Joan Miró en 1916.
En 1916 la Gran Guerra languidece entre terribles pérdidas humanas, con su cima en la batalla de Verdún. La muerte sigue clareando las filas de los vanguardistas: este año caen en el frente entre otros los futuristas italianos Umberto Boccioni y Antonio Sant’Elia.
En cambio, España mantiene su neutralidad aunque la opinión pública aliadófila, con figuras populares como el escritor Vicente Blasco Ibáñez, se organiza con creciente éxito y supera ya claramente al bando germanófilo. En las elecciones legislativas españolas de abril se produce la victoria en Cataluña de la Lliga, lo que refuerza el poder de la burguesía católica catalana, a la vez reformista en lo político y conservadora en lo social.
Esta burguesía demanda obras de arte más atrevidas a artistas y arquitectos como Jujol, que concluye las obras de la modernista Torre de la Creu en Sant Joan Despí, fruto de una imaginación desbordante con grandes afinidades con las bioformas del Miró maduro. El aldabonazo del dadaísmo se da el 21 de febrero de 1916 en el Cabaret Voltaire de Zúrich, liderado por Arp, Ball, Janco, Tzara...; su pensamiento transgresor fecunda las vanguardias y su impacto llegará a Miró poco después gracias a que Picabia reside en Barcelona desde agosto de 1916 hasta marzo de 1917.
Mientras, el 6 de febrero fallece Josep Torras i Bages, obispo de Vic y un reputado pensador católico, muy admirado por los miembros de la Lliga y por Miró, y el 6 de julio muere el pintor simbolista Odilon Redon, un destacado precedente de surrealismo al que Miró admira desde los años 20. Es pues, una época de apariciones y desapariciones de destacadas figuras que ya habían influido o lo harían posteriormente sobre el artista.
En 1916 Miró reside en Barcelona durante el invierno y la primavera, trabajando en el taller de Arc de Jonqueres con Ricart y a veces con Ràfols.[1] Miró conoce al galerista Josep Dalmau, gran impulsor de la vanguardia en Barcelona, a partir de una fecha indeterminada posterior al 6 de enero. Al respecto, Dupin y Malet coinciden en datar su primer encuentro en 1916, aunque las declaraciones del artista a Soby y Gasch apuntan más bien a 1917.[2] Es probable que sólo le conociera de vista en su galería antes de 1916, se trataran este año y que su estrecha relación sólo comenzara a principios de 1917, cuando el artista se incorpore a las improvisadas tertulias que se celebran en su galería entre las 19 y las 21 h.
Su situación económica es acomodada en esta época, sin problemas en cuanto a su manutención, pero sufre dificultades para mantener su vida profesional de joven artista que necesita telas, útiles, colores, alquiler del taller, comidas y salidas con los amigos... Por ejemplo, le escribe en julio a Ricart: ‹‹T’escric no sabent si ja et trobes a la Vall d’Aran; feliç tu, noi que pots fer una excursió! Jo, amb això de la guerra (!), s’entén l’augment exorbitant (50%) sobre els colors, estic pelat com una rata.››[3] Parece que su familia le financia estos gastos con desgana.
Reside en Mont-roig durante el verano[4], aunque es llamado al servicio militar, por unos días, antes del 25 de julio, para afrontar una huelga ferroviaria.[5] Pinta bajo la influencia de Cézanne, el fauvismo y la incipiente del cubismo unos paisajes de Mont-roig, Barcelona y una serie de bodegones.
Casa de la calle Sant Pere més Baix, similar a las de la mayoría de la zona hacia 1915.
Miró y Ricart se trasladan en el otoño a un nuevo taller, en la calle Sant Pere més Baix, 51, cerca de la catedral, debido al derribo del edificio en que estaba su anterior taller; Ràfols está a punto de compartirlo con ellos.[6] Miró posiblemente pinta allí El abanico rojo (1916).[7]
Pasa su segundo periodo de servicio militar, probablemente desde el 1 de octubre al 31 de diciembre, en Barcelona[8], donde visita en las galerías Dalmau la exposición <Albert Gleizes> (29 noviembre-12 diciembre 1916).
NOTAS.
[1] Tarjeta postal de Miró a Ricart. Barcelona (25-IV-1916). Hay una carta de Miró a Ricart (¿verano 1916?) BMB 417, en la que se señala como dirección del taller la de Arc de Jonqueres. [Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 319, n. 37.]
[2] Miró le dijo a Soby que en 1917 [Soby. <Joan Miró>. 1959: 14]; le dijo lo mismo a Gasch [Gasch. Joan Miró. 1963: 30], una fuente todavía más fiable. El consenso actual es que Miró conoció a Dalmau poco después de la clausura de la exposición de Van Dongen el 6 de enero de 1916. [Melià. Joan Miró, vida y testimonio. 1975: 118-119. / Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 109 (n. 37). / Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 319, n. 38.] En cambio, Dupin y Rowell señalan sólo que lo conoció en 1916. [Dupin. Miró. 1962: 65, 494. / Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 22. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 30. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 42.]
[3] Carta de Miró a Ricart. Mont-roig (25-VII-1916) BMB 447.
[4] Carta de Miró a Ricart. Mont-roig (¿verano 1916?, se escribió un martes) BMB 417, en la que se señala como dirección del taller la de Arc de Jonqueres. / Dupin. Miró. 1962: 65, la fecha en VII-1916. / Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 283, n. 4, la fecha en el verano. / Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 319, n. 39, acepta que es del verano.
[5] Carta de Miró a Ricart. Mont-roig (25-VII-1916; fiesta de Santiago Apóstol). [Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 319, n. 40.].
[6] Rowell considera que este taller lo alquilan Miró y Ricart en el otoño de 1914. [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 22. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 30. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 42.]
Lubar. Joan Miró Before The Farm, 1915‑1922: Catalan Nationalism and the Avant‑Garde. 1988: 284, considera que Miró y Ricart alquilaron este taller desde 1916 a 1918 y que Miró le dejó a Ricart que lo usara hasta 1920.
Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 319, n. 42, considera que fue después del 7 de octubre de 1916, basándose en una carta de Miró a Ricart. Barcelona (7-X-1916), en la que se referiría a la pérdida del taller de Arc de Jonqueres y a la necesidad de encontrar otro. Miró se refiere al uso de Ràfols del nuevo taller en carta a Ràfols. Mont-roig (13-IX-1917) [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 52. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 61. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 87.]
[7] Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 319.
[8] Cartas de Miró a Ricart. Mont-roig (25-VII-1916) y otra carta a Ricart. Barcelona (7-X-1916). [Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 22. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 30. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 42. / Umland. <Joan Miró>. Nueva York. MoMA (1993-1994): 319, n. 41.]
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