lunes, marzo 03, 2014

El artista español Eduardo Chillida (1924-2002) y su relación con Joan Miró.

El artista español Eduardo Chillida (1924-2002) y su relación con Joan Miró.


Chillida, frente a El peine del viento (1977), un proyecto pensado ya en 1952 e iniciado en 1961. A menudo esta obra se denomina Peine de los vientos.

           
Peine del viento (1977).

El escultor y grabador español Eduardo Chillida Juantegui (San Sebastián, Guipúzcoa, 10-I-1924-Monte Igueldo, San Sebastián, 19-VIII-2002). Chillida fue futbolista en su juventud y estudió arquitectura en Madrid, hasta que abandonó en 1945 esta carrera para dedicarse a la escultura.
De ideas muy conservadoras —tiempo después alegó que era debido a la influencia de su padre militar hasta finales de los años 40, evolucionó hacia una apertura política y cultural desde que residió en París, junto a su amigo Palazuelo. Se casó con Pilar Belzunce en 1950, con la que tuvo ocho hijos. 
Vivió en París en 1948-1951. Su primera escultura, Forma (1948), fue una pieza modelada en yeso, inspirada en la colección de escultura griega arcaica del Louvre. Allí pasó a formar parte de la “cuadra” Maeght y entabló amistad, pese a su juventud, pues Chillida apenas tenía 25 años, con Chagall, Giacometti, y en especial con Braque y Miró, con quienes se reunía en la Galerie Maeght, cuyo galerista concebía como un centro de reunión y tertulia cultural.[1]
Chillida participó en 1950 en la colectiva *<Les Mains Eblouies> en la Galerie Maeght, donde presentó su primera escultura abstracta, Metamorfosis. En estos años experimentaba y aprendía de continuo. En 1951 realizó su primera obra abstracta en hierro, Ilarik, y en 1961 la primera en madera, Abesti Gogora I. En los años 50-70 ganó fama tanto en España como en el extranjero. Tras una única exposición en la galería Clan de Madrid (1954), expuso en el extranjero, promovido por Maeght (1956), y tuvo su primera antológica en el Art Museum de Houston (1966), comisariada por Sweeney, un viejo amigo de Miró.
En los años 80, aunque ya consolidado como artista y establecido su dominio técnico y espacial en los talleres, su obra escultórica cambió mucho: de escultor-herrero evolucionó a escultor-arquitecto, con formas redondeadas y envolventes en la que el espectador pueda penetrar en su interior, sea física o mentalmente. Celebró nuevas muestras antológicas en la Fundació Joan Miró de Barcelona (1986); en el Palacio Miramar de San Sebastián (1992); en el MNCARS de Madrid (1998) con 250 obras seguida por la del Guggenheim de Bilbao (1998) con las 250 obras anteriores más otras 50, comisariadas ambas exposiciones por Kosme Barañano.
En general, destaca en su obra la preocupación por el paso del tiempo y por el espacio con la búsqueda de la potencia monumental para aparecer en los espacios públicos; la gravedad como fuerza oculta en el mundo; la materia y en general por la naturaleza, como demuestra en su proyecto frustrado para la sagrada montaña canaria de Tindaya; la meditación e incluso la filosofía, como muestra la frecuencia del “tres” en sus obras (como las tres piezas de Peine del viento), o sus homenajes al artista japonés Hokusai o al poeta y científico persa Omar Khayyam; la experimentación en diversos materiales como hierro, acero, alabastro, granito, hormigón, terracota, tierra o papel. 

El artista vivía con su numerosa familia en la Villa Ingeborg en San Sebastián, que contaba con tres estancias: el estudio de papel, el taller de grabado y la fragua; además tenía desde 1984 en la cercana localidad de Hernani el caserío Zabalaga, hoy sede del Museo Chillida Leku. En estos espacios creaba sus dibujos, collages y gravitaciones, y las maquetas de sus piezas, con la ayuda de equipos de colaboradores, que incluían en caso necesario carpinteros, ingenieros y arquitectos, y de su hijo Ignacio. Además, acudía a otros forjadores especialistas: por ejemplo para la tierra chamota iba a Grasse en Provenza, donde estaba el ceramista Hans Spinner, y para el acero a la forja Sidenor en Reinosa. 



El taller de Chillida, con sus armazones, cimbras y encofrados.

Por ejemplo, la realización de las esculturas de hormigón requería un complejo proceso: primero unos dibujos para esbozar la idea, seguido de una maqueta a pequeña escala generalmente en yeso o arcilla por el propio artista. A continuación se elaboraba en una nave industrial un modelo mayor en resina forexpan (poliestireno expandido o espuma blanca) a escala 1:1. Luego se cubría este modelo con un encofrado de maderas numeradas, que se trasladaba al lugar donde se emplazaría la obra y finalmente se vertía el hormigón y se pulían los últimos detalles.

También fue un notable dibujante y grabador de ilustraciones para textos de Esquilo (1978), Goethe, Hölderlin, Heidegger (1969), Cioran, André Frenaud (1966), Max Holzer (1968), Octavio Paz, Zambrano, Jorge Guillén (1973)...

Calvo Serraller en Forjador de sueños (2014) resume: ‹‹A los 24 años, Eduardo Chillida, hasta ese momento estudiante de Arquitectura y portero titular de la Real Sociedad, decidió saltar al vacío, donde caen encima mucho más de 100 balones, y convertirse en artista. Ocurrió en 1948, fecha en que el futuro artista se trasladó a París para encontrarse con lo mejor de sí mismo. En ese París de posguerra, empobrecido hasta lo miserable, pero cargado como nunca de ilusiones, Chillida se encontró, en efecto, a gusto, y conectó con quien debía hacerlo, entre otros, con Pablo Palazuelo, más veterano, que le sirvió de eficaz guía en la cosmopolita y complicada urbe y, sobre todo, para extraer su entraña de escultor, facilitándole el andamiaje intelectual y de relaciones adecuado. Lo cierto es que Eduardo Chillida enseguida voló solo, con seguridad y muy alto, pues, apenas tres años después de iniciar su aprendizaje, halló la senda de su luminosa posterior trayectoria, como así lo acreditó con la realización de su primera escultura en hierro: Ilarik (1951).
Al hablar del hierro, tocamos un punto esencial de la escultura de vanguardia contemporánea, que conectó a Chillida con quienes inventaron las posibilidades del uso de este material, como, en primer lugar, Pablo Picasso y Julio González, y, luego, el estadounidense David Smith. Todos estos precedentes se produjeron, en primera instancia, entre 1925 y 1942, dejando una siembra fértil, que floreció en la vanguardia occidental tras la II Guerra Mundial, con escultores europeos y americanos. Entre estos últimos, Chillida desempeñó un papel excepcional, porque supo arraigar esta pasión por la forja del hierro en los modelos locales de la artesanía popular guipuzcoana, principalmente basándose en el instrumental agrícola, pero para lanzarse a la conquista de un imaginario personal cada vez más exigente y deslumbrante.
Aunque iniciase su carrera artística con el hierro, Chillida acabó trabajando con todo el variado elenco de materiales que puede emplear un escultor contemporáneo: la madera, el acero, el hormigón, el alabastro, la cerámica, la porcelana e incluso el papel, demostrando con ello que la escultura también podía tener extrema ligereza, con lo que logró ser capaz de encarnar todos los modelos ideales de escultor que enunció en su momento el renacentista Alberti: los de tallador, fundidor y modelador.
Esta versatilidad en el uso de materiales, que significa mucho más que una  simple habilidad artesanal, se completó con el rico combustible mental de Eduardo Chillida, en cuya cabeza se plantearon apasionantes interrogantes personales acerca de la relación entre los elementos extremos que constituyen la determinación material de las cosas, como la relación entre plenitud y vacío, línea y masa, claridad y oscuridad. Sobre esta tesitura ideológica no es extraño que suscitase el interés de los mejores filósofos contemporáneos, como Martin Heidegger, Gaston Bachelard y Emil Cioran, así como de los mejores poetas. Este diálogo con las alturas más exigentes del pensamiento solo es posible cuando un artista tiene el alma de un forjador de sueños.››[2]

Murió de neumonía, tras padecer la enfermedad de Alzhéimer durante sus últimos años, cuidado por su esposa e hijos.
Obtuvo numerosos galardones: Gran Premio de Escultura de la Bienal de Venecia (1958), el Premio Carnegie de Escultura (1960), el Premio Kandinsky (1961), la Medalla de Oro al Mérito de Bellas Artes (1981), el Premio Europeo de las Artes Plásticas (1983), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1987)...
Su obra está presente en numerosas colecciones privadas y públicas, especialmente en Alemania y EE UU, y en espacios públicos como su Peine del viento (1977) en el final de playa de la Concha en San Sebastián. En España la Colección Telefónica se formó a finales de los años 90 con la compra de 16 esculturas y 26 obras en papel a la Galerie Maeght de Zúrich, siendo desde entonces una de las colecciones de Chillida más importantes en el mundo.
Kosme de Barañano, además de amigo, es su mejor especialista y ha sido el director de la Fundación Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, un museo en parte al aire libre, llamado espacio Chillida-Leku, en Zabalaga, Hernani, desde el 16 de septiembre de 2000. La fundación ha padecido dificultades financieras en los últimos años, por la falta de apoyo de las instituciones.

Chillida y Miró.


Sirena varada o Lugar de encuentros III (1971-1972).

Después de su primer encuentro en París en la Galerie Maeght, su amistad con Miró se consolidó gracias a su afinidad personal más que estética, y el compromiso político en defensa de la democracia, y en este sentido el escultor vasco mostró su querencia por la identidad del pueblo vasco, la libertad y los derechos humanos, y su rechazo del terrorismo. 
En los años 70 conoció bien las Baleares porque tenía una casa de veraneo en Menorca y visitaba a menudo Mallorca, lo que aprovechaba para contactar con Miró, quien a cambio le apoyó en el escándalo del rechazo del Ayuntamiento de Madrid a su escultura Sirena varada o Lugar de encuentros III (1971-1972), colocando la pieza en la FJM. Recuerda su hijo, Ignacio Chilida: ‹‹Eran muy muy cercanos. Miró era como un niño, lo fue siempre, hasta su muerte, y eso, claro, se trasluce en su obra. Solía escribir a mi padre para pedirle opinión sobre tal o cual obra que hubiese hecho, para pedirle opinión sobre asuntos políticos, para cualquier cosa… Mucha gente no lo sabe, pero mi padre, cuando prohibieron instalar Lugar de encuentros III (popularmente conocida como La sirena varada) en el paseo de la Castellana de Madrid, le regaló la escultura a Joan Miró, y la colocaron en la entrada de la Fundación Miró de Barcelona. Estuvo allí como dos años, y cuando al fin dieron el permiso, Miró, sin que mi padre se atreviera a pedírselo, la devolvió. O sea, que en realidad Joan Miró regaló La sirena varada a la ciudad de Madrid”.››[3]

Chillida donó una obra a la colección permanente de la FJM en 1986, en ocasión de un antológica suya en la Fundación, y a cambio, en su casa cuelga una pintura regalada por Miró. Serra recuerda sus encuentros con Miró y Chillida en los años 70 y el consejo de éste a Miró para realizar la FPJM, de este tenor: ‹‹Esto es lo mejor que puedes hacer, y es la única forma segura para que parte de nuestra obra y de nuestra filosofía artística quede para futuras generaciones.››[4] 
También Chillida y su esposa participaron en vernissages de las exposiciones de Miró en la Fondation Maeght de Vence. Chillida y Miró estrechaban su relación de amistad durante sus estancias de trabajo en Saint-Paul-de-Vence, como recuerda su hijo Ignacio: ‹‹Mi padre coincidía con Miró y eran muy amigos. Cada uno trabajaba en sus cosas pero a la hora de comer y por las noches se encontraban.››[5]

Fuentes.
Internet.

Documentales / Vídeos.



Chillida: Lo profundo es el aire (2016). Documental. Dirección: Juan Barrero. La vida del artista, contada por sus hijos. Reseña de Hermoso, Borja. Eduardo Chillida: piedra, hierro, madera… cine. “El País” (16-IX-2016).

Exposiciones individuales.
<Chillida>. Barcelona. Sala Gaspar (junio 1971). Reseña de Anónimo. Chillida en la Sala Gaspar de Barcelona. (VI-1971).
<Chillida>. Nueva York. Guggenheim Museum (1982). Cat. razonado y textos de Octavio Paz y E. Chillida. 197 pp. 302 ilus.
<Chillida>. Barcelona. FJM (16 enero-2 marzo 1986). Cat. 117 pp.
<Chillida. Zeichnung als Skulptur 1948-1989>. Bonn. Städtisches Kunstmuseum (20 junio-6 agosto 1989). Munster. Westfälischen Landesmuseum (24 septiembre-26 noviembre 1989). Cat. 161 pp.
<Chillida>. París. Galerie Lelong (1990). 11 obras. Cat. “Repères” nº 69. 45 obras. Texto de Yves Bonnefoy.
<Omaggio a Eduardo Chillida>. Venecia (44ª Bienal). Ca Pesaro (26 mayo-30 septiembre 1990). Cat. 196 pp.
<Chillida. Obra gráfica/esculturas>. Oviedo. Museo Juan Barjola (9 junio-6 julio 1990). Cat. 71 pp.
<Chillida>. Santiago de Compostela (15 marzo-11 junio 2000). Comisario: Kosme de Barañano. Cat. Incluye selección de textos de críticos desde 1950 a 1983. Versiones en gallego, español e inglés. 335 pp.
<Eduardo Chillida>. Barcelona. FJM (21 noviembre 2003-25 enero 2004). 102 obras (esculturas, terracotas, dibujos y “gravitaciones”, de Col. Chillida-Leku y 23 colecciones. Es la segunda antológica de la FJM sobre el escultor.
*<Homenaje a Chillida>. Bilbao. Museo Guggenheim (4 abril-11 junio 2006). 65 obras (35 esculturas y 30 dibujos) de 45 artistas en homenaje al escultor. Comisario: Kosme de Barañano.
<Chillida>. Saint-Paul-de-Vence. Fondation Maeght (26 junio-13 noviembre 2011). Reseña de Teruel, Ana. Chillida-Leku viaja a la Costa Azul. “El País” (25-VI-2011) 39-40.
<Chillida>. Wroclaw. Galerías de Arte Contemporáneo (15 enero-13 marzo 2016). 40 obras. Comisaria: Inés R. Artola. Reseña de Bono, Ferrán. Chillida-Leku no, Chillida-Wroclaw sí. “El País” (16-I-2016) 25.
<Eduardo Chillida: la curva cóncava>. Madrid. Galería Cayón (2016). Reseña de Hermoso, Borja. Los Chillida critican el trato dado a su padre en Euskadi. “El País” (31-III-2016).
<100 años de Eduardo Chillida con la Colección Telefónica>. Zabalaga, Hernani. Museo Chillida Leku (15 mayo-13 octubre 2024). 10 esculturas de la Colección Telefónica: Casa de Juan Sebastián Bach (1981), La casa de Hokusai (1981), Elogio del vacío II (1983), Mesa de Omar Khayyam III (1986)... Se expusieron en el mismo lugar en 2003. Comisaria: Estela Solano.[https://www.museochillidaleku.com/exposiciones/100-anos-de-eduardo-chillida-con-la-coleccion-telefonica/Reseña de Ormazabal, M. Las esculturas de Chillida vuelven a casa 20 años después. “El País” (15-V-2024).

Exposiciones colectivas.
*<New Spanish Painting and Sculpture>. Nueva York. MOMA (1960). Obras de Canogar, Chillida, Millares, Saura, Tàpies... Cat. Texto de Frank O'Hara. s/p.
*<Arte 73>. Palma. Llonja (10 agosto-10 septiembre 1974). Organizada por Fundación Juan March. Exposición antológica de artistas españoles: Chillida...
*<Escultura abstracta>. Madrid. Museo Municipal (1982). Obras de Chillida, Palazuelo, Sempere y otros artistas españoles. s/p.
*<Cuatro artistas españoles. Juan Gris. Luis Fernández. Antoni Tàpies. Eduardo Chillida>. Madrid. Fundación Santillana (diciembre 1985-enero 1986). 50 obras.
*<La presencia de la realidad en el Arte español contemporáneo>. Buenos Aires. Museo de Arte Contemporáneo (marzo-abril 1986). Montevideo. Museo Nacional de Artes Plásticas (mayo-junio). Caracas. Museo de Arte Contemporáneo (julio-agosto). Santo Domingo. Museo de de Arte Moderno (octubre-noviembre 1986). Organizada por Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Cat. 124 pp. Guerrero, Palazuelo, Tàpies, Chillida...
*<Standing Sculpture>. Milán. Castillo de Rivoli (17 diciembre 1987-30 abril 1988). Obras de Carl André, Baselitz, Beuys, Chamberlain, Chillida, De Kooning... Textos de Rudi Fuchs, Johannes Gachnang, Francesco Poli. 250 pp.
*<La mano con lápiz. Dibujos del siglo XX. Colecciones Fundación Mapfre>. Madrid. Fundación Mapfre (27 mayo-27 agosto 2011). Más de cien dibujos de Fortuny, Sorolla, Picabia, Renoir, Egon Schiele, Picasso, Torres García, Barradas, Juan Gris, Sonia Delaunay, Dalí, Miró, Óscar Domínguez, Rodin, Pinazo, Regoyos, Klimt, Matisse, Nonell, Paul Klee, Benjamín Palencia, Manuel Ángeles Ortiz, Tàpies, Chillida...
*<Jorge Oteiza y Eduardo Chillida. Diálogo en los años 50 y 60>. Valencia. Fundación Bancaja (5 noviembre 2021-6 marzo 2022). San Sebastián. Museo de San Telmo (9 abril-2 octubre 2022). 119 obras: esculturas, collages y dibujos. Cat. con textos del comisario: Javier González de Durana. En 1977, después de un largo enfrentamiento, se encontraron en el caserío Zabalaga (actual Chillida Leku) y firmaron una declaración: “Más allá de nuestras diferencias habrá siempre un espacio-tiempo para la paz”. Reseña de Golvano, Fernando. Oteiza y Chillida firman la paz. “El Cultural” (12-XI-2021).
 <Miró en Zabalaga>. Zabalaga, Hernani. Museo Chillida Leku (21 mayo-1 noviembre 2022). Esculturas, serigrafías, tapiz. Comisaria: Estela Solana. Reseña de García, Ángeles. La historia de la amistad de Chillida y Miró se convierte en exposición. “El País” (21-V-2022).
*<Universo Maeght>. Hernani. Chillida Leku (2 diciembre 2023-14 abril 2024). Homenaje al marchante de Chillida, Aimé Maeght, con obras de Chillida, Braque, Calder, Giacometti, Julio González, Barbara Hepworth, Léger, Miró, Palazuelo... Comisaria: Mireia Massagué. Reseña de García, Á. Chillida se reencuentra con sus amigos artistas. “El País” (2-XII-2023).

Exposiciones sobre temas relacionados con Chillida.


<Jesús Uriarte. Chillida lanean>. Artegunea Kutxa Fundazioa (2024). 22:01. [https://www.youtube.com/watch?v=rAcRCKzR8AI

<Jesús Uriarte. Chillida lanean>. San Sebastián. Kutxa Kultur Artegunea (15 marzo-30 junio 2024). Fotografías del fotoperiodista Jesús Uriarte sobre el proceso creativo de Chillida, desde los años 70. Comisario: Jon Uriarte (texto de dos pp. Chillida trabajando). Cat. Ediciones La Fábrica / Kutxa Fundazioa. 2024. 112 pp. (no numeradas). Versiones en español, euskera e inglés.

Libros.
Antolín Paz, M. (dir.). Diccionario de pintores y escultores españoles del siglo XX. 1994: t. 4, pp. 913-915.
Bazal, Jesús (texto); Pombo, Alberto (fotografías). El Peine del Viento. Eduardo Chillida. Luis Peña Ganchegui. Q Editions. Pamplona. 1986. 83 pp. Sobre el conjunto escultura-arquitectura.
Bénézit, E. Dictionnaire des peintres, sculpteurs, désignateurs et graveursGründ. París. 1976. 10 vs. Reed. Jacques Busse (dir.). 1999. 14 vs. Vol. 3, pp. 591-592.
Bozal, V. Pintura y escultura españolas del siglo XX (1939-1990)1992: 298-317.
Celaya, Gabriel. Los espacios de ChillidaFotoscop. Polígrafa. Barcelona. 1974. 42 pp. 144 fotografías de F. Català-Roca.
Chillida, Susana (ed.). Elogio del horizonte. Conversaciones con Eduardo Chillida. Autores de las entrevistas: Chillida, Susana (edición y prólogo); Messer, Thomas; De Barañano, Cosme; Herrero, Roberto; Fernández Ordóñez, José Antonio; Spinner, Hans; Gómez Pin, Víctor; Beristain, Antonio; Suárez, Gonzalo; Portera, Alberto, Iglesias, Eduardo. Ed. Destino. Madrid. 2003. 205 pp. Resumen en “El País Semanal”, nº 1409 (31-VIII-2003) 24-29.
Chillida, Ignacio; Cobo, Alberto. Eduardo Chillida. Catálogo razonado de escultura. V. 1 de 5. Nerea. Madrid. 2014. 376 pp. Prólogo de Kosme de Barañano. Castellano/euskera/inglés. 274 esculturas de 1948-1973. El total comprenderá cinco tomos, con unas 2.000 páginas para las cerca de 1.360 esculturas. Rucabado, Beatriz. Chillida al detalle. “El Mundo” (30-X-2014). / Ormazabal, Mikel. Chillida hace inventario. “El País” (31-X-2014) 39. / Calvo Serraller, F. Forjador de sueños. “El País” (31-X-2014) 39.
Chillida, Eduardo. Escritos. Editorial La Fábrica. 2016. 124 pp. 11 imágenes.
Permanyer, Lluís (textos); Levick, Melba (fotografías). Ateliers. Polígrafa. Barcelona. 2000. 225 pp. Catalán. Taller de Eduardo Chillida (88-109).
Selz, Peter; Sweeney, James Johnson. Chillida. Harry N. Abrams. Nueva York. 1986. 203 pp.
Ugalde, Martín de. Hablando con Chillida. Vida y Obra (Periodo 1924-1975). Editorial Txertoa. San Sebastián. 2002. 172 pp. Ed. revisada y aumentada desde 1975.

Artículos / Entrevistas. Orden cronológico.
Anónimo. Chillida, la autenticidad a través de la vida y de la obra. “Última Hora” (24-II-1975) 12-14.
Planas Sanmartí, Juan. Chillida de santo a Leviatán. “Diario de Mallorca” (2-III-1975) 40-41.
Bauzá y Pizá, José. La escultura de Chillida participa de la vida de la ciudad. “Diario de Mallorca” (13-X-1976).
Anónimo. La Sirena Varada quedó colgada ayer. “El País” (3-IX-1978).
Chillida, Eduardo. Declaraciones. “El País” Semanal (18-III-1990).
Calvo Serraller, F. Poeta del espacio. “El País” (10-VI-2007) 66.
Harguindey, Ángel S. Con los brazos abiertos. “El País” (10-VI-2007) 66.
Savater, Fernando. El compromiso de Chillida. “El País” (2-X-2012) 45. El compromiso político de Chillida con la paz en el País Vasco, y su rechazo a ETA.
Ormazabal, Mikel. La familia Chillida descarta un acuerdo para reabrir el museo. “El País” (23-VII-2016). Entiende inviable el acuerdo sobre Chillida-Leku tras salir de la negociación la Diputación de Gipuzkoa.
Hermoso, Borja. Arte, política y dinero en Chillida-Leku. “El País” (26-VII-2016). Los obstáculos para realizar el proyecto de museo.
Sáenz de Miera, Antonio. La fundación Chillida que no pudo ser: la voluntad del ‘aita’. “El País” (9-VIII-2016). El experto explica la resistencia (económica) de la familia a cumplir la voluntad del escultor.
Redacción. Una prestigiosa galería anuncia la reapertura de Chillida-Leku. “El País” (1-XII-2017). La suiza Hauser & Wirth representará a la familia del escultor y difundirá su legado.
Hermoso, Borja (texto); Moro, Sofía. En el siglo de Chillida. “El País” Semanal 2.467 (7-I-2021). [https://elpais.com/eps/2024-01-07/en-el-siglo-de-chillida.html] Reportaje sobre la vida creativa de Chillida, en su centenario. Incluye información sobre su amistad con Miró.

NOTAS.
[1] Guisasola, Marisol. Entrevista a Chillida. “Elle”, Madrid (VI-1988).
[2] Calvo Serraller, F. Forjador de sueños. “El País” (31-X-2014).
[3] Hermoso, Borja (texto); Moro, Sofía. En el siglo de Chillida. “El País” Semanal 2.467 (7-I-2021). / [https://elpais.com/eps/2024-01-07/en-el-siglo-de-chillida.html]
[4] Serra, Pedro. Mis encuentros con Chillida. “Última Hora” (20-VIII-2002) 61.
[5] Teruel, Ana. Chillida-Leku viaja a la Costa Azul. “El País” (25-VI-2011) 39-40.

No hay comentarios:

Publicar un comentario