El blog trata temas de Joan Miró y sus relaciones en Arte y Cultura, para un uso pedagógico o divulgativo. El uso de textos y enlaces, imágenes y grabaciones, no tiene intención comercial y las reclamaciones se atenderían de inmediato. Google ha insertado cookies y se da aviso, según la normativa.
‹‹Al analizar la figura y la obra de Joan Miró desde la perspectiva de los estudios de Michel Foucault sobre la sexualidad, complementados con los de Judith Butler sobre el género, surge un Miró hasta el momento desconocido, para quien la práctica artística fue esencial en su reconocimiento como sujeto de sexualidad y de género. En este surgimiento mucho ha tenido que ver el uso de una metodología arqueológica y genealógica que ha permitido confeccionar una historia discontinua a partir de la recuperación, la reordenación y la reinterpretación de todo lo relacionado con las vivencias de Joan Miró como persona y como artista. Este proceso, a la vez que ha ido “contaminado” el relato histórico haciendo presente lo que hasta ahora era poco visible, o hasta invisible, también ha desvelado las relaciones de poder y de saber que se encuentran detrás de unos discursos normalmente percibidos como incuestionables y neutros, pero que en cambio son formas de pensamiento construidas en un contexto histórico determinado según un sentido estratégico. Por lo tanto, ya no se trataría únicamente de un Miró obsesionado con unas mujeres que serían el tema central de sus obras, ni tampoco de un Miró rebelde y subversivo que se expresaría a través de la representación de la sexualidad, y es que entender la práctica artística como forma de relación y de trabajo con uno mismo según una perspectiva ética y de configuración de la propia subjetividad, abre las puertas a un Miró más humano, el que oscila constantemente entre el pecado de la carne y el deseo que debe liberarse, el que se intranquiliza y padece, el que se inventa a través del lenguaje y aprovecha la potencialidad de la literatura para que el pensamiento racional se tambalee, el que es tentado y el que lucha. También el Miró aliviado, feliz y combativo que explora de forma creativa la dimensión compartida de una sexualidad que es propia de divinidades primigenias, en la que el acto, el deseo y el placer se funden y confunden en un todo, tal y cómo lo hacen lo primitivo y lo espiritual, para ofrecer a la humanidad aquello que es más preciado para el artista, es decir, la libertad. Proceso de revisión y de reescritura, pues, que además de ofrecer una visión totalmente nueva del artista y de su obra en el período que llega hasta principios de los años treinta, se fundamenta en una metodología critica y interdisciplinaria que puede se utilizada para el análisis de otras figuras tan conocidas, o si se quiere, tan desconocidas, como el mismo Joan Miró.››
Josep Massot aporta importantes datos sobre la larga estancia de Joan Miró en Nueva York en 1947.
Nueva York en 1947.
Miró ante el mural de Cincinnati.
Massot, J. Joan Miró: la conquesta de Nova York. “El País” Quadern 1.840 (4-II-2021). Datos, documentos y fotos inéditos sobre la larga estancia de Miró en la ciudad en 1947, para pintar el mural de Cincinnati. [https://cat.elpais.com/cat/2021/02/04/cultura/1612434567_832911.html]
La familia Miró deposita decenas de obras en la FJM.
Montañés, J. Á. Los ‘mirós’ de Madrid se quedan en Barcelona. “El País” (10-IX-2021). [https://elpais.com/cultura/2021-09-09/los-miros-de-madrid-se-quedan-en-barcelona.html] La familia del pintor deposita 54 obras (44 pinturas, 9 dibujos y una cerámica), más cinco obras de Calder, en la fundación barcelonesa del artista, que hasta agosto se han podido ver en el centro cultural de Mapfre de la capital española durante cinco años. Podrán verse a partir de marzo de 2022 en la FJM durante un plazo de cinco años prorrogables, sin compensación económica. El artículo ahonda también en las finanzas de la FJM.
LIBROS.
Altaió, Vicenç. Miró i els poetes
catalans. Univers. 2017 (2021). 331 pp. Pròleg (8-11), J. V. Foix (13-69), Joan
Salvat-Papasseit (71-92), Josep Carner (93-115), Carles Sindreu (117-130), Joan
Brossa (131-158), Joan Perucho (159-189), Salvador Espriu (191-225), Miquel
Martí i Pol (227-262) y Pere Gimferrer (263-314). Es una reedición del libro publicado en 2017. Reseña de Carreras,
Anna. “Bonart” 178 (V a VII-2017) 105. / Entrevista transcrita a Altaió en: [https://radioteca.cat/p/el-suplement-escapa_millors-moments/2017/03/26/miro-els-poetes-catalans]
Massot, Josep. Joan Miró sota el
franquisme(1940-1983).
Galaxia Gutenberg. 2021. 538 pp. El periodista Josep Massot analiza en
un libro la vida de Miró a partir de 1940, incluyendo menciones a las distintas
posiciones de otros creadores como Tàpies en la España de la posguerra, o el
papel de los galeristas nazis refugiados en el país. Reseña de Montañés, J. Á. Artistas
españoles frente a Franco: el largo viaje desde el falangismo hasta la
oposición. “El País” (3-XII-2021). [https://elpais.com/cultura/2021-12-03/artistas-espanoles-frente-a-franco-el-largo-viaje-desde-el-falangismo-hasta-la-oposicion.html]Entrevista de Malagamba, Adrián. Josep Massot: “Es cierto que Miró era
introvertido, pero no fue un ermitaño aislado del mundo”. “Última Hora”
(10-XII-2021). [https://www.ultimahora.es/noticias/cultura/2021/12/11/1677589/josep-massot-cierto-miro-era-introvertido-pero-fue-ermitano-aislado-del-mundo.html] Massot, J. Ètica
artística. “Bonart” 198 (2023-2024) 19. Massot lamenta el escaso eco entre
los historiadores de arte de su reciente libro Joan Miró sota el franquisme(1940-1983). Reivindica la actualidad de Miró
como ejemplo de compromiso cívico, así como la vigencia de su obra porque abarca
temas universales y perennes como la libertad, la igualdad, la poesía, la magia,
la belleza, la codicia o la violencia.
EXPOSICIONES.
Joan Miró en A Coruña.
<Miró. Una colección>. A Coruña. Fundación Barrié (20 febrero-16 mayo 2021). [https://fundacionbarrie.org/miro-una-coleccion] 47 obras. Reseña de Vizoso, Sonia.Joan Miró, el abuelo transgresor. “El País” (22-II-2021).
*<Miró-ADLAN. Un archivo de la modernidad (1932-1936)>. Barcelona. FJM (12 marzo-4 julio 2021). Comisarios:Muriel Gómez, Jordana Mendelson y Joan M. Minguet, con asistencia de Dolors Rodríguez Roig.
*<Non Finito. El arte de lo inacabado>. Palma. CaixaForum (7 abril-15 agosto 2021). [https://caixaforum.org/es/palma/p/non-finito-el-arte-de-lo-inacabado_a12682358] 85 obras de pintura y escultura, como el ‘Torso de Belvedere’ y de Berruguete, El Greco, Salzillo, Sorolla, Miró, Dora Maar, Oteiza, Chillida y Hockney. Comisaria: María Bolaños. Reseña de Bohórquez, Lucía. La perfección del arte inacabado. “El País” (9-IV-2021).
Aunque nacieron con veintisiete años de diferencia, Joan Miró y Zao Wou-Ki
compartieron el amor por la poesía, una fuerte sensibilidad lírica hacia el
gesto, el signo y la luz, y numerosas amistades mutuas: con los marchantes
Pierre Loeb y Pierre Matisse, el historiador del arte Jean Leymarie y el
arquitecto Josep Lluís Sert, quien diseñó el estudio de Joan Miró en Mallorca y
la casa-estudio de Zao Wou-Ki en Ibiza.
Pierre Matisse, el marchante de Miró en Nueva York.
*<Pierre
Matisse, un marchand d’art à New York>. Niza. Musée Matisse (11 junio-30
septiembre 2021). 70 obras de 23 artistas: Miró (Mujer y pájaros, 1940), Balthus, Calder, Chirico, Derain,
Giacometti, Millares, Rouault, Saura, Tanguy... Cat. Textos de Catherine
Dossin. Reseña de Massot, J. Pierre
Matisse, tras la idea del arte moderno. “El País” (17-VI-2021).
Una exposición trata sobre la relación de Josep Pla con Miró, Picasso y otros artistas.
*<De Palafrugell a París, 1913-1925. Josep Pla y los artistas, una mirada literaria>. Palafrugell, Girona. Fundació Josep Pla (9 julio-30 octubre 2021). Comisaria: Mariona Sugranyes. Reseña de Montañés, J. Á. A Josep Pla no le gustaban Picasso ni Miró. “El País” (18-IX-2021). [https://elpais.com/espana/catalunya/2021-09-18/a-josep-pla-no-le-gustaban-picasso-ni-miro.html] Una exposición en la fundación del escritor en Palafrugell (Girona) muestra su relación con los artistas catalanes que vivían o viajaron a París entre 1913 y 1925.
Una exposición sobre el surrealismo y el diseño, interrumpida por la covid hasta 2021.
*<Objetos de diseño. Surrealismo y diseño, 1924-2000 (Objectes de desig. Surrealisme i disseny, 1924-2020)>. Barcelona. CaixaForum (prevista en 28 febrero-7 junio 2020, suspendida por covid y reanudada 28 septiembre 2021-30 enero 2022). 285 piezas de artistas como Claude Cahun, Chirico, Salvador Dalí, Duchamp, Magritte, Man Ray, Miró, Isamu Noguchi o Meret Oppenheim, y arquitectos, diseñadores y creadores como Gae Aulenti, Björk, Achille Castiglioni, Le Corbusier, Ray Eames, Aldo Tura... Comisarios: Mateo Kries y Tanja Cunz.[https://caixaforum.es/es/barcelona/p/objetos-de-deseo-surrealismo-y-diseno-1924-2020_a880436] Reseña de Casalé, Ramon. 100 anys de surrealisme i disseny. “Bonart” (II a IV-2020). / Montañés, J. Á. Y los sueños, objetos son. “El País” (2-III-2020). [https://elpais.com/ccaa/2020/02/28/catalunya/1582924049_813401.html] / Combalía, V. Surrealismo y diseño, desordenadamente. “El País” (11-III-2020).
Una exposición en la FJM (2021-2022) para entender la escultura contemporánea.
*<El sentido de la escultura>. Barcelona. FJM (15 octubre 2021-6 marzo 2022). Un centenar de obras de 65 artistas: Calder, Juli González, Sarah Lucas, Joan Miró, Perejaume, Picasso, Richard Serra… Comisario: David Bestué. Un recorrido por la práctica escultórica moderna y contemporánea desde una perspectiva asincrónica y heterogénea que incluye también obras antiguas y objetos sin autoría. La muestra parte de la ambición de la escultura del siglo XX de ir más allá de la representación y la generación de imágenes y también quiere explicar la gran transformación de esta disciplina a lo largo del siglo XXI, con la aplicación de nuevas técnicas y la aparición de nuevos imaginarios y sensibilidades. [https://www.fmirobcn.org/es/exposiciones/5772/el-sentido-de-la-escultura]
Altaió, Vicenç. Miró i els poetes catalans. Univers.
2021. 331 pp. Un libro riguroso y esclarecedor en una cuestión fundamental en la inspiración mironiana.
Josep Massot: Joan Miró en el contexto histórico-artístico después de la Guerra Civil.
Josep Massot en la iglesia de Santa Eulàlia, de Palma. Fotógrafa: Pilar Pellicer. "Última Hora (10-XII-2021).
Massot, Josep. Joan Miró sota el franquisme(1940-1983). Galàxia Gutenberg. 2021. 544 pp. El periodista Josep Massot analiza en otro libro de referencia la vida de Miró tras la Guerra Civil, y las distintas posiciones de otros creadores como Tàpies en la España de la posguerra, o el papel de los galeristas nazis refugiados en el país. Un libro imprescindible para conocer la biografía mironiana y su contexto histórico-artístico.
Ramon i Navarro,
Artur (dir.). L’art del gravat català. Enciclopèdia Catalana. 2021. 352
pp. y 290 ilus. Edición de bibliófilo (mil euros) que repasa cronológicamente en
seis capítulos la obra de Picasso, Miró, Dalí, Tàpies, Plensa, Barceló… Textos
de Artur Ramón, Eva Vila Pou, Rafael Cornudella, Francesc Fontbona, Albert Martí Palau, Maria-Mercè Casanovas,
Joan Maria Minguet, Sol Enjuanes y Albert Mercadé, Reseña de Anna Carreras.
“Bonart” (II a IV-2021) 97. [https://www.eltemps.cat/article/12690/artur-ramon-hem-volgut-reescriure-la-historia-de-lart-catala-a-traves-del-gravat]
La trampa (1924) o ‘La Piège’ es un óleo sobre tela (93 x 75) [D 95. CRP 97], que estuvo en la
col. particular de André Breton.
En la obra el microcosmos de Mont-roig
reaparece, aunque Miró hace un esfuerzo de eliminación y simplificación de los
elementos, a fin de evitar el recargamiento del boceto preparatorio (FJM 641a).
Se reconoce como un autorretrato del artista en la playa, en el papel de cazador
metamorfoseado en un árbol con cabeza solar, lanza una aparatosa ventosidad, y
un pene erecto que orina o insemina la arena, en la que vemos un limón (símbolo
en el arte de un amor contrariado que ha dado disgustos) partido que tal vez
esconde un perro (símbolo de fidelidad), una liebre y un gallo. Al fondo el mar
riela con puntos dorados y en la derecha surgen unas velas y sobre ellas unas
nubes azules que anuncian vientos propicios. ¿Podría significar que un Miró
optimista, cargado de energía animal, está dispuesto a conquistar París y tal
vez también el amor de una mujer que ha resistido sus peticiones amorosas?
Penrose (1964) comenta:
‹‹This image of cosmic fertility was acquired by André Breton soon after if was
painted. It became significant to him as the beginning of Surrealism which was
launched that year as an active movement by his Manifeste du Surréalisme.››[1]
Picon (1976) explica
el paso del dibujo al cuadro: ‹‹El cuadro La trampa eliminará algunos
detalles, pero conservará los elementos esenciales del dibujo: el cazador
camuflado tras las hojas del árbol, con el falo en erección, el perro escondido
en el limón, el mar, las velas.››[2]
Fèlix Fanés (2007), por su parte, explica esta obra como un ejemplo de la
importante influencia que el mundo icónico de la historieta (en especial la
catalana) tuvo sobre Miró (como en Picasso y los vanguardistas en general), en
este caso con la antropomorfización de animales o vegetales con una intención
escatológica y satírica: ‹‹La
influencia debe buscarse especialmente en el árbol, cuya copa se ha convertido
en la cabeza de un hombre bigotudo; las hojas, en brazos, y el tronco, en
cuerpo que se bifurca en dos piernas de las cuales emerge el voluminoso pene
(pelos y testículos incluidos), con tres líneas de puntitos en representación
de la orina, mientras que por detrás tres líneas rectas anuncian una inequívoca
ventosidad.››[3]
NOTAS.
[1]Penrose. <Miró>. Londres. The
Tate Gallery (1964): 22.
[2]Picon. Joan Miró. Cuadernos catalanes. 1976: 71-72.
[3]Fanés. Pintura, collage, cultura de masas. Joan
Miró, 1919-1934. 2007: 164.
Pintura (1924).
Pintura (1924) o Peinture o Rojo
y negro o Composición es un óleo sobre tela (51 x 67) [CRP 106]
relacionado con un dibujo previo.[1] Muestra un personaje cuyo
cuerpo tiene forma de botella tumbada —¿en referencia a una borrachera?—, pero
con la cabeza levantada, como un sol delineado en un grueso negro. Los brazos
se abren en un vuelo a los lados, sugiriendo el paso vacilante del borracho.
NOTAS.
[1]Dibujo preparatorio de Pintura (Rojo y negro) (1924). Lápiz carbón sobre
papel (16,5 x 19,1). Col. FJM (661a). [Malet. Obra de Joan Miró. 1988:
fig. 246.].
El gentleman (1924) es un pequeño óleo sobre
tela (52 x 46), comprada por primera vez por André Breton y hoy en la col.
Kunstmuseum, Basilea [D 99. CRP 107]. El tema es el paseo matinal de un
caballero inglés. Destaca dentro de la serie por su fondo de intenso color
verde, sobre el que Miró escribe un Yes, casi el único rasgo que se
conserva del esbozo preparatorio, estudiado por Gimferrer, destacando su
simplificación y estilización ideogramática.[1] Este grito es tal vez una
afirmación de su confianza en haber alcanzado un innovador estilo personal. El
número “XII” es posible que se refiera a que la acabase en diciembre o a los
doce meses del año (como símbolo del incesante fluir del tiempo). Se relaciona
por sus elementos mecánicos con Autómata y por su pie con Bailarina
y Sourire de ma blonde. Doepel (1985) sugiere una conexión con Le Surmâle de Jarry, siendo el caballero
un retrato del protagonista, André Marcueil.[2]
Penrose (1964) comenta:
‹‹A small painting full of wit rather than caricature, it is a splendid example
of Miró’s lightness of touch. The arabesque of the moustache and the word
‘yes’, together with the figure X11, the hour at which he rises, make this proud
cockatoo into a gentleman.››[3]
Eileen Romano (2005) comenta:
‹‹En este
momento se empiezan a advertir algunas connotaciones poéticas que tendrán una
presencia creciente en la obra de Miró. Asoma por primera vez el lado
humorístico que hará sus obras universalmente comprensibles. En el amplio
repertorio del artista en estos años, entre grotescos monstruos imaginarios,
ojos, líneas y formas geométricas, este cuadro se distingue por su
extraordinaria carga irónica.
Bastan pocos trazos, la línea ondulada del bigote y un puntito negro, que
sustituye la boca, contraída en actitud autocomplaciente, para dar la imagen de
un gentleman. Ante un fondo uniforme de un verde brillante que deja
entrever la trama de la tela, Miró consigue mostramos más la actitud que las
características físicas, y en esto está su talento, su habilidad.
La cola de un frac y un cigarrillo sobresalen de la forma geométrica que
representa el cuerpo, mientras que el pie que asoma conserva connotaciones
naturalistas. Es como si nuestro gentleman ocultase su verdadera
naturaleza detrás de una convención que lo quiere rígido, juglar y bien
vestido. En este sentido, el cómico penacho rojo sobre la cabeza, una especie
de cresta de gallo, acentúa la sensación de ridículo del personaje. Con un
mínimo de signos, el artista obtiene un máximo de imaginación; su pintura ha
conseguido lo que se proponía: dejar entrever más allá de lo visible, entre los
pliegues de lo invisible.››[4]
NOTAS.
[1] Gimferrer. Las raíces de Miró. 1993: 84-85.
[2] Doepel. Arcane symbolism in Marcel Duchamp’s
Large Glass and Selected Works (1924-1927) by Joan Miró. 1985: 686-687 y ss.
[3] Penrose. <Miró>. Londres. The
Tate Gallery (1964): 22-23.
[4] Romano, Eileen (dir.); et al. Miró. 2005: 98.
La serie de los ‘juguetes’.
De 1924 es una serie
menor, la de los “juguetes” o Les joujoux, asociada a la de “fondos
grises” por su fondo neutro y la concepción del objeto como un mecano
desmontable.
Dupin (1961, 1993) relaciona esta serie con la coetánea La
lámpara de petróleo:
‹‹Pero hay que creer
que esa disciplina plástica no bastaba para frenar o conjurar las amenazas,
pues Miró recurre al mismo tiempo a una curiosa ficción: los “juguetes”. Lo
insólito queda desarmado en cuanto éstos aparecen a causa del papel inofensivo
y tranquilizador que se les obliga a desempeñar. La estratagema permite dejarlo
surgir a la luz del día privándolo de todo poder hostil. En La lámpara de
petróleo hay una cabeza de gato monstruosa, pero no es más que el puño de
un bastón. En Los juguetes, el caballo fabuloso está clavado a un
zócalo. [y en Bailarina española]››.[1]
NOTAS.
[1] Dupin. Miró. 1993: 100-101.
Los juguetes (1924).
Los juguetes (1924) es un óleo sobre tela (72
x 93) de col. Moderna Museet Estocolmo [D 89. CRP 95]. Está relacionada con dos
Dibujo preparatorio para Los juguetes (1924), de lápiz grafito sobre
papel (16,5 x 19,1) de la col. FJM (633a, 634a), que ha estudiado Gimferrer.[1]
La pintura muestra
sobre todo influencias formales del purismo y del interés del artista por la
simplificación de geométrica de los elementos.
Jeffett (2015) la
considera un antecedente de las pinturas y objetos que Miró realizó para el
ballet Jeux d’enfants en 1932, en una
época en la que los juguetes habían despertado una amplia atención.[2]
NOTAS.
[1] Gimferrer. Las raíces de Miró. 1993: 56-57.
[2]Jeffett. Joan Miró i l'objecte. <Miró i
l'objecte>. Barcelona. FJM (2015-2016): p. 19 para Los juguetes (1924) y p. 20 para el interés de la crítica francesa
por los juguetes hacia 1932, con artículos de Janine Bouissounouse y sobre todo
de Jacques Baron.
La lámpara de
petróleo (1924).
La lámpara de
petróleo (1924)
es una pintura de técnica mixta, un carboncillo, tiza y témpera, y óleo sobre
lienzo (81 x 100) de col. The Art Institute of Chicago [D 88. CRP 91]. La acaba
en Mont-roig el 10 diciembre y en ella continúa trabajando las posibilidades
plásticas del motivo de la lámpara, que había utilizado ya en dos obras de
1922-1923, Parrilla y lámpara de carburo y La lámpara de carburo.
Se basa en cuatro dibujos preparatorios que Gimferrer ha analizado
minuciosamente.[1] Representa la lámpara de su
taller de la rue Blomet, lo que favorece un paralelismo con La lámpara de
acetileno (1922-1923), que representa a su vez la que utilizaba en su
taller de Mont-roig.
Bernadac (1998)
explica el minucioso proceso de elaboración de este tema, con varios apuntes
previos, entre los que destaca una construcción ortogonal del espacio (la
estructura ortogonal será un recurso habitual para Miró, como vemos a
continuación en la serie Campesino catalán de 1925 o en El torero
de 1927), en los que la perspectiva es progresivamente eliminada, se va
feminizando el cuerpo de la botella (hay una progresiva transmutación en los
dibujos de las formas sinuosas del vidrio en las de un cuerpo femenino) y se
puebla el espacio con los signos mironianos, para al fin proceder a la inversa
y acabar con una obra particularmente despojada de atributos secundarios. La
mujer y su erotismo dominan la versión que nos propone Bernadac como
definitiva, pero lo más importante es la vulneración de los límites entre
dibujo y pintura:
‹‹la lámpara se erige majestuosa sobre un fondo
blanco, el cuadro en miniatura representa a un hombrecillo con mostacho
(seguramente una especie de autorretrato, como campesino catalán); por la
ventana se distingue el oleaje azul, una barca y las luces en el cielo. La
balaustrada del balcón, punteada, repite las formas sinuosas de la lámpara. La
presencia del color es discreta. Los signos gráficos son independientes, porque
el punteado sirve tanto para el cielo como para los contornos de la balaustrada
o el fondo. / Este dibujo es característico del estilo de Miró en su época
surrealista: simplificación, seguridad en el trazo, línea pura, collage de
elementos y de estilos diversos. El límite entre el dibujo y la pintura
desaparece, la relación con la escritura se afirma, al igual que el recurso a
la espontaneidad del dibujo infantil. (...) Esta afirmación del dibujo sobre la
pintura está simbolizada por la disminución del pequeño cuadro colgado en el
muro y que parece una estampilla postal. La pintura se sacrifica a favor de un
objeto metamorfoseado, de significados múltiples (luz, calor, sexualidad),
oníricos (el mar y el cielo).››[2]
NOTAS.
[1] Gimferrer. Las raíces de Miró. 1993: 48-51. Son tres esbozos pequeños: Dibujo
preparatorio de La lámpara de petróleo (1924), un lápiz sobre papel (19,1 x
16,5) Col. FJM (619a). [Malet. Obra de Joan Miró. 1988: fig. 210.]. Dibujo
preparatorio de La lámpara de petróleo (1924), un lápiz sobre papel (20,5 x
26,8) Col. FJM (4366) [Bernadac. <Joan Miró. La colección del C.G.P.>.
CCAC (1998): fig. p. 95.]. Dibujo preparatorio de La lámpara de petróleo
(1924), un lápiz y lápiz de color sobre papel (16,6 x 19,2) Col. FJM (555)
[Malet. Obra de Joan Miró. 1988: fig. 213.]. Y, finalmente, en un gran Dibujo
preparatorio de La lámpara de petróleo (1924), un grafito, carboncillo y
acuarela sobre papel Ingres (58 x 45) realizado en Mont-roig (10-XI-1924) Col.
MNAM, París [Dupin p. 139.], que es una evolución mínima en la composición del
primer esbozo.
[2] Bernadac. <Joan Miró. La colección del Centro
Georges Pompidou>. México. CCAC (1998): 94-96, cit. 96.