La influencia del simbolistmo en Miró.
El simbolismo, desde
sus dos grandes focos de París y Bruselas, marcó los decenios finales del siglo
XIX, ejerciendo una influencia directa o indirecta sobre muchos de los más importantes
artistas de las primeras vanguardias: Kandinsky, Picasso, Chirico, Boccioni, Malevich....
Más tarde fue reivindicado por el surrealismo gracias sobre todo a su común y apasionado
interés por el esoterismo y la mujer.
Gérome. Diógenes el cínico.
Los temas mitológicos como el rescate por Perseo de la princesa en lucha con el dragón o el canto de las sirenas ante Ulises y su tripulación fueron muy frecuentes.
Miró consideraba que
el impresionismo era válido para el mundo rural y el futurismo para el mundo
urbano; quedaba el simbolismo para el mundo onírico, y así Miró percibió el
influjo de Arnold Böcklin, James Ensor, Fernand Khnopff, Max Klinger, Alfred Kubin,
Gustave Moreau, Odilon Redon. Además, los poetas simbolistas estuvieron entre
los preferidos por Miró desde los años 10, destacadamente Rimbaud, Mallarmé y
Lautréamont, a los que me referiré en los apartados de la relación de pintura y
poesía en la época surrealista. Hay además una mención de Miró al famoso novelista
simbolista Joris-Karl Huysmans (París, 1848-1907), autor de A contrapelo (À rebours),
muy popular entre los surrealistas: ‹‹En un periodo de soledad, Huysmans, con
su necesidad de rebelión, su deseo de evasión, me ayudó mucho.››[1]
Las obras
simbolistas basadas en la fantasía, su colorido y el detallismo con que
representan mundos irreales e inquietantes, con formas anticonvencionales,
tienen evidentes puntos de contacto con el estilo mironiano de los años 20.
Dore Ashton (1971) explica que hacia 1912 comienza a recibir la influencia de
los impresionistas y fauvistas, así como incorpora la idea simbolista del espíritu
que ya no le abandonará: ‹‹(...)The Symbolist emphasis on the indefinable function
of “spirit” seems never to have left him. (...)›› como prueba la defensa del “espíritu”
en las cartas a sus amigos hacia 1917, lo que se refleja en sus paisajes de
1918-1919, plenos de una musicalidad y un arabesco que deben mucho al simbolismo:
‹‹(...) Musicality and
the idea of the arabesque —even the most spiritualized idea of the arabesque as
expressed by Mallarmé in poetry and Moreau in his aesthetic writings— are
implicit in these landscapes.››[2]
Klinger. Abducción (1893), de la serie Un guante.
Klinger. Madre muerta (1898), de la serie En la muerte, parte II.
Max Klinger
(1857-1920), de origen alemán pero pronto afincado en Bruselas, es un pintor, grabador y escultor tardorromántico y
simbolista que influye sobre los surrealistas, y que Breton aprecia particularmente por su imaginario pleno de fantasías
y metáforas sexuales. Apunto que el guante como fetiche sustituto
del cuerpo humano que aparece como tema de la serie de 10 aguafuertes y aguatintas
Paráfrasis sobre el hallazgo de un guante (1881) tal vez influye en El
guante blanco (1925) de Miró.[3] El interés de Miró por la
materia como inspiración y conductor del acto creativo es similar al de Klinger,
que escribió: ‹‹Debido a su particular apariencia y su obligada manera de manejarlo,
cada material está penetrado de un único espíritu y poesía que, en las manos
del artista, refuerza enormemente el carácter de la representación, y para el
cual no hay sustituto (…)››[4]
Khnopff.. Las caricias de la Esfinge (1896).
Khnopff. La sangre de Medusa (1898).
En el caso del belga
Fernand Khnopff (1858-1921), se encuentran puntos de contacto con Miró, como la
ambigüedad o ambivalencia de la identidad sexual, la transgresión de las convenciones
sexuales, y el interés por el esoterismo (en concreto el rosacrucismo) y el
tema del monstruo.[5]
Kubin. Agonizando (c. 1899).
El austriaco Alfred
Kubin (1877-1959) descubre la obra de Klinger en 1901 y comienza a elaborar un
mundo fantástico de seres informes, de sexualidad amenazante y a veces con ojos
inmensos, que tienen afinidad con las bioformas más grotescas de Miró.[6]
En cambio, no hay
ecos en Miró de otros artistas simbolistas como Pierre Puvis de Chavannes —aunque su imaginería está plena de significados, es demasiado racionalista y
clásica—, Ferdinand Hodler, Félicien Rops, Franz von Stuck, Jan Toorop...
Las analogías
mironianas son en cambio más evidentes con cuatro de los grandes maestros
simbolistas: Gustave Moreau (1826-1898), Arnold Böcklin (1827-1901), Odilon
Redon (1840-1916) y James Ensor (1860-1949). A ellos dedico apartados
específicos.
NOTAS.
[1] Duthuit, Georges. Où allez-vous Miró? “Cahiers
d’art”, v. 11, nº 8-10 (1936) 261-264. Cit. Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews.
1986: 152. / Rowell. Joan
Miró. Écrits et entretiens. 1995: 163. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 216.
[2] Ashton, D. Stripping Down
the Cosmos, en A Reading of Modern Art. 1971. Reprod. en Kaplan;
Manso. Major European Art Movements 1900-1945. 1977: 338 y 339.
[3] Delevoy. Diario del simbolismo. 1979: 58-59; biografía de Klinger
204. Reprod. tres aguafuertes y aguatintas de serie Paráfrasis sobre el hallazgo
de un guante (1880-1881), en 58-59. / Gibson. Les symbolistes. 1984:
89-91, reprod. seis aguafuertes y aguatintas de la misma serie en 90-91.
[4] Lambert, Susan. El dibujo. Técnica y utilidad. Una introducción
a la percepción del dibujo. 1985
(1984 inglés): 13.
[5] <Fernand Khnopff>.
Bruselas. Musée Royale des Beaux-Arts (marzo-8 mayo 2004). Antológica de 260 obras: destaca Las caricias (1896),
conocida también como Arte o La esfinge. Reseña en “Lápiz”, v.
23, nº 202 (2004) 95. / Delevoy. Diario del simbolismo. 1979: 173-175,
203. / Gibson. Les symbolistes. 1984: 118-120.
[6] Delevoy. Diario del simbolismo. 1979: 204. / Gibson. Les symbolistes.
1984: 101-104, con 10 reproducciones de obras de Kubin, especialmente afines a
Miró las nº 176, L’oeuf (c. 1901), la mujer metamorfoseada en huevo, y nº
179, Danger (1901-1902), un monstruo de inmensas manos y cuello alargado.
OTRAS FUENTES.
El
artista suizo Arnold Böcklin (1827-1901) y su influencia en Joan Miró.*
El artista belga James
Ensor (1860-1949) y su influencia en Joan Miró.*
El
artista francés Gustave Moreau (1826-1898) y su influencia en Joan Miró.*
El
artista francés Odilon Redon (1840-1916) y su influencia sobre Joan Miró.*
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