Joan
Miró y la Fondation Maeght de Saint-Paul-de-Vence (1960-1964).
La Fondation Maeght
en Saint-Paul-de-Vence (Riviera francesa) fue el gran proyecto de Aimé y
Marguerite Maeght para perdurar, dejando un legado para la posteridad, ejemplo de un mecenazgo ambicioso.[1]
Es el primer museo francés financiado en su origen con fondos privados.
La idea nació en
1953, como homenaje a Bernard, su segundo hijo, recién fallecido por una
leucemia a los once años, por una sugerencia de Braque para que superasen su
tristeza, reconstruyendo una antigua capilla del s. XI, que curiosamente se
había dedicado a san Bernardo; desde ese momento se convirtió en una idea
fundamental para la familia. El proyecto se calculaba en 1960 que se acabaría
hacia 1970, pero Aimé Maeght lo aceleró debido a que una grave enfermedad de su
esposa amenazaba con que no lo pudiera contemplar en vida, por lo que se
terminó en 1964 y se inauguró oficialmente el 28 de julio, presentando en su
interior una extraordinaria colección de pinturas, esculturas, grabados... de
los más preclaros vanguardistas y en el exterior mosaicos de Braque, Chagall y Tal
Coat, vidrieras de Ubac, cerámicas y esculturas de Miró y Artigas...
El arquitecto fue
Josep Lluís Sert, a quien Maeght admiraba desde que en 1937 vio el Papellón de
la República española en París, un aprecio reforzado cuando vio el taller de
Miró en Son Abrines durante su visita a Mallorca en marzo de 1957. [2]
Es ilustrativa al respecto la
carta de Aimé y Marguerite Maeght dirigida a Sert el 3 de junio de 1957 en la
que parece iniciar los contactos para que le proyecte el edificio en
Saint-Paul, sobre las ocho hectáreas de terrenos que ya habían adquirido en
1950: ‹‹Cher Monsieur, / Lors de notre visite chez
Miró aux Baléares, nous avons été très impressionnés par l’atelier de Miró et
c’est très sincèrement que je vous félicite. / Comme d’autre part nous avons
depuis longtemps le projet de construire à Saint-Paul-de-Vence dans les
Alpes-Maritimes un bâtiment pour abriter notre collection et plus tard en faire
une fondation, ma femme et moi avons pensé vous demander votre collaboration
pour ce projet. (…) tous les artistes de la galerie, en particulier Braque,
Miró, Chagall, Bazaine, Giacometti seraient heureux de votre accord et m’ont
assuré de leur aide et de leur collaboration effective.››[3]
Parece que Sert recordaba en
1974 un inicio anterior del encargo: ‹‹Les recherches sur les plans de la Fondation Marguerite et Aimé Maeght
débutèrent en 1950 à Cambridge, Massachussetts, après le séjour d’Aimé Maeght
dans cette ville.›› [4]
Pero mi opinión es
que Sert se refería más bien a los años 50 y que la traducción al francés no
aquilató el matiz. Además, a principios de los 50 los Maeght todavía no tenían
las posibilidades económicas para acometer tal proyecto: estaban apenas
comenzando en el mundo del arte y con grandes dificultades estaban reuniendo a su
grupo de artistas. Fue a partir del boom del mercado artístico en la segunda
mitad del decenio que pudieron realizar su fundación.
Parece que del encargo a Sert le interesó especialmente su capacidad de armonizar los edificios de
austeros elementos mediterráneos con la naturaleza aún virgen, tal como había
hecho en la colina de Son Abrines y como era el caso de la propia colina "des
Gardettes" en Saint-Paul. Así, se respetaron la mayoría de los pinos, se
encargaron los ladrillos a un horno local y se construyó un típico muro
provenzal alrededor del jardín.
El filósofo Henri
Maldiney (1964), en el texto oficial escogido por Maeght para la inauguración
de la Fondation, en cita recogida por Dupin, explica el cuidadoso engarce de la
arquitectura de Sert con el paisaje:
‹‹La aparición de
los distintos elementos del edificio entre los pinos no tiene el acento abrupto
de una proporción de geómetra. Su evidencia es toda transparencia. Sus claras
estructuras se manifiestan como una iluminación del espacio, cuyos valores marginales
adquieren diafanidad por la sutileza de los pinos. Conquistadas por la luz.
Pero también era necesario conquistar esa luz. Y es en la tierra, en la que
implanta sus estructuras, donde una arquitectura hace alianza con la
naturaleza, incluso en el cielo.››[5]
Otro motivo
interesante para Sert era la posibilidad de colaborar estrechamente con tantos
artistas de primer nivel para realizar sus distintos espacios en la fundación.
Así, en sus cartas insiste en esta colaboración. En una carta a Le Corbusier de
junio de 1959 comenta: (…) Je
dois aller à S. Paul de Vence parce-que Maeght m’a demandé de faire les plans
pour un Musée là-bas. Je travail avec Miró et autres peintres et sculpteurs.››[6]
En una carta a Maeght de noviembre de
1960, dice: ‹‹Je pense que cela serait très bien d’avoir Joan Miró et aussi
d’autres artistes sur le site à ce tout premier stade où l’ensemble du bâtiment
et des jardins est nettement visible, mais que les choses sont encore maniables
et qu’elles peuvent être modifiés conformément à leurs vœux et à leurs projets.
Je leur donnerai aussi une vue très nette de l’échelle et de la qualité des
espaces, ce dont je suis sûr ils ne peuvent pas se rendre compte en examinant
les plans ou la maquette. Je serais heureux de travailler avec eux pendant deux
ou tros jours sur le site.››[7]
En una carta a Maeght, de
enero de 1962, Sert insiste en que la obra será sólo un fondo para la obra de
los artistas: (…) n’oubliez pas que le dessin des bâtiments a été conçu pour
que les enrichissements soient laissés aux peintres et aux sculpteurs, si bien
que les murs seront comme une toile de fond pour leurs œuvres. L’architecture
trouve son entière expression dans la forme en ciment des toits.››[8]
En otra carta a Maeght, de
junio de 1962, Sert se interesa porque vengan los artistas a ver y comentar las
obras: ‹‹Avez-vous demandé à Giacometti et aux autres artistes de venir à
Saint-Paul, les jours où j’y serai pour que nous puissions discuter du projet
longuement.›› y destaca cómo encaja esto en sus ideas de la unión entre la
arquitectura y las artes plásticas: ‹‹J’aimerais énormement faire une
intégration de l’architecture et des arts plastiques, et c’est réellement une
occasion unique, que vous nous avez donné à tous de réaliser ici. Je crois que
les bâtiments et le musée ont bénéficié dans leur ensemble, d’une collaboration
unique.››[9]
De resultas, Miró
participó activamente en la planificación además de realizar el conjunto
escultórico monumental del Laberinto en el jardín, pintando obras nuevas
para la sala dentro del edificio dedicada a su propia pintura, a lo que seguirá
unos años después un mural cerámico y, muchos años más tarde, para el edificio
principal, experimentar con un medio nuevo para él, el vitral.
El jardín del Laberinto.
Finalmente, después
de casi cuatro años de obras, desde su comienzo el 6 de octubre de 1960, el 28
de julio de 1964 el matrimonio Maeght donó al Estado francés la Fondation
Maeght, la cual recibió en acto oficial el ministro Malraux, y en la
primera semana de agosto de 1964 se inauguró. Maeght financió durante su vida
la institución y a su muerte se hizo cargo el Estado —aunque la
autofinanciación ha sido casi constante—.
Para conmemorar los aniversarios,
entre 1965 y 1970 se sucedieron las famosas Nuits de la Fondation,
fastuosas fiestas, de una de las cuales (1968) fue protagonista Miró por su 75
aniversario. Había seis salas especiales: Bonnard, Giacometti, Kandinsky, Chagall,
Braque y Miró, aparte del famoso jardín de esculturas del Laberinto.
El proyecto de la
Fondation fue un antecedente directo e importantísimo para la propia Fundació
Joan Miró. El artista apreciaba que era un buen modelo de centro abierto a
todas las manifestaciones del arte y la cultura de vanguardia, con la
impresionante colección de arte contemporáneo de las primeras (Miró, Bonnard,
Braque, Calder, Chagall, Giacometti, Kandinsky, Léger, Matisse, Picasso,
Zadkine...) y segundas vanguardias (Alechinsky, Bury, Chillida, Sam Francis,
Hartung, Riopelle, Soto, Tàpies...), así como las exposiciones temporales,
entre las que destacaban las antológicas de Kandinsky (1966), <Vingt ans
d’art vivant 1945-1965> (1966), Chagall (1967), Matisse (1969), <L’art
vivant aux États Unis> (1970), De Staël (1972), el propio Miró (1973),
Bonnard (1975), Klee (1977), Giacometti (1978), Braque (1980)... Además,
estaban los espectáculos de poesía, música, teatro, danza y cine, casi siempre
de vanguardia.[10] La
fundación provenzal será uno de los tres vértices de su ideal de legar su obra
a la posteridad.
Con todo, Miró tenía
(al igual que Pierre Matisse) una opinión poco favorable sobre el gusto
estético de Maeght y criticaba ciertos aspectos del Laberinto. Una
prueba de ello es una prosa poética, Un gigante miniatura, del poeta
ruso Evgen Evtuchenko (1978), que se refiere a la lucha que Miró emprende en
los últimos años de su vida contra el mal gusto y contra los monstruos del
mundo contemporáneo:
‹‹Existen gigantes
falsos (o casi) que en realidad son liliputienses demasiado exagerados.
Joan Miró es un gigante en miniatura. En el año 1963, paseábamos juntos por
los senderos de un centro de arte, entonces en construcción [el Laberinto de
Saint Paul]. Paseaban inmóviles largos hombres de hierro de Giacometti, y
tras las ramas se asomaban, asustándonos, las caras encantadas de unos duendecillos
creados por el propio Miró. De pronto, entre aquella belleza, vi un estanque
aún vacío, cubierto todo por un mosaico corriente, pseudorromano, y sobre el
fondo se tumbaban monstruosamente unos falsos cisnes muy serios, lo único
que les faltaba a los cisnes era llevar en el pico una nota de protesta contra
quien los había hecho feos y sin gusto. Yo los contemplaba con desagrado y
asombro, y Joan Miró, comprendiendo mi mirada, me comentó con sonrisa burlona:
“Este es el único trozo de este terreno realizado a gusto de su dueño”...
Mal gusto; es algo
terrorífico. El mal gusto es, potencialmente, amoral. El que Hitler y otros
tiranos se hayan hecho tan populares, es el resultado del mal gusto. Toda la
historia de la Humanidad es la lucha de la belleza contra lo monstruoso. La
Humanidad ha sido contagiada por microbios esperpénticos tales como la sed de
poder, la crueldad, la hipocresía, el cinismo. Resultados, a fin de cuentas,
del mal gusto ético. El gran Yehudi Menuhin anunciando relojes Rolex en la
televisión norteamericana, o los cosmonautas los caramelos soviéticos, son
igualmente monstruosos, faltos de buen gusto, aunque actúen en tan diferentes
sistemas políticos. En este tiempo la Humanidad tiene que elaborar, independientemente
de los sistemas políticos, una moral común (unidad estética común) en la que
este mal, la falta de gusto, se citará como uno de los más peligrosos
microbios de anti-humanismo. Frente a todos los microbios de monstruosidad, el
gigante miniatura Joan Miró contrapone los bondadosos, sabios microbios que,
en sus lienzos, nos enseñan el eterno misterio de la belleza.
Miró nunca se llamó
artista de protesta. Pero toda su pintura es una protesta contra cualquier
forma de lo monstruoso, una defensa del mal gusto moral. Si observamos con
minuciosidad, sus “mirobios” pueden parecer células simples. Pero cada uno
tiene su cara, su alma. ¿O acaso Miró habrá tenido la premonición profética
de que los extraterrestres, los seres de la razón suprema, van a ser
completamente distintos, que, quien sabe, van a semejarse a sus “mirobios”?
Este gigante miniatura es un hombre muy de la tierra, y su pequeña y canosa
cabeza, que apenas sí llega al hombro de algún jugador de baloncesto, llega sin
embargo con sus escasos cabellos blancos hasta las estrellas tan lejanas que
son invisibles no sólo para nosotros sino incluso para las estrellas que sí
vemos nosotros.
Meditando sobre aquellos microbios repugnantes,
insensibles inmorales, propios del hombre, Dostoievski respiró. Dijo:
“Ancho es el hombre, no estaría de más hacerlo más estrecho”. Pero los hijos
del gigante miniatura Joan Miró, sus bordados “mirobios” no quedarán desarmados
mientras la Humanidad tenga algún “sentido de la belleza”.››[11]
NOTAS.
[1] Sobre la Fon dation Maeght véanse Vedrenne, Elisabeth;
Cabanne, Pierre; Garcias, Jean Claude. La Fondation Maeght. Separata de “Beaux Arts Magazine”.
1993. 57 pp. Vedrenne. L’aventure
d’Aimé et Marguerite Maeght (6-27); Cabanne. La Fondation Maeght ;
pour l’amour de l’art (28-47); Garcias. Un rêve moderne en Provence (48-55). / Sobre la idea
ecuménica de la
Fondation Maeght véase una entrevista a Aimé Maeght, en André
Verdet. La Fondation Maeght à Saint-Paul. “XX Siècle”, nº 23, sup. (1963) 10; y el excelente
resumen de Jeffett. Objects into Sculpture... Tesis. 1992: v. II. pp.
381 y ss. Sobre los actos de la donación véase el reportaje de “Nice-Matin” (29-VII-1964),
en Archivo Miró, FPJM. / Un resumen en Ferrier. El arte del siglo XX.
IV. 1960-1979. 1993: 784. / Una entrevista con Jean-Louis Prat, su
director desde el principio —ahora vicepresidente; el presidente es Adrien
Maeght— que ha conseguido que sea autosuficiente desde 1977, sin subvenciones,
un caso casi único en Europa, resalta el valor artístico del edificio de Sert y
su jardín, sus 6.000 obras donadas por el matrimonio Maeght, una biblioteca de
13.000 libros, sala de cine... [“La Vanguardia ” (6-VIII-1989)]. La correspondencia de
Maeght y Sert sobre el edificio de la Fondation ha sido estudiada por Nathalie Prat, en
Fondation Maeght, histoire d’un musée, memoria de investigación de la Université de París IV (1989).
[Prat. <Miró>. Martigny. Fondation Gianadda (1997): 148, n. 1.]
Sobre la construcción véanse Juncosa, Patricia. Fondation Maeght. <Sert 1928-1979. Medio siglo de arquitectura.
Obra completa>. Barcelona. FJM (2005): 235-246. Juncosa, P. Fondation Maeght 1958-1971. <Sert 1928-1979. Medio siglo de arquitectura.
Obra completa>. Barcelona. FJM (2005): 235-245. Juncosa, P. La influencia del taller. *<Miró
- Sert: La construcció d’una amistat>. Palma de Mallorca. FPJM (2006-2007):
sólo las pp. 176-193, pues las 194-199 son de los planos y la maqueta de la
FJM. Una de las últimas referencias es
Nicholas Watkins. Aimé Maeght and
His Artists. *<Behind the Mirror. Aimé Maeght and His
Artists>. Londres. Royal Academy of Arts (2008-2009): 26 y ss., y
en 26 señala que Maeght, aconsejado por Léger y Braque, se fijó en los ejemplos
de las fundaciones Barnes y Guggenheim, pero que fueron Sert y Miró los
principales inspiradores del proyecto.
[2]
Conversación de Ann Dumas; Isabelle Maeght; Yoyo Maeght. ‘Let the stone make fire’. *<Behind the Mirror. Aimé
Maeght and His Artists>. Londres. Royal Academy of Arts (2008-2009):
44, Yoyo Maeght le cuenta a Dumas que Aimé Maeght había admirado en París en
1937 el Pabellón Español y que Miró se ofreció a intermediar entre ambos;
entonces Maeght fue a EE UU y volvió con Sert para comenzar el proyecto.
[3] Carta de Aimé y Marguerite Aimée a Sert,
en Boston. París (3-VI-1957) FM. [Bellet, Harry. La Fondation Maeght ,
Sain-Paul. “Cimaise”, 212-213 (junio-julio 1991): 81-82. / Prat. <Miró>. Martigny, Valais, Suiza. Fondation Gianadda (1997): 148.
/ Birksted, Jan K. The Maeght Foundation:
Modernist Architecture and Wilderness. Tesis doctoral. Universidad
de Kent y Canterbury. 2001: 407. También en Birksted. Modernism and the Mediterranean : The Maeght Foundation. Ashgate Publishing. Aldershot . 2004. xvi ›› 208 pp. / Juncosa,
Patricia. <Sert 1928-1979 Medio siglo de arquitectura. Obra completa>.
Barcelona. FJM (2005): 238, con resumen de sus cartas cruzadas en las pp. ss. /
Juncosa, Patricia. *<Miró - Sert: La construcció d’una amistat>.
Palma de Mallorca. FPJM (2006-2007): 49, n. 24. La correspondencia entre los Maeght y Sert
relativa a la construcción ha sido reunida y analizada por Nathalie Prat. Fondation Maeght, histoire d’un musée. Memoria de la Universidad de París IV.
París. 1989. Copia en Fondation Maeght de Saint-Paul.]
[4] Sert, en Malraux, André; Sert, J.Ll. La Fon dation Marguerite
et Aimé Maeght. “Derrière le Miroir”, ed. Maeght, París, nº especial en
tapa dura (30-VI-1974): 87.
[5] Maldiney. La Fondation Maeght à Saint-Paul. “Derrière le miroir” (1961): 51-52. Número especial s/n para la
inauguración no oficial de la Fondation Maeght. Dupin lo data en 1964, para
hacerlo coincidir con la inauguración oficial. [Dupin. Miró. 1993: 320.]
[6]
Carta de Sert a Le
Corbusier. Cambridge (16-VI-1959). Col. SC, ASH E33. Reprod. Juncosa,
Patricia. <Sert 1928-1979. Medio siglo de arquitectura. Obra completa>.
Barcelona. FJM (2005): 239, n. 13.
[7]
Carta de Sert a
Aimé Maeght (2-XI-1960). Col. AGMP. Reprod. Prat. <Miró>.
Martigny. Fondation Gianadda (1997): 157. / Juncosa, Patricia. <Sert
1928-1979. Medio siglo de arquitectura. Obra completa>. Barcelona. FJM (2005):
241.
[8]
Carta de Sert a
Aimé Maeght (30-I-1962). Col. AGMP. Reprod. Prat. <Miró>.
Martigny. Fondation Gianadda (1997): 178. / Juncosa, Patricia. <Sert
1928-1979. Medio siglo de arquitectura. Obra completa>. Barcelona. FJM (2005):
239, n. 14.
[9]
Carta de Sert a
Aimé Maeght (25-VI-1962). Col. AGMP. Reprod. Prat. <Miró>. Martigny. Fondation Gianadda
(1997): 182. / Juncosa, Patricia. <Sert 1928-1979. Medio siglo de arquitectura.
Obra completa>. Barcelona. FJM (2005): 241.
[10] Las fiestas servían para representar espectáculos musicales, con
audiciones de Debussy, Boulez, Schönberg, Duke Ellington..., estrenos de obras
vanguardistas de Stockhausen, Cage, Xenakis, La Monte Young ,
Santos..., coreografías de danza de Merce Cunningham y Lukas Foss. Se
presentaron asimismo numerosos documentales sobre artistas de la galería.
[11] Evtuchenko, Evgeni. Poema en prosa, Un gigante miniatura.
Traducido por Leo Shleifer. Especial Miró a los 85. “Daily Bulletin”
(1978) 64.
No hay comentarios:
Publicar un comentario