF) y traicionado al grupo surrealista que se mantiene
alrededor de Breton, con manifestaciones públicas como la conferencia sobre el
surrealismo en la posguerra, con el título La dialectique de la poésie,
leída en La Sorbona el 11 de abril de 1947 en un acto presidido
significativamente por Jean Cassou, en la que afirma que el surrealismo alcanza
su culminación lógica con el comunismo, lo que Breton rechazaba por considerar
que el surrealismo era inasimilable a cualquier doctrina, y tal vez, en el
fondo, como un convocatoria comunista para vaciar de militantes su propio
grupo.[15]
Breton le explica a
Miró en una carta (29-XI-1948) porqué ha criticado con cierta dureza su última
exposición en la Galerie Maeght, ya que se cree obligado, en atención a su
vieja amistad, a comunicarle personalmente su punto de vista. Primero ataca
brutalmente a su viejo amigo/enemigo Tzara, y lamenta que Miró le haya escogido
para prefaciar el catálogo de la exposición de Miró en la galería Maeght y haya
ilustrado su libro Parler seul, y se queja también de la misma galería,
que para Breton es sólo un negocio capitalista sin un compromiso firme con la
causa surrealista, como demostraría su mala organización de la exposición
surrealista de 1947, que achacaba a Aimé Maeght y su director Louis Clayeux.
‹‹Cher
Joan Miró,
Notre vieille amitié pour vous
et le goût profond que nous avons de votre oeuvre nos font craindre que vous
n’interprétiez faussement l’attitude que nous croyons devoir adopter à l’égard
de votre exposition actuelle.
Il est bien entendu que, dès
l’annonce de votre retour à Paris, nous nous faisons fête, non seulement
de vous revoir mais encore d’interroger de tous nos yeux ce que vous aviez pu
rapporter.
Si, à une demande de
témoignage qui devait prendre place dans le catalogue, certains d’entre nous
ont répondu négativement, c’est:
1 qu’ils se sont étonnés que cette demande
ne leur fût ps adressée par vous-même.
2 qu’ils savaient que, pour le soin de votre
présentation en 1949 à Paris, vous aviez fait choix ne disons pas de la
crème mais du petit lait des renégats de ce temps: l’individu à coup sûr le
plus déconsidéré de tout le “Lumpenproletariat” intellectuel, fût-il doré, le
néo-cartésien piteux, le têtard des bas-fonds qui revient sulfurer l’hydrogène
à la surface de la mare. On nous a même dit que vous consacriez vos loisirs à
l’enjolivement du dernier nénuphar médicinal que ce demi-oeuf prétend faire
éclore dans le bruit de vesse-de-loup qui marque depuis trente ans l’apparition
de ce qu’il appelle ingénument ses ouvrages. Laissez-nous vous dire qu’en cela
vous n’avez pas fait grand acte de discernement. L’un de nous parlait de “Lampe
dans l’Horloge”: passe encore, mais la vessie dans la lanterne! Cher Joan Miró,
ce qui nous inquiète, remarquez-le bien, par delà cette personalité négligable
s’il en fût, c’est que vous paraissiez donner appui de votre autorité
artistique à la plus louche et empestante cuisine de ce temps: celle qui va,
sous prétexte d’“épuration” dans l’art et ailleurs, de l’égorgement totalitaire
(à la manière dont on procède avec le lapin) au petit bordel à 500 F par tête où l’on a la
droit de jouir d’une poterie, à condition d’être en habit, bien entendu. Nous
ne pouvons penser qu’en toute connaissance de cause vous êtes de ce côté. Ce
serait la négation éperdue du Miró en lequel nous avons cru.
Nous serions sans doute allons
solliciter à cette question une réponse de vos oeuvres si, par ailleurs, elles
n’étaient pas présentées dans une galerie où plusieurs d’entre nousu se sont
juré de ne plus remettre le pied. Faites-vous conter, à vos moments
perdus, par une personne digne de fi, comment s’est déroulée à cet endroit
l’exposition internationale surréaliste de 1947 et vous nous en direz des
nouvelles: dénonciation publique de l’entreprise (avant même qu’elle ait pris
fin) par celui des mercenaires de la maison qui avait eu la tàche de
l’organiser et avait fait valoir son “concours” à l’”achevé d’imprimer” du
catalogue, sans désaveu catégorique du propriétaire (de l’iniciative duquel
avaint dépendu cette exposition), difficultés innombrables au sujet de la
restitution des oeuvres exposées, etc. Nous vous sohaitons d’être plus hereux
dans cette galère (un i de plus serait de trop).
Espérant vous avoir fait
comprendre qu’acune indifférence n’entre notre abstention d’aujord’hui nous
vous prions de croire à nos sentiments très vivement attentifs.››[16]
El 22-24 de diciembre,
Maeght y Matisse le visitan en Barcelona y consolidan el doble y definitivo
acuerdo comercial que mantendrán con Miró.[17]
Pinta en este año relativamente poco; destacan El
sol roe la araña y Grupo de personajes bailando la sardana.
Aprovecha sus numerosos viajes a París para aumentar progresivamente (desde
1948 y durante la década de los 50) su dedicación a la ilustración de libros
y al grabado. Ilustra el libro de Tzara, Parler Seul, editado por
Maeght. Realiza una serie de litografías en el taller de Mourlot, destacando
el Álbum 13, una serie dedicada a la mujer. Trabaja la calcografía en
el taller de Lacourière, con Jacques Frélaut. En septiembre se instala el mural
de Miró en el hotel Terrace Plaza de Cincinatti, sin la presencia del
artista. Miró colaboró con un dibujo de Madame Ubu en la brouchure
editada para la representación de Ubu Enchaîné en 1948.[18]
NOTAS.
[1] Raillard. Conversaciones con Miró. 1993: 92-93, ed. francés de 1977: 76-77.
[2] Cablegrama de Miró a Pierre Matisse. Passatge del Crèdit, 4, Barcelona
(15-I-1948). / Carta de Miró a Pierre Matisse. Passatge, Barcelona (2-II-1948).
[Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 339, n. 719.]
[3] Cabral de Melo, poema Campo de Tarragona, cit. en Alessandra
Vargas de Carvalho. El ensayo de
Joao Cabral sobre la pintura de Joan Miró, en Cabral de Melo Neto, Joao. Joan
Miró. 2008: 127.
[4] Alessandra Vargas de Carvalho. El ensayo de Joao Cabral sobre la pintura de
Joan Miró, en Cabral de Melo Neto, Joao. Joan Miró. 2008: 126.
[5] Carta de Cabral de Melo a Bandeira.
Barcelona (18-X-1948). [Süssekind, Flora (ed.). Correspondência de Cabral
com Bandeira e Drummond. Nova Fronteira, Fundaçao Casa de rui Barbosa. Río
de Janeiro. 2001: p. 60. cit. Souza de Carvalho, Ricardo. Terra e verso de
Espanha em Murilo Mendes
e Joao Cabral de Melo. 2 Congresso Brasileiro de Hispanistas (CBH). Octubre 2002. Anales
Electrónicos.] Otra carta indica que Miró está entusiasmado en trabajar con él
en tipografía y que después de un viaje de Miró a París durante un mes,
probablemente en 1948, desarrollarán proyectos en equipo. [op. cit. pero cit.
de Alessandra Vargas de Carvalho. El
ensayo de Joao Cabral sobre la pintura de Joan Miró, en Cabral de
Melo Neto, Joao. Joan Miró. 2008: 127.]
[6] Bosi, Alfredo. Fora sem dentro?
Em torno de um poema de Joao Cabral de Melo Neto. “Estudos Avançados”, Sao
Paulo, v. 18, nº 50 (2004) 195-207.
[7] Postal de Miró a Tzara. Ginebra (11-II-1948).
[Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 339, n. 719.]
/ Cramer, Gérald. Miró:
la buena estrella.
Especial “Daily Bulletin” (1978) 42. / Pierre Matisse envió a Miró
antes del 26-I-1948 un cheque de 2.000$ al Swiss Bank de Ginebra, a través de
su oficina en Nueva York, y luego se amplió la cuenta a 4.000 el 8-II-1948. Y
finalmente el 16-XII-1948 le envió 23.529$ (al cambio resultarían unas 260.000
pesetas), una gran suma en aquella época, lo que explica que Miró pudiera
comprar ese mismo año su nueva casa de Barcelona.
[8] Carta de Miró a Pierre Matisse.
Hotel Pont-Royal, rue
Montalembert, París (18-II-1948). [Umland. <Joan Miró>. Nueva
York. MoMA (1993-1994): 339, n. 722.]
[9] <Arp>. Stuttgart.
Württembergischer Kunstverein (13 julio-31 agosto 1986): 282. Véase año 1947.
[10] Descargues, Pierre. De
calme et de fureur, en AA.VV. Miró au Centre Pompidou. “Beaux Arts
Magazine”, hors-série. 2004: 15-16.
[11] Carta de Miró a J. LL. Sert. París (2-III-1948).
/ Carta de Miró a Pierre
Matisse. Golfe-Juan (8-III-1948). [Umland. <Joan Miró>.
Nueva York. MoMA (1993-1994): 339, n. 725.] La fotógrafa Marianne Greenwood fotografió a Picasso y Miró en
Antibes; como también los encuentros del malagueño con Matisse o Léger.
[Agencia EFE. Marianne Greenwood,
fotógrafa sueca. “El País” (6-II-2006) 47. Obituario.]
[12] Carta de Miró a Calder, en Roxbury. París (12-III-1949). [*<Joan Miró -
Alexander Calder>. Basilea. Galerie Beyeler (2004): 270.]. ‹‹Je pars
dans huit heures à Barcelone pour aller ensuite à Mont-roig.››
[13] Anónimo.
Llegó un fotógrafo “yanki”: La “Boullabaise” y la Sardana, lo mejor de
Barcelona. “Destino”, Barcelona (4-IX-1948). Col. FPJM, v. III, p. 24. /
Carta de Irving Penn a Miró. Nueva York (14-II-1949) FPJM. / Penn, Irving. Barcelone et Picasso. Un reportage photographique
d’Irving Penn. “Vogue”, París (X-1949). Col. FPJM, t. III, p.
70. cit. Pérez
Miró. La recepción crítica de la obra de Joan Miró en Francia, 1930-1950.
2003: 259. / Szakowski,
John. <Irving Penn>. Nueva
York. MoMA (1984): 23-24, pl. 11. / Umland. <Joan Miró>. Nueva
York. MoMA (1993-1994): 339, n. 730.
[14] Carta de Miró a Sert. Hôtel Pont-Royal, París (14-X-1948).
/ Carta de Miró a Pierre Matisse. Hôtel Pont-Royal, París (19-X-1948). [Umland.
<Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 339, n. 731.] / Redacción.
Galerie Maeght: Joan Miró, l’homme le moins bavard du monde ne veut pas
livrer son secret. “Combat”, París (25-X-1948). FPJM
H-3712. Informa que cada día trabaja en el taller de Mourlot para el
libro de Tzara y que asistirá el 25 al vernissage
en la Galerie Maeght.
/ Guilly, René. Con entrevista a Miró. En déballant avec Joan Miró ses sculptures
et ses tableaux de terre cuite. “Combat”, París (25-X-1948). FPJM
H-3713. Miró explica su colaboración con Artigas.
[15] Durozoi. History of the
surrealist movement. 2002 (1997): 463.
[16] Carta de Breton a Miró, en
Barcelona. París
(29-XI-1948) MNAM. cit. Rowell. Joan Miró. Lettres... “Cahiers MNAM”, París, 43 (primavera 1993): 94-95. Reprod. parcial
en cit. Pérez Miró. La recepción crítica de la obra de Joan Miró en Francia,
1930-1950. 2003: 285-286.
[17] Carta de Pierre Matisse a Miró. (23-XI-1948).
/ Carta de Miró a Pierre Matisse. (3-XII-1948). [Umland. <Joan Miró>.
Nueva York. MoMA (1993-1994): 339,
n. 734.]
[18] Votka, Oktav. Indicule d’une Iconographie d’Ubu. “Cahiers du Collège de Pataphysique” (1951). Col. FPJM, t. IV, p. 33. Entre los
participantes en la brouchure editada para la representación de Ubu Enchaîné
en 1948 destacan Picasso, Effel, Tanguy, Marcel Jean, Man Ray, Roger Blin,
Maurice Henry, Paalen...
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